8. El Profeta en el Oraculo

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   Ese sueño me había puesto muy triste, perdí a Anyelo de nuevo, además volví a la andrógina, no tengo barba, mi pelo volvió a crecer, tengo flequillo. No sé que hacer con Esmeralda, lo que hizo no es bueno. Cuando dicen que los sueños se hacen realidad no es mentira. Pero eso no es importante, Esmeralda había clonado a dos personas muy importantes para mí, a un amigo con el que no pude compartir momentos inolvidables, y a mi ex ángel guardián, es un gran peso el que ella puso en mi espalda. Siento que soy un escalador que sube por una montaña llevando una pesada mochila, que cae y se debe volver a levantar para así volver a escalar ese monte que parece no tener fin.

   Pelear es difícil para mí, todos los entes que tuve que combatir hasta ahora... son muy peligrosos, pero a la vez son tan bellos, sensuales, todo lo que lleve calificativos de belleza y perfección. Sé que Dios me cuida, pero cada vez me cuesta resistirme a mis enemigos, no niego que hubo veces que tuve el deseo de aceptar sus ofertas, el sentir las caricias de Kyle, escuchar su seductora y cálida voz en mi odio... sentir sus suaves suspiros en mi piel, me hizo imaginar que pude ser poseído por él, ser suyo como el objeto más preciado pero a la vez delicado. Esa situación hizo que mi corazón lata a un ritmo que nunca me latió antes.

   La vez que Veronika me ofreció ser dominada por mí, no puedo decir nada malo de ella: Hermosa, sexy, inteligente, incluso yo tenía ganas de obligarla con un látigo como si ella fuera un animal de circo esperando a recibir la orden del maestro de ceremonias, la cual hubiera sido que vuelva a su forma humana y que se ponga en cuatro patas.

   Luego yo agarrarle bien fuerte su pelo, tirarlo para atrás, que me mire a la cara y penetrarla sin ninguna preparación en sus labios vaginales, dándole una embestida más fuerte que la otra. ¡OH Anyelo! Me hacés tanta falta ahora, me siento tan solo desde que te fuiste, verte nuevamente, así haya sido por unos minutos fue realmente hermoso, pero a la vez muy triste cuando tuve que dejarte ir. Vos sabrías que hacer ahora, que concejo darme, eras mi guía y mi protector. Pero ahora cuento con alguien mejor... Jesús.

   Debido a la fiesta de anoche, Gabriel decidió que no debíamos ir al hospital, nos había dado el día libre. Después del sueño que tuve, lo mejor será volver a dormir, necesito despejar mi cabeza, además a la noche vuelvo a salir. Mi madre quería pasar un día a solas con mi padre, no iríamos a la iglesia, me pareció bien pero no sabía a donde ir.

   Precisamente en la cena del casamiento, Ana, Cat, Axel, Víctor, Connor y yo, nos habíamos puesto de acuerdo para ir a una feria que se daría esta noche de domingo, iban a haber juegos, comidas de distintos países entre otras actividades. Pero aún debía ver que hacer durante la tarde antes del evento, eso lo decidiré después. Veronika no podía venir porque tenía un vuelo, bueno, creo que ahora me iré a descansar un poco más no sin antes mandarle mensajes a David para contarle todo lo que pasó.

   ESMERALDA'S POV

   Nuevamente me desnudé en el gran pentagrama de mi cueva, volví a pedir ayuda a mis hermanas de los otros tres elementos. Mi llamado fue escuchado, otra de las puntas inferiores del pentagrama comenzó a iluminarse, salía tierra de ella. Tierra que fue tomando la forma de una mujer con la forma de dicho elemento, que de a poco fue tomando forma humana. Ahora era alta, pelo largo negro, piel medio morena tirando a blanco, ojos verdes y unas tetas bien firmes. Una mujer realmente hermosa, que fue caminando hacia mí.

   —Maia, hermana mía, muchas gracias por responder a mi petición.

   —Tengo mucha emoción por ver al joven que logro arruinar todos tus planes.

   —No me hagás acordar, vení, vamos al río que te muestro mejor.

   No llevé a Maia al río de la cueva, nos fuimos a una cercana cascada cerca de la cueva. Al llegar nos metimos despacio en el agua, su temperatura un poco fría nos dio una helada pero increíble sensación en nuestras vaginas, noté que mi compañera estaba algo tensa, decidí hacer por ella. Hice que se siente en el río, me arrodillé detrás de ella y empecé a suave masaje en sus hombros. Maia cerró sus ojos y empezó a relajarse ante el cuidadoso tacto de mis manos, cada tensión en ella iba yéndose, después fui bajando por sus brazos usando las yemas de mis dedos, Mai dio un pequeño suspiro luego de que su cuerpo temblara un poco. Mi mano izquierda se deslizo con delicadeza hacia su abdomen, fui dando pequeños círculos con mis dedos cerca de su sexo, ella empezaba a respirar un poco agitada. Entonces con mi mano derecha, fui acariciando su muslo derecho y acercándola hacia su vagina levemente velluda, pero justo cuando estaba por tocar estando sólo a medio centímetro, su mano izquierda agarró con fuerza mi muñeca.

Noche DiabólicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora