Noche Diabólica

7. Angel Guardián

   20:30 PM. La fiesta del casamiento continuaba. Cada invitado fue a sentarse en su mesa correspondiente, sin embargo la música empezó a sonar en ese jardín, reflectores de colores iluminaban el lugar. Ema no sabía que hacer, conocía al pastor Connor. El pastor Connor no sólo fue quien casó a Victoria y Cristian sino también amigo del pastor de la iglesia de Ema. El joven quería bailar, pero al no saber que ética manejaba Connor, decidió hacer lo mismo que hacen en las fiestas de su congregación, bailar con alguien del mismo sexo. En la congregación de Ema, los que son solteros deben bailar con alguien del mismo sexo porque dicen que de esa manera no se tientan de hacer cosas pecaminosas, los casados si podían bailar con sus respectivas parejas.

   Empezó a escucharse el tema Quiero más de David Tabare. Axel con mucha alegría sacó a su esposa a bailar. Nacho a la hermosa mujer que llevó, los cuatro ex hombres lobo a algunas de las camareras. Silvina a su marido Luciano. Catherine con mucha alegría saca Anahís a bailar. Esmeralda medio borracha fue a la pista con Veronika, los amos y los sumisos decidieron quedarse en las mesas conversando.

   Pero una ama se arrepintió y bailó con Megan. Sólo quedaban dos hombres: Gabriel y Emanuel. Ema se saca su saco, revelando que llevaba una camisa blanca ajustada manga corta y se quita su corbata, se sienta en su mesa e intenta hablar muy feliz con Gabriel.

   — ¡Hermano, bailemos!

   —No tengo ganas, andá vos a bailar.

   —Pero en las otras fiestas sacás a todos los hermanos a bailar, nunca me sacaste a mí, ¡Hoy es tu gran oportunidad! —Dijo Emanuel muy emocionado a su hermano.

   —En esas fiestas todos éramos cristianos. Acá son todos mundanos, no me insistás más, mejor me voy al baño.

   Gabriel se levanta de su lugar. La fiesta se llevaba a cabo en el jardín de una elegante casa grande de campo con una arquitectura similar a un castillo. Dicho lugar funcionaba como salón de fiestas. Pero el jardín también podía usarse para eso. Emanuel esperó un momento pero también entra en la casa. Al llegar al recibidor, ve a Gabriel subir unas escaleras, estaba yendo para el piso de arriba del lugar.

   Luego de unos segundos, Emanuel sube las escaleras y entra por un pasillo, vio unas puertas pero entra en la que decía: HOMBRES. Dicho cartel tenía la imagen de una silueta masculina. Al entrar encuentra a Gabriel lavándose las manos. Gabriel levanta la cabeza y ve a Emanuel por el espejo. Ema se le acerca un poco.

   —Si no estás cómodo en una fiesta de "mundanos" ¿Por qué viniste? No te obligué a venir y aclaré que no es una celebración evangélica. Victoria y Cristian están yendo poco a poco en su relación con Dios. —Al escucharlo, Gabriel se seca las manos con una toalla, se da vuelta y mira a Emanuel.

   —Porque una invitación no se rechaza. Me invitaste con tantas ganas que me fue imposible decirte que no. Además el pastor Connor es amigo de nuestra congregación, vine para verte feliz y hacerle preguntas al pastor sobre la Biblia.

   —Ya me hiciste feliz el día que nos volvimos hermanos. Si no querías venir lo hubiera entendido. Mis amigos están acá, no iba a estar solo... ¿Por qué sos tan serio conmigo? Ambos somos hijos de Dios y él quiere que estemos unidos. Los hermanos sean unidos.

   —Eso último es del Martín Fierro pero es cierto, la Biblia dice que tenemos que estar juntos y en armonía como buenos hermanos.

   —Antes vos y yo éramos muy unidos, las cosas se complicaron cuando...