Lía Evans y Lily Evans unidas desde pequeñas, a pesar de ser gemelas tanto su aspecto físico como su personalidad son distintos, ambas se cuidan procurando que ninguna salga lastimada o tenga problemas, Lily la pequeña pelirroja enamoradiza mientras...
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Lily miraba el techo de la habitación dándole vueltas una y otra vez al mismo tema, su hermana. La pelirroja no podía creer que su hermana rechazara tan fácilmente a James Potter, era cierto que en algún momento Lily estuvo enamorada de él, de hecho, lo había estado desde el primer año, pero tras ser rechazada en más de una ocasión dejo de intentarlo. Solo no le cabía en la cabeza que Lía fuera tan... ella.
—¡Lily! —el grito de Lía le hizo parpadear repetidas veces antes de mirar hacia la de cabello largo.
—¿Qué ocurre?
—Te he estado hablando desde hace diez minutos y tú simplemente te has quedado viendo a la nada. ¿Estás bien? —la expresión de molestia que había en el rostro de Lía cambio por una llena de preocupación creyendo que quizá su gemela se encontraba mal.
—Estoy bien, he estado algo distraída es todo —Lily no mentía últimamente su mente estaba en otro lado, específicamente en los sentimientos que comenzaba a tener por cierto chico de Slytherin, cosa que notó desde el inicio de clases cuando Lía se acercaba más de lo que le gustaría a Severus.
—¿Su nombre empieza con "S" y termina en "everus"?
—¡No, claro que no! —Lily se había sentado de golpe sintiendo sus mejillas arder cosa que hizo más evidente que Lía tenía razón.
—No tienes que ocultarlo de mí, Li. Severus es mi mejor amigo, pero tú eres mi gemela. Te conozco más que tú misma.
—Lo sé —se dejó caer de nuevo a la cama a un lado de Lía—. Es solo que me cuesta decirlo, ni siquiera estoy segura de lo que estoy sintiendo es como si tuviera una estampida de Erupment's en el estómago cada que cruzamos miradas. ¿Y si en realidad estoy enferma?
—Oh mi pequeña hermana. A veces me dan ganas de golpearte y de abrazarte a la vez —Lía mantuvo su peso en su brazo izquierdo para ver mejor a Lily—. Puedes ser lista para la escuela, pero eres un desastre para los sentimientos.
—Eso no me ayuda de mucho, Lía.
—Lo que intento decir es que quizá ya tenías sentimientos por Severus, pero no lo habías notado antes. ¿Alguna vez te has sentido enojada por ver a Severus con otra chica?
Por la mente de Lily se materializaron varias imágenes en las que aparecía Severus y muy a su pesar también Lía, cada que los veía juntos por los pasillos riendo o abrazando al otro le provocaba un mal sabor de boca y le daban ganas de golpear fuertemente el suelo con uno de sus pies, tal y como hacía de pequeña cuando algo no le parecía.
—Sí.
—¿Con quién? —Lily dudó en contestar, no quería que su gemela se sintiera mal por sus tontos celos—. Entonces...
