El sonido del mar es mi alarma.

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Orlando aun estaba durmiendo en su recamara.
Ya había salido el sol y se escuchaban a las personas caminando por la capital. Se escuchaban a los niños y sus carcajadas al jugar unos con otros frente a la "fontain". Las Mocamas se escuchaban trabajando por los distintos pisos de la posada que milagrosamente estaba totalmente ocupada.
Se podía oler y hasta saborear desde lo mas alto de la posada el desayuno desde la cocina. Orlando se despertó por el sonido de los Fuzzylix una criatura que semejaba un ave muy pequeña como un kiwi miniatura eran de colores llamativos y sus melodías dependían de su entorno ya que imitaban lo que observaban. Orlando les cautivo esta criaturas distintivas de "Las Joyas del Rose-More sea". Ya que en su travesía por esos rumbos eran de mucha ayuda para localizar tierra y más si son entrenados para recorrer distancias. Los mitos decían que si atrapaban uno de cada color que se encontraban en las distintas islas y formabas un arco-iris al cantar una canción junto a ellos en la isla central la reina de su especie podía otorgarle la llave o péndulo para navegar a otros mundos.
Pero muchos lo han intentado pero no han tenido mucho éxito.
Orlando no era del tipo de persona de darse por vencido sin ni siquiera haberlo intentado.
Decido a comprobar que el ultimo Fuzzylix que aun no había capturado se encontraba en Corona Azul El centro de las Joyas Del Caribe.
Orlando se fue a dar una ducha.
En ese preciso momento mientras Orlando se duchaba la mocama había entrado a su recamara.
Orlando terminando de darse una ducha, notó que la toalla le faltaba y se acordó que la había dejado en El escritorio.
Salio Del baño sin pensarlo;
La Mocama en turno María Lidía se quedo atónita al observar tal cuerpazo de piel bronceada y musculoso. Un hombre caído del cielo pensaba ella; no podía dejar de observarlo y menos con esos ojazos azules como El cielo.
Orlando se tapó rápidamente.
María Lidía se dio la vuelta y le dijo a El joven: Disculpe joven, pensaba que no se encontraba nadie en la recamara en estos momentos , mil disculpas Le decía con su piel sonrojada por tal acontecimiento. Orlando con una sonrisa picaresca le contesto a la mocama: Llegar a Corona-Azul ha sido toda una aventura (en ese momento soltó una carcajada) jeje
Bueno me disculpa necesito cambiarme.
Le daré una buena propina por que este suceso se quede entre nosotros entendido.
María Lidía aun un poco ilusa le contesto: Lo que usted diga joven , de mi no sabrán nada seré una tumba lo prometo. Ahora me disculpo de nuevo y El desayuno se encuentra servido por favor lo esperaremos en El comedor.
Luego vuelvo para terminar de organizar.
Orlando le confirmo que estaba bien.
Nos vemos joven le dijo María Lidía con una sonrisa muy carismática.

Orlando aun no podía creer lo sucedido y se vistió enseguida.

Y comenzó a bajar las dos docenas de escaleras para llegar al comedor.

A Orillas De Tu CorazónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora