Una muerte injusta

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Tiempo hace que sucedió lo que hoy os voy a contar, no es que sea fácil de explicar y a primera vista resultará difícil de creer pero es cierto en verdad que mil mundos ha de haber. Todo comenzó una mañana de Noviembre , en un pequeño lugar , en una isla alejada de la mano de dios, la niebla cubría bien la zona , nada podía verse , podía oírse el sonido de agua cayendo pero no parecía seguro que estuviera lloviendo, abrí un ojo , luego el otro, podía captar el olor a pino en el ambiente, simplemente sonreí y cerré de nuevo los ojos , iba a ser un día genial pero mejor sería esperar a que el tiempo permitiese salir. Siento a mi lado la presencia de mi esposa , aún con los ojos cerrados la acaricié dulcemente, que felices eramos en nuestro hogar y pronto esa felicidad aumentaría; ella estaba embarazada.

Escuché sonidos retumbantes ¿Un trueno? No creía sinceramente que el tiempo estuviera tan mal, hacía además mucho calor , no era muy incómodo así que mejor no darle importancia.

Al rato el calor era insoportable y la propia niebla entraba , ya era demasiado extraño , toqué levemente a mi esposa y traté de que se levantara, la noté rodar y dándola por despierta salí a mirar ,necesitaba saber que ocurría, vi fuego, mucho fuego y antes de poder reaccionar un destello y el sonido atronador de antes. Todo se volvió negro...

Desperté,miré a los lados , ya no había fuego solo cenizas, entré a mi hogar, no quedaba nada ni nadie, saber don de estaba mi esposa era mi prioridad máxima, busqué por todos lados, deambulé en varias direcciones, nada... no encontré nada. Vi entonces unas marcas de ruedas, debían de ser de algún vehículo grande.No tenía otra pista que seguir así que seguí las marcas corriendo como nunca había corrido, no me daba cuenta entonces que pese a los kilómetros por primera vez en mi vida no sentía cansancio, no sentía hambre ni sed , solo sentía preocupación, impotencia y rabia...

Pronto di con el transporte , que se había parado a las afueras y en cuya parte trasera había dos bultos. Vi a dos criaturas que ya había visto antes desde la distancia , caminaban sobre dos patas y eran casi calvas , tenían otras dos patas aparentemente más débiles que no usaban y cubrían parte de sus cuerpos con algo extraño. Estaban hablando en un idioma que no entendía, parecían reírse señalando la carga que llevaban. Parecía que no me habían visto , me seguía acercando, seguían sin verme , era extraño; pronto subieron de nuevo a su transporte y salieron rumbo a lo desconocido, no estaba dispuesto a pararme ahí de ninguna manera debía seguirlos a toda costa , la energía del desespero por saber que había sido de mi única familia alimentaba mi cuerpo. Sin ninguna dificultad logré seguirlos hasta una cabaña muy lejos de mi hogar, allí entraron su carga oculta. Ahora tenía que averiguar el modo de entrar. La fortuna parecía de mi parte ¡Una ventana abierta! Podría entrar por ella fácilmente saltando sobre una caja que empuje hasta debajo de la ventana, entré dentro y fui a parar a una estancia donde solo una jaula y una mesa se podían ver, todo lo cubría la sangre... mi propia piel se extendía por la mesa, el cadáver de mi esposa...yacía en el fondo de la jaula... olía a gasolina y carbón, todo tenía sentido... mi hogar, el bosque y mi cueva, habían ardido, mi esposa, mis hijos no natos y yo mismo habíamos muerto. Esos seres nos habían matado o eso creeréis , yo en cambio sé que nos maté yo , nos maté en el momento en que decidí seguir durmiendo, nos maté por descuidado, nos maté... por no haber actuado como el auténtico último lobo del gran bosque...

He decidido no descansar en paz hasta conseguir venganza , los inocentes tendrán una muerte dulce , rápida e indolora, los culpables sufrirán mi dentellada en su último aliento... tranquila amor mio,tranquilos mis pequeños... papá volverá cuando pueda perdonarse así mismo su error....



Relatos de un viejo LoboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora