Seasons ➳ WeiJin

❀ spring.

30 de marzo del 2015

Fría pero suave.

Esas eran las palabras que describen esta estación del año. La primavera acababa de iniciar hace más de una semana. Todas las calles de Seúl estaban llenas de nuevos brotes, mientras que las flores silvestres se abren; como las Camelias Japonicas.

A principios de marzo la temperatura es bastante fría. Sin embargo, la diferencia de la temperatura entre el día y la noche es grande. Todavía hay muchos lugares donde se encuentra nieve y hielo persistente, especialmente en zonas de sombra. Y en abril, las montañas están tupidas de flores silvestres.

Lee Sungjoon, o Wei, como sus amigos lo llamaban, despertó de buen humor. Puesto que le agradaba la temperatura en la que se encontraba.

Gyujin también estaba despierto tomando una taza de café caliente, su abuela se había levantado más temprano que él. Y al igual que Wei, su felicidad no tardó en aparecer. La razón era porque en estas fechas las flores de su abuela comenzaban a brotar, junto con la de las calles por donde a él le gusta pasear.

Una vez listo, tomó lo necesario para el colegio y emprendió camino hacia éste. Solo caminaba, porque quería ir observando todo a su alrededor. Mientras que respiraba el viento helado y de vez en cuando saludando a la gente. No como Sungjoon...

Sungjoon salía de su casa y lo primero que hacía era darle los buenos días a la abuela de Gyujin. Después de dar vuelta a la calle, saludaba al panadero y luego al tránsito. Ya en la avenida, iba a saludar a la señora de la florería. Pero como no la vió afuera, entró a la tienda, ¡entró a la tienda!

Pero se justifica, ellos se conocen desde hace mucho tiempo. Podrían quedarse platicando horas y horas, sin embargo les hace falta tiempo. De hecho, hace una semana se quedo hablando por teléfono con un desconocido que se había equivocado de número y le llamó a Wei.

Llegar tarde.

Eso era de todos los días, incluyendo a Gyujin. Uno por quedarse embobado viendo todo, cada detalle del mismo camino de todos los días. Y el otro por saludar a media ciudad, lo que causaba tener que correr para que no les cerraran las puertas.
Cuando llegaban tarde al aula, los castigaban a ambos y terminaban platicando de cualquier tema. Y últimamente cuando eso pasa, mejor se saltan la primera hora para evitar regaños.

Se encontraban en la cafetería. Solo pocos alumnos se saltan la primer hora.

—Gyujin, hoy desperté de buen humor —dijo sonriéndole al menor.

—¿Cuándo no despiertas de buen humor? — preguntó.

—¡Pero es enserio! —exclamó Sungjoon.

—Como digas...

—Ah, por cierto, hoy fui con la señora de la florería.

—¿La de la avenida o la del parque?

—La de la avenida, y me dió estas flores —le entregó un ramo —. Son Camelias, se las entregas a Gayoon.

—Gracias, seguro le gustarán —las tomó y rápidamente aspiró el aroma que emanaban.

—Me dijo que fueron las primeras en brotar.

Solo asintió con la cabeza, Gayoon era como una madre para Gyujin. El cariño que le tenía a su abuela era enorme, nunca a querido a alguien como a ella. Gayoon era la abuela perfecta y cariñosa que todos aman.

Las clases terminaron, Gyujin y Sungjoon se fueron juntos a sus casas. Cuando Gyujin llegó a su casa lo primero que hizo fue buscar a su abuela. Ella se encontraba regando sus plantas con agua.

—¡Abuela! —la abrazó.

—¿Cómo te fué hoy?

—Bien —contestó Gyujin mientras se sentaba en una banca —. Mire, le traje estas flores. Sungjoon hyung se las regala. Dijo que eran las primeras en brotar.

—Gracias Gyujin, pero mejor consérvalas tú. Con una condición.

—¿Cuál? —dijo confundido. Su abuela era tan extraña aveces.

—Tienes que tomarles paciencia y cuidar que no se marchiten.

—Claro abuela —ambos sonrieron. Después de eso, los dos fueron a comer a la sala mientras miraban doramas.

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6 de abril del 2015

Ya ha pasado una semana.

Wei y Gyujin se fueron a un parque de diversiones en el centro de la ciudad. Era nuevo y fueron el día cuando se inauguró. Corrían de un juego a otro, comieron chatarra y finalmente se sentaron en una banca alejados de aquel ruido.
Sin mencionar que Gyujin estaba por vomitar de tantos juegos mecánicos.
Un silencio demasiado incómodo estaba en el ambiente, entre ellos dos, así sin más, de repente todo se calló.

Gyujin observó a su hyung para decir algo. Pero se detuvo al momento en el que realmente lo observó mejor, muy minucioso.
Cada detalle del rostro de Sungjoon, quien tenía la vista en el cielo oscuro, lo miró así como con las flores; sus pétalos; su centro; su tallo y lo único que le hacía falta eran las raíces.

Por alguna razón su hyung se veía muy guapo. Esos pantalones de mezclilla ajustados, junto con esa playera blanca que se amoldaba tan perfecto a su cuerpo.

Las manos del menor sudaban al igual que su frente. Tenía algo que decir. Y le daba pena hacerlo, pero después de pensarlo unos momentos..

—Sungjoon hyung... te quiero —el mayor rió un poco y luego acarició la cabeza de Gyujin, éste se sonrojó hasta las orejas.

—También te quiero, eres como mi hermano menor.

Ouch. Hasta a mí me dolió.

—Y tu mi hermano mayor.

Wei sacó de su pequeña mochila una cámara fotográfica. Alzó su mano junto con la cámara y la apuntó hacia ellos dos, sacando el flash y tomando desprevenido a Gyujin. Ambos rieron.

—Gyujin, di Wisky.

—¡Wisky~! —otro flash.

Desde aquella noche el menor no quitaba la imagen de Sungjoon de su propia imaginación.

Algo le está ocurriendo y no quiere admitirlo. Parece que nuestro Shin Chan está confundiendo el amor de "hermanos". Cabe mencionar que se enfureció un poco por aquella manera en la que le llamó, pero al fin y al cabo era como Sungjoon lo veía a él.

De algo si se dió cuenta, los sentimientos de "hermano" que le tenía a su hyung se están volviendo cada vez más fuertes y hasta visibles.

Y esos sentimientos comenzaron a brotar al igual que las flores de Seúl.◀

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No se espanten por la actualización¿? Estoy editando todos los horrores ortográficos ♡