Applewhite, Marshall - Lᴀ Lʟᴀᴠᴇ ᴅᴇʟ ɪɴғɪᴇʀɴᴏ

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Tras un divorcio conflictivo y una posterior crisis emocional que lo llevaron a oír varias voces en su cabeza, conoció en un centro psiquiátrico a Bonnie Lu Nettles, una enfermera prácticamente de astrología de la que se enamoró y con la que conoció el apasionante mundo de los ovnis. Comenzaron, juntos, a estudiar el tema y a formar parte de diferentes grupos en los que se discutían diversas teorías al respecto. Aquellos grupitos amistosos muy pronto derivaron en sectas y, a mediados de los setenta, Marshall y Lu Nettles se consideraban (¡Ambos!) reencarnaciones de Jesús. Su misión en la Tierra: conducir a los fieles a un plano superior de existencia, embarcándolos en una nave espacial que vendría del Más Allá.
Fundaron la secta Heaven's Gate y solicitaban a los ingresantes, como único requisito, abandonar a sus familias, sus bienes terrenales y adoptar el celibato absoluto hasta que se realizara el tan esperado viaje astral.
Bonnie murió de cáncer en 1985, pero Marshall quedó como único líder y continuó con la misión.
Muchos infiltrados y testigos de la vida dentro de la comunidad coincidieron en que las que allí convivían eran personas educadas, sanas, agradables y cultas. Muchos de ellos eran especialistas en informática y se dice que la secta se financiaba diseñando páginas web, pagaban 10 mil dólares mensuales  por el alquiler de una mansión en California (que costaba de 1,2 hectáreas en las que había una vivienda de 850 m2 con 7 dormitorios, 7 cuartos de baño, piscina y cancha de tenis).
En 1997, Marshall recibió un mensaje cósmico en el que en la cola del cometa Hale-Boop vendría acoplada una nave espacial especialmente enviada para ellos.
La única manera de acceder a esta era abandonando sus cuerpos materiales.
En la víspera, se vistieron todos de una manera idéntica. Pusieron en sus bolsillos los pasaportes norteamericanos al día y 5 dólares para tasas. Se dividieron en grupos de nueve integrantes para suicidarse en forma consecutiva. Los que iban quedando vivos por un rato más, ordenaban los cadáveres y el lugar, y luego se unían a sus compañeros en la nave.
En total, fueron 39 personas (incluido, claro, Marshall Applewhite): 21 mujeres y 18 hombres, algunos de ellos castrados. Todos estaban acostados en sus camas y ninguno fue forzado a suicidarse. Los investigadores coincidieron en que realizaron todo con absoluta calma y orden.
En la actualidad, hay entre 1500 y 1800 sectas sólo en Estados Unidos.



Mentes criminales (Luciano Saracino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora