Ardisson, Victor Antoine - Eʟ ᴄᴏʟᴇᴄᴄɪᴏɴɪsᴛᴀ ᴅᴇ ɴᴏᴠɪᴀs

60 3 0
                                    

De acuerdo con las declaraciones de su padrastro, lo que produjo su desviación fue un golpe en la cabeza asestado por su propia madre cuando era niño.
Aparentaba ser un muchacho normal, con la salvedad de su costumbre metódica de masturbarse y beber su semen. También lamía orines de mujeres. Quiso casarse con varias jóvenes de su pueblo (Le Muy; departamento de Var, en Francia), pero todas se burlaron de él.
Trabajó como fellator y, de esa manera, supo tener relaciones sexuales con hombres y mujeres, entre los que cabe destacar a una joven de pechos descomunales y a su violenta madre.
En 1893 entró en el servicio militar pero, perseguido por las burlas de sus compañeros, desertó. A los 20 años, trabajando como sepulturero, enterró a una joven de pechos enormes que le recordó a su antiguo amor y a la que luego desenterró para succionarle repetidas veces las partes corporales citadas. Este era el décimo cadáver profanado por Victor Antoine, más no el último.
Entre sus muertos amores se contabilizaron desde una niña de 3 años hasta una anciana de 70.
Por lo general, tenía sexo sólo una vez con cada cadáver, a excepción, por única vez, de otra joven que cumplía con el requisito de los grandes pechos, a la que tuvo como amante por un tiempo. Era practicante obsesivo del cunnilingus, tanto con los cadáveres como con las mendigas que su padrastro llevaba todos los días a la casa, y creía que esa práctica les podía devolver la vida a sus amantes. A pesar de lo que pueda pensarse, su trato con los cuerpos profanados era romántico y decoroso: los llamaba "sus noviecitas".
El peso de los cuerpos impedía que los pudiera transportar completos a su casa, pero una vez llevó la cabeza de una mujer para que le hiciera compañía, a la que besaba todo el tiempo y le decía palabras bellas. No obstante, su padrastro lo denunció por el mal olor del cráneo y, como consecuencia de ello, fue apresado.



Mentes criminales (Luciano Saracino)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora