Cuando llegaba...

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En su habitación, acostada en la cama, percibía como los insectos eran consumidos por la luz de la lampara de su estante; estos se revolvían en un circulo vicioso que solo ellos entendían.

Así se sentía, como un insecto que creía que estaba rodeado de luz, que esa luz era buena por que era hermosa y brillante y que a la vez la aceptaba para formar parte de su luminosidad, pero no... La luz fue mala y solo la atrajo para destruirla.

Esa luz se encuentra en todas partes y la confunden, pero ya no mas, ya llego el momento de unirse al lado oscuro, en  el que no vera nada sino sombras que la cubrirán hasta destruirla de igual manera. Su mente es un nido de pensamientos que la dejan aturdida solo basta con meditar un poco dentro de su ser; no en su mente, para desparecer en un instante.

Y así lo hice...

  Ni siquiera sentía los latidos de mi corazón, eso me asusta... 

-No tienes nada que temer- oyó una voz dulce que le decía.

Sintió una alegría inmensa que la rodeaba, pensaba que era su madre la que hablaba, pero su semblante cambio cuando vio que visualizaba el rostro de un chico.

-No me conoces?, me sorprende que no te acuerdes de mi-

-Eres un producto de mi imaginación-

-Mas bien, soy quien narro tu vida-

-No entiendo-

-Veras, yo cree tu historia y te di vida, ya que la mía es lo suficientemente aburrida como para contarla; todas tus desgracias y victorias las he provocado yo, pero ya es momento de que culminen, por que no se me ocurren mas ideas...-

-Yo no soy parte de ti, es imposible que narres mi vida por que no soy un libro y un ser humano no puede crear vida escribiendo-

-Eres lista, pero quien te dijo que soy humano-

-Si eres mi creador, entonces pruebalo...-

-Despierta, Dana que haces ahí tirada, sabes existe un timbre- Dijo Vale sorprendida al ver a Dana tirada en el frió suelo de la entrada, al parecer durmiendo.

-Mierda, era cierto...- Dana estaba anonadada, osea que su vida pertenecía enserio a la de ese sujeto.

-Entra creo que estas algo desorientada- 

Se sentaron juntas en el sofá, mientras Vale la miraba notablemente preocupada, esperando a que su compañera abriera la boca para dar una explicación, pero Dana no quería que la llevaran a un psiquiatra si le contaba el por que de la aparición repentina en su casa.

-Me violaron...-

Vale soltó una carcajada al oír aquella expresión, pero luego se esfumo al ver que de esos tiernos ojos salían lagrimas, no dudo en arroparla en sus brazos y a la vez asintiendo para que continuara.

-Ashton, el chico que te conté la vez pasada, me secuestro de mi casa y me llevo a su auto, me golpeo y luego me violo inconsciente para luego dejarme en mi casa tirada...-Vale no pudo con tanta información, tuvo que alejarse de ella un momento para terminar de descifrar la melancolía en su rostro.

Tinta rojaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora