Una mañana...

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A la mañana siguiente como acostumbraba, Dana se iba al Hospital Mckesington, donde trabajaba como enfermera mal pagada, ya que la mitad de su sueldo se lo ganaban los doctores y cirujanos de la empresa, eso no era lo peor, en su trabajo también tenia que lidiar con la persona que desde ayer no quería volver a ver en su vida.

-Hola amor-  oyó decir una voz tan familiar, que hizo que se volviera hacia esa persona, se atragantara haciendo que el calor de su café permaneciera unos segundos en su faringe.

-Oye Dan...-

-No quiero hablar contigo Ashton-

-Lo... lo siento amor, no te quiero perder, tu me importas, mas de lo puedo demostrar ahora mismo...- dijo rápidamente agarrándole la mano.

-No me llames ''amor'', no me llames por mi nombre, no te conozco ni tu a mi, ya basta!-  respondió sobresaltada haciendo que todo el personal se volviera a ella, y en un movimiento brusco soltó la mano de Ashton ya que las cámaras de seguridad también se volvieron grabándola.

Salio corriendo por la vergüenza, fue a su puesto de trabajo, cogió sus cosas y se fue corriendo despavorida del hospital.

Cuando salio del establecimiento se choco conmigo pero estaba tan sumida en sus pensamiento que ni siquiera se fijo en mi presencia y mucho menos se disculpo."Era tan diferente, pensé... con sus ojos rasgados que daban a entender su obvia natividad del oriente, y esos cabellos negros azabaches que danzaban felices por el aire ajenos a la tristeza de su dueña..."

"Por que me pasa todo a mi?" , pensó mientras cruzaba la calle y se sentaba en la parada del autobús, para luego ir a su envejecida morada. Se detuvo a observar un grupo de personas que vestían como si fueran a campar en el bosque, y que su idioma no era la misma lengua natal de Dana, por tales razones dedujo que eran turistas.

Después de veinte minutos de espera, llego el bus; entro y se dirigió a el asiento derecho de atrás donde acostumbraba a sentarse sola; se poso en la ventana a pensar en lo ocurrido."Como pudo hacer esto?... teníamos dos años de noviazgo y de un día para otro me deja y ya!, no me sorprende, todos son iguales... Cuando relación es seria, se cansan de verte la cara y se buscan otra para hacer lo mismo".

Se encontraba en una guerra interna, pero no siguió pensando en ello y se dedico a mirar el paisaje repleto de arboles y dióxido de carbono.

En la parada 7, el bus paraba para recoger a una gran cantidad de personas que siempre esperaban su llegada, pero en vez de eso solo entro una amable chica, e inmediatamente se dirigió al asiento de atrás junto a ella. Dana se dedico a mirarla de arriba a abajo; noto que su playera se veía algo vieja, llevaba jeans rasgados y zapatos deportivos blancos.

La chica hizo un movimiento para posarse en la ventana igual que Dana, se le veía pensativa, tal vez le pasaba la misma situación que ella.

Ya había pasado mas de media de hora y todavía el bus no había llegado a la parada correspondiente de Dana, no quería pensar en lo sucedido hace poco tiempo y para olvidarse de ello decidió plantar una conversación con la mujer que estaba a su izquierda.

-Buenas, mi nombre es Takahiro Dana- dijo con un hilo de voz.

Al ver que la mujer ni siquiera tuvo la molestia de saludarla, Dana tampoco le mostró importancia a aquella mujer, era una desconocida mal vestida, Por que debía de hablarle a aquella señorita de tan baja sociedad, no era importante?, ni yo tampoco!, pensó.

-Hola, mucho gusto, me llamo Valery Hudson- dijo la mujer después de un largo rato. Dana ya no tenia deseo de hablarle.


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