Winky's Animal's

Capitulo 38 (Parte 1)

—¡Pero le tengo miedo a la oscuridad!— siseo Andy—. ¿Y si hay arañas? ¡Camille despierta a las chicas!

Camille suspiro.— Tal vez si hayan arañas, he visto como una pasaba cerca de tu pie— exclamo la castaña y Andy chillo—. ¿En serio, Andy?

—Si, es muy en serio.

—Bien— clamo la castaña—. Tal vez cuando nos maten puedas ver las arañas, pero con esta oscuridad no lo creo.

—¿Las arañas nos matarán a todas?, mierda, yo lo sabía.

—Si a arañas te refieres a las personas que nos matarán, pues si, un enjambre de arañas vendrán y nos mataran a las cuatro.

Andy apretó sus labios y se acomodo en la pared suspirando, la incómoda posición que se encontraba hacia que su espalda y extremidades dolieran, sin restarle el insoportable dolor de cabeza.

No fue mucho el transcurso del tiempo para que la puerta se abriera bruscamente logrando que las dos chicas se sobresaltaran. La luz fue encendida por Juliette quien sonrió a las únicas dos chicas despiertas y luego logrando que ellas fruncieran el ceño chasqueo los dedos,  segundos mas tarde Steb y Jeff entraron a la habitación con dos baldes en sus manos, ambos se acercaron hacía las dos chicas restantes y vaciaron el liquido en Nicole y Barbie, logrando que estas últimas chillaran en reproche.

—No era necesario hacer eso— clamo Andy.

—Lo que si es necesario es que te calles— bramo Steb.

Andy rodó los ojos.— Esto es otro claro ejemplo que tendré que guardar en mi mente, tenemos que poner a Camille restringida del mundo, no importa si conoce a alguien de la secundaria, contacta a alguien de otro país o de otro continente, siempre sale mal.

—¡Mentira!— clamo la castaña—. Bueno...si... es cierto, ¡pero no!, bueno si... es mi culpa.

—No, es mi culpa— bramo Nicole tiritando a causa del agua helada.

—¡No!— grito Barbie—. Yo tendría que haber traído a alguien con nosotras o avisarle a mis padres, es mi culpa.

—Bueno— bramo Andy—. Si tanto insisten, tienen razón, fue culpa de las tres.

Las demás chicas observaron a la morocha quien les sonrió.

—¡SILENCIO!— grito Jeff.

—¿Lo único que sabes decir es silencio?

—Será lo único que escuches antes de que te mate, rubia— bramo.

Barbie mordió su lengua y corrió la vista del castaño enfocándose ahora en Juliette quien no dejaba de mirarla en una esquina.

—Bien— murmuro Juliette observando la hora en su móvil y bostezo—. Veamos que hacemos con ustedes.

Todo se quedo en silencio, a medida que se escuchaban unos pasos de fuera del pasillo, y segundos después ella entro.