Después de bajar todo lo necesario y que la casa quedara hecha un desastre, decidí llamar a Sarah.
━ ¡Sam! Me tenías con mucho pendiente, ¿ya estas ahí? ¿qué tal tú nueva casa?.- dijo algo seria pero un poco más tranquila por mi llamada.
━ Hola Sarah, ya estoy aquí, es un bonito lugar, no tanto como mi otro hogar, pero tiene un muy buen aspecto, trataré de adaptarme lo más pronto posible, aunque debo admitir que me harás mucha falta.
━ Sam, no quiero que tú te preocupes por mí, estaré muy bien, nunca dejaremos de ser amigas ¿me entendiste? Nunca, tenemos una promesa y debemos cumplirla, la distancia no nos debe de importar, eso no implica el dejarnos de hablar o que yo te deje de querer. Tus padres quieren lo mejor para ustedes y si lo hacen es por algo, no es por el simple hecho de hacerles la vida imposible, yo quiero que tú seas feliz, y si piensas que tendré una persona que te reemplace, eso jamás pasará.
Ella sabía como hacerme sentir mejor, sólo ella sabía. No sabía que responder a eso, era algo muy bueno de su parte porque realmente me hizo sentir mucho mejor, sentía una tranquilidad inexplicable, la quería muchísimo, pero no todo en la vida es cómo queremos, y debemos aprender a vivir así, la vida puede llegar a ser muy injusta, pero por algo las cosas pasan.
Agradecí mucho sus palabras de aliento, era lo que yo quería escuchar, después de un rato platicando, decidí poner todo en mi nueva habitación, era una habitación grande, era muy bonita, de hecho me parecía mejor que la de mi antiguo hogar. Mau y mis padres ya habían escogido su recámara y para mi mala suerte de nuevo la habitación de Mau estaba junto a la mía, tenía una leve esperanza de que aquí todo cambiara y su recámara quedara en otra ciudad, pero no, de nuevo la grandeza de la vida la puso junto a la mía.
Esto de la mudanza me dejó muy cansada, ya todo estaba en su lugar, sólo faltaban acomodar unas cosas de la sala y la cocina, pero eso lo haríamos después, ahora sólo quedaba descansar. Me duché y me puse mi pijama, luego acomodé mi cama y me quedé profundamente dormida, esperaba que mañana fuera un día bueno, tenía pensado salir a ver un poco más nuestro vecindario e irme familiarizando.
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LIMERENCIA.
Teen FictionNo sé cómo empezar, me llamo Samanta, tengo 17 años de edad, estoy a punto de irme a la universidad, cosa que no me agrada del todo. Sé que yendo a la universidad habrá comentarios de "Felicidades, llenas de orgullo a tu familia, sigue así" En serio...