En el siglo XV había una repostera que fue acusada de brujería por un pastelero, celoso de que sus galletas de jengibre fueran las mejores. Si bien esta mujer intentó huir, la atraparon y encerraron en el horno de su casa para quemarla viva. Los niños fueron añadidos a la historia para asustar a los pequeños, asegurándose así de que estos no se alejarán de casa, ya que en esa época hubo una serie de raptos.
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historias reales
HorrorDesde pequeños hemos escuchado o visto diversos cuentos y películas basadas en historias de hadas, aunque bastante suavizados con respecto a la versión real de sus autores. Estos cuentos no son solo fantasía, sino que varios de ellos realmente ocur...