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- le gusto a Jun, Soon.
- ¿y qué harás? - cuestionó el de cabellos naranjas, casi en un susurro.
- supongo que intentaré.
- ¿intentar?
- tener algo con él. - MingHao se acomodó en su cama, acercándose.
- oh... ¿suerte? - el menor soltó una risita, de todas formas con un poco de tristeza, y giró su cuerpo de la cama nuevamente, para poder mirar a su mejor amigo, quien también giró su vista.

Tanto Xú, como Kwon se miraban fijamente a los ojos, con miles de palabras queriendo salir de sus bocas, sin embargo no podían, aquel efímero momento, bastó para que ambos supieran que las cosas no marchaban bien.

- m-mañana le diré que lo intentemos. - la suave voz del menor, con aquella afirmación, no ayudaba mucho a Soon.
- oh, está bien, bro. - río y giró su vista a la pantalla para empezar a jugar.
- no quiero jugar. - se quejó el castaño y se acomodó en su cama.

Ahí fue cuando el silencio volvió a dominar en aquella habitación, mientras las teclas siendo presionadas y las respiraciones de ambos era lo único que se escuchaba junto con el juego. Soon no sabe cuánto tiempo estuvo jugando, que anocheció y supo que debía ir a casa.

- me voy a casa. - habló el mayor esperando un "adiós" por parte del dueño de casa, que nunca llegó, por lo que su vista se posó en el menor, quien dormía profundamente, con esa carita de bebé qué tanto conoce Soonyoung. El mayor soltó una risita, recordando al pequeño Minghao con ocho años durmiendo y roncando.

"maldito bastardo, eres tan bonito", pensó Soonyoung mientras tomaba asiento en la cama del menor, y miraba fijamente a su rostro.

"sus ojos son grandes, sus pestañas también" y el rostro de Soon se volvió serio, bajó su vista a la nariz pequeña del castaño, y siguió bajando hasta sus labios. "rosaditos", pensó mientras con su dedo pulgar tocaba el labio inferior de Minghao.

Lentamente el mayor acercaba su rostro al de su mejor amigo, sin darse cuenta, estaba a menos de tres centímetros de distancias sus labios, y sin pensarlo los juntó, formando un pequeño y delicado besito, con un poco de tristeza.

Se alejó, y sus ojos fueron lo más abiertos posibles. "¿q-qué mierda he hecho?" se cuestionaba con un ardor en sus mejillas, tomando su mochila rápidamente y saliendo de la casa del menor.

A pasos rápidos caminaba en dirección a su hogar, mientras una ola de pensamientos pasaba por la cabeza de Soonyoung. Primero, no sabía por qué sintió la necesidad de besar a Minghao, ni por qué le molestaba que empezara algo con Junhui, pero no, no le gustaba aquello, lo tenía más que claro, sin embargo, ¿era buena idea que él estuviera con Minghao después de todo lo ocurrido?

El camino a casa para Soon fue extremadamente amargo, no son las mejores circunstancias para darse cuenta que Minghao tiene su pequeño corazoncito.

- oh, hijo, bienvenido. - una mujer de ojitos pequeños salió de la cocina en cuanto el colorín abrió la puerta de su casa.
- ¿mamá? - sorprendido preguntó al ver a su madre.
- sí, zanahoria. - su madre río y abrazó a Soon. - te tiñes sin mi permiso.
- ¿q-qué haces en casa? - todavía estaba sorprendido por la inesperada llegada de su madre a casa, ya que siempre pasaba en viajes.
- pedí unos días de descanso... digamos que mi hijo es muy tontito, y lo extrañaba. - se separaron del abrazo. - ¿qué haces llegando a estas horas?
- Fui sólo a la casa de un compañero a hacer un trabajo.
- ¿Compañero?
- MingHao.
- ¿tú y MingHao compañeros? ¿qué? no me digas que discutieron.
- no.
- entonces. - tomó asiento en el sillón y palmeó el sillón al lado suyo indicando que su hijo se sentara. - ¿cómo está The8?
- supongo que bien.
- ¿y así crees que me creeré que no pasó nada entre ustedes?
- mamá...
- Soon.
- no, mamá, no pasó nada.
- ¿entonces porque estás tan decaído?
- tengo hambre.
- oh, iré a comprar algo de comida, sabes que soy un asco cocinando.
- está bien. - el colorín vio como su madre se levantaba en busca de las llaves.
- no creas que soy estúpida, Soon, el hecho de que tu habitación esté ordenada me queda más que claro que alguna discusión hubo con Ming.
- mamá...
- arreglen sus problemas, no me gusta ver a mi hijo triste. - su madre sonrió. - además bonita pareja hacen. - habló bajito, pero lo suficientemente fuerte para que las orejitas de soon fueran completamente rojitas.

Al día siguiente, Minghao y Soonyoung no habían hablado tanto, un saludo, y par de palabras compartidas en el día, y bueno, Soon ya no pudo más al final del día.

- bro, iré a dejar a casa a Boo. - el americano interrumpió los pensamientos del mayor.
- está bien.
- ¿volvió a pasar algo con Minghao? - Soonyoung asintió con su cabeza y se recostó en la mesa.
- saludos a Seungkwan.
- en tu nombre.
- Vernon.
- ¿qué pasa ahora? - cuestionó.
- ¿te gusta Seungkwan? - Vernon abrió sus ojos y río.
- ¿qué crees? - sonrió. - me encanta ese nalgón.

Vernon se giró despidiéndose con la mano derecha, dejando solo a un Soonyoung, que tenía mas que claro que si no le gustaba ver a Minghao siendo algo más con Junhui, algo debía hacer.

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Es sólo por ti. //h8shi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora