"Miedo a Enamorarme" (Jelsa─Adaptación)

Capitulo 17 Maratón 3/4

Capitulo 17 Maratón 3/4

El molesto sonido del teléfono perforó en su cerebro, y dando un salto se incorporó en la cama.

-¿Dígame? –su voz ronca por el sueño le resulto extraña.

-Elsa, soy Merida

Rápidamente, sintió el sueño y la pesadez apoderarse de su cuerpo, soltando un suspiro se dejó caer un poco hacía atrás, y se apoyó en las almohadas de la cama.

-Hola Merida... -dijo muy débilmente.

-¿Te he despertado? ¡Oh, lo siento, cariño, no sabía que dormías! –exclamó la pelirroja a través del a línea.

-No grites –pidió Elsa.

-Bueno, perdón, ¿tienes resaca? ¿saliste de fiesta ayer? Es la una y media, no pensaba que estuvieses durmiendo a esta hora.

-¿La una y media? –preguntó asombrada, y abrió los ojos rápidamente.

-Si, pero bueno, da igual, sigue durmiendo tú que puedes, sólo te llamaba para saber como iba todo.

-Mmm... como siempre.

-¿Y mi hermano?

Elsa reaccionó. Y buscó a su alrededor a Jack, se descubrió sola en la cama, y una especie de decepción de apoderó de su cuerpo. Pero no debía de sentir nada por el estilo.

-No sé.

-¿Qué? ¡Ya voy! –gritó la pelirroja, hablando con otra persona- Tengo que colgar, Elsa , después llamo.

-No hace falta, no soy una cría.

-Lo sé, pero bueno. ¡Voy, voy! Me tengo que ir. Hasta luego.

-Merida...

-¡Ah, una cosa! Te llamaba para decirte que me voy a retrasar una semana más.

-¿Qué? –pi, pi, pi... El sonido de la línea cortada sonaba en su oído. Elsa se quitó el auricular de la oreja y miró el teléfono como si fuera algo extraño. Después colgó.

¡Maldita seas!, pensó. ¿Cómo que se iba a retrasar una semana más? ¿Cómo se atrevía a dejarla una semana sola con aquel hombre que le había echo el amor toda la noche?

Ese hombre que la había dejado tan cansada que le había dado la una y media de la tarde durmiendo.

Dios santo. ¿Y donde estaba ese hombre?

-Al fin se levantó la dormilona –la voz risueña y sensual de Jack la hizo incorporarse en la cama. La sabana cayó destapándola- Bueno... si me recibes así, me olvido del almuerzo, y vuelvo a la cama contigo.

Elsa miró hacía abajo, y vio sus pechos con sus pezones erguidos para él desnudos. Enseguida se tapó.

-Mmm...

-¿No vas a decir nada más... uhm... con más sentido?

-Buenas tardes...

-¡Y tan buenas! –dijo acerándose a ella con una sonrisa picarona en la boca- ¿Qué tal has dormido, Rubia?

Sin poderlo evitar una tonta sonrisa apareció en su rostro, mientras él lo acariciaba.

-Bien... -contestó con la sonrisa, aún dibujada.

-Así me gusta, que sonrías...

Él se inclinó sobre ella, y acarició los labios de Elsa con los suyos. Ella suspiró.

-Jack...

-¿Mmm...? –un murmullo bajo, sensual, que la hizo estremecerse.

-Ha llamado Merida

-Mmm... lo sé.

-¿Lo sabes? –preguntó sorprendida.

-Ahá... fui a coger el teléfono antes que tú para que no te despertases, pero cuando descolgué estaba mi hermana diciendo que era ella.

-¡¿Me has espiado?!

-¡No! –contestó él, riendo por la voz con sorpresa de ella- ¿ hablaste de mi? –preguntó con curiosidad y divertido.

-Pues no...

-¿Segura?

Continuara...

Sigan Leyendo, Una parte mas para que acabe

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