Capítulo 35

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—Amy lamentó informarte pero debemos llevarnos a tu novio —le informa Beca.

—¿Porque? —ella se pone en pie, parece molesta. ¿Y quien no lo estaría? Han  interrumpido su cita.

—No importa. Otro día saldremos, preciosa. —El señor Mitchell utiliza el agarre en su brazo para intentar hacer que se mueva.

—¡Esperen! —exclama Amy colocándose en frente de todos y obstaculizando la pasada.

—¡¿Qué?! —preguntan todos al unísono.

—Antes de que nos vayamos. ¿Podemos pedir algo de comer? Es que aún no pedíamos nada y de verdad tengo hambre —ella coloca una mano sobre su estómago.

—Comerás algo en casa ahora vámonos. —Amy parece disgustada pero no reniega. Todos salen con prisa del restaurante y suben al auto.

El señor Mitchell como es de esperar sube al lado del conductor y Beca del lado del acompañante. En la parte de atrás están Aubrey y Bumper a los extremos y Amy está en el medio de ambos.

El auto comienza a andar y un profundo silencio se sitúa por casi un minuto, hasta que el caos comienza.

—¡¿Alguien me explica porque tu padre me golpeó en el baño de ese restaurante?! —él chico pasa su dedo sobre su labio que aún tiene un poco de sangre.

—Yo también exijo una explicación. ¡No me dejaron comer! —grita Amy, hiriendo los tímpanos de todos. 

—Me han golpeado y es lo único en que piensas —le reclama el chico a su lado.

—Eso no es importante —interrumpe Aubrey quien se había mantenido en silencio —Dime, ¿dónde está Chloe? ¡Sé que eres un enfermo! —Ella se le lanza a golpearlo, pasando por sobre Amy, quien hace un mal intento por quitarse a la rubia de encima —¡¿Dónde está?! ¡Cómo le hubiese hecho algo te mataré!

Los gritos, bofetadas y rasguños llenan la parte trasera del auto. En ese momento el señor Mitchell frena de improvisto, lo cual hace que Bumper se golpee en la parte trasera del asiento de Beca. Y  Amy termine aplastando a Aubrey.

Todos se acomodan en su lugar, y observan a Max, incluso su hija, no se esperaba eso.

—¿Acaso quiere matarnos? —pregunta un Bumper molesto.

—Escúchenme —él habla con un timbre de voz normal pero en cada una de esa palabra hay una advertencia —Chloe Beale, esa tierna fantasma que pervirtió a mi hija, está desaparecida. —Todos lo observa y prestan atención. —Intentaremos recuperarla sin importar lo que debamos hacer, pero por favor —hace una pausa —dejen de discutir. Juntos hay más posibilidades de encontrarla.

—¿Y nosotros que tenemos que ver en eso? —cuestiona Amy quien se arregla su cabello.

—Bumper ya ha hecho cosas en contra de Chloe, y creemos que él tiene algo que ver en esto —explica la única castaña en el auto,  acomodándose en el asiento para poder ver con desprecio al chico con mayor facilidad.

—Yo no estoy involucrado. Yo... —está defendiéndose pero es interrumpido.

—Hablaremos de esto en casa —el señor Mitchell coloca el auto en marcha nuevamente —Vaya. Son peores que Beca haciendo  berrinche. —Comenta a nadie en especial.

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