Kageyama nunca pensó que se iba enamorar, pero siempre llega un tiempo en el que pasa. Así fue como se enamoró de Oikawa, a pesar de que Oikawa no se llevaba muy bien con él, siempre buscó los modos para acercársele.
—¡Oikawa! ¿Me ensañaría a hacer un saque con salto? —como siempre, Oikawa lo ignoraba y lo molestaba con sus extrañas expresiones.
—¡No se me da la gana! —le grito mientras se alejaba.
Con o sin la ayuda de Oikawa, Kageyama fue mejorando en el Voleibol, su deporte favorito, para poder demostrarle al castaño que él sí podía llegar lejos. Pero con el paso del tiempo Kageyama se volvió orgulloso y arrogante, características que despertaron interés en Oikawa.
—¡Más rápido! —durante los partidos Kageyama siempre le daba órdenes a los demás jugadores para hallar la manera de ganar, por lo cual recibió el apodo de "El rey de la cancha"; era exactamente como un rey dando órdenes a los plebeyos.
El interés de Oikawa cada vez despertaba de una manera más intensa, ansiando ver los increíbles y rápidos movimientos de Kageyama. Lamentablemente Kageyama se cambio de escuela, por el cual no se veían seguido.
Y así fue a terminar a Karasuno. No le importaba mucho el hecho de cambiarse, ya que podría quedar para verse con Oikawa. Claro, si él accedía. Llegó al gimnasio de Karasuno después de inscribirse en el club de Voleibol. Al darse cuenta que no había nadie, decidió practicar sus saques.
—¡Llegue primero! —la vista de Kageyama se posó en el chico de cabellos anaranjados, que entró muy entusiasmado al gimnasio. El muchacho al darse cuenta que no estaba solo se dirigió a Kageyama para saludarlo—. Esto...hola. Mi nombre es Hinata Shoyo, un gusto —el pelinegro lo revisó de pies a cabeza. Era de baja estatura, por lo cual se preguntó si era libero. Dejó sus pensamientos de lado y lo saludo también.
—Kageyama Tobio, un gusto —sin darle más vueltas al asunto, siguió practicando sus saques.
—¡Wow! ¡Tus saques son increíbles! —Hinata lo miro detenidamente, algo en él se le hacia familiar—. Espera... Tú... ¡Eres el Rey de la cancha!
—¡No me llames así! —Kageyama se acercó a el dándole un leve golpe en la cabeza, lo cual molesto un poco a Hinata—. Y, ¿qué posición tienes tú?
—Soy rematador... Mi estatura no lo demuestra, ¡pero soy muy bueno! ¡De verdad! —Kageyama no le dio mucho importancia al principio—. ¡Por favor! ¡Levanta la pelota para poder rematar! —Kageyama quedó en schock con esas simples palabras. La manera en la que ansiaba jugar era enorme. Kageyama levantó la pelota para él y pudo ver cómo el chico de cabellos anaranjados daba un gran salto para después golpear la pelota con fuerza.
Kageyama no podía describir lo que vio, pero le fascinó, tanto que se quedó embobado mirando a Hinata.
—¿Qué te pareció? —Hinata se quedó viendo a Kageyama, quien se acercó a él y comiéndose todo su orgullo, trató de halagarlo.
—Eso...F-Fue...—las palabras no le salían—. Genial...
—Gracias —Hinata soltó una pequeña risita—. Umm... Eres algo serio
—¡Cállate! —Kageyama tomó su botella la cual contenía agua y le dio un gran trago. Luego, se percató de que Hinata lo observaba— ¿Acaso quieres?
Por su parte, Hinata notaba su cara arder. Si tomaba sin más de la botella sería como dar un beso indirecto, y si limpiaba la botella sería muy desubicado de su parte. Sin protestar, tomó la botella que Kageyama le ofreció y tomó un trago lo más rápido posible para después devolvérsela.
*****
Paso el rato y los chicos ya salieron se clases. Kageyama hacia el esfuerzo por cambiar. Había conocido a muchas personas. Daichi el capitán. Suga, otro armador como él y Tanaka que era también rematador como Hinata. Kageyama se disponía a volver a su casa, pero una voz bastante particular llamó su atención.
—¡Tobio! —sus mejillas comenzaron a arder. Sólo había una persona que lo llamaba así. Su corazón latía rápido, tanto que llegó a pensar que se le saldría del pecho. Volteó su vista y pudo ver a Oikawa detrás de él.
—O-Oikawa —Kageyama se acercó a él para saludarlo— ¿Qué haces por acá?
—Bueno~ quería ver cómo estabas —pero Oikawa tenía los mismos sentimientos que Kageyama. Ansiaba besarlo, durante mucho tiempo quería hacerlo, pero trató de contenerse.
—Supongo que bien —Oikawa notó que había algo extraño en su querido Tobio, sabía que él no actuaba se esa manera. Se acercó a su rostro esperando ver esos hermosos ojos azul marino. El pelinegro lo sentía más cerca, no sabía si apartarlo o dejarlo hacer lo que quisiera.
—Tobio... ¿Te han dicho que tus ojos son preciosos? —Kageyama sentía su corazón explotar. La persona que más ama le estaba diciendo que sus ojos eran preciosos, no sabía como reaccionar o responder. Oikawa se alejó. Lo que estaba haciendo estaba mal, más si se trataba de Kageyama—. Perdón, me sobrepase —Oikawa estaba dispuesto a irse cuando Kageyama tomó su brazo y lo atrajo hacia él, dándole un fuerte abrazo.
—Gracias por venir... —después lo soltó para irse rápidamente del lugar, dejando a un avergonzado y sonrojado Oikawa mal diciéndose por no aprovechar el momento.
Kageyama no podía decir en sólo una frase todo lo que le gustaba de Oikawa. Su cabello, su personalidad, la forma de expresarse. Le gustaba todo, tanto así que no sabía como expresarlo. Después de correr por un tiempo, se detuvo en la tienda más cercana para sacar de la máquina dispensadora su leche favorita.
—¿Uh? ¿Kageyama? —Kageyama posó su vista en Hinata, quien acababa de salir de la tienda— ¿Qué te paso? Te ves cansado.
—Nada, Hinata. Nada —trató se calmarse y volver a su semblante frío como acostumbraba ser, pero en el fondo estaba muy feliz. El hecho de que Oikawa le haya dicho tales cosas le aceleró el corazón. Posó su vista en Hinata que estaba mirando atentamente su caja de leche—. Acaso... ¿Tú quieres? —le extendió la caja para que tomara.
Por su parte, Hinata se sonrojó. Era el mismo incidente que con la botella. Tomó la caja de leche y le dio un sorbo rápidamente.
—Gracias...—miró a Kageyama, quien ya había sacado de la máquina otra caja de leche.
—Quédatela —Hinata se sonrojaba cada vez más, ¿Cómo es que se comportaba de manera tan amable ahora? No le gustaba lo que estaba sintiendo en su pecho, se sentía muy intranquilo.
—Está bien...—por su parte Kageyama no sabía porqué estaba siendo tan amable con aquel chico; sin pensarlo se tragó todo su orgullo y le dio su caja de leche, su preciada caja de leche. Fue una acto involuntario.
—Bueno —Kageyama desordenó el cabello del más bajo—. Me tengo que ir. Nos vemos mañana —sin decir nada más se fue a su casa.
Hinata tocó su cabello, sintiendo que su corazón iba a explotar. ¿Qué le pasaba? Ese chico había llegado a su vida en sólo un par de horas y ya se sentía extraño a su lado, no sabía que era aquel sentimiento, pero quería averiguarlo a toda costa.
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Olii xD ya traje otras historia...y si YAOI! oksha xD esperó les guste owo y hasta el otro cap owo Bye Bye
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Complicated Love ♦KageHina♦ [Editando]
FanfictionKageyama a pesar de ser un chico frívolo se enamoró del encantador Oikawa, quien también siente algo por el, pero la llegada de Hinata a la vida de Kageyama cambiará todo ¿seguira sintiendo lo mismo por Oikawa? Segunda parte: Selfish Love, ya dispon...