Capitulo 5: Entrega total

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El beso origino otro y otro hasta que ambos perdieron el control, el solo beso no saciaba las ansias guardadas, Jae termino arrinconándola entre su cuerpo y la parte trasera del auto, sujetando su cintura la subió ahí sin ninguna dificultad quedando sus labios a la misma altura. Han Nia metió sus manos por debajo de la camiseta para así tocar todo su pecho cuando él dejaba besos en sobre su cuello. Han Nia odiaba las marcas y estaba segura que mañana tendría alguna con la intensidad de aquellos besos pero no le importo.

Quito la camisa de Jae quien levantó los brazos para que esta cayera por cualquier lado, ella abrazo la cintura de Jae con sus piernas y soltó un gemido notorio cuando las manos de él acariciaron sus senos. La parte superior del vestido de una sola pieza resbaló de su cuerpo hasta la cintura exponiendo la piel blanca que quedo manchada de algo oscuro cuando las manos de Jae la recorrieron, era algo de grasa del motor del auto.

Pero ninguno le presto asunto en ese momento a eso pues no era importante, los pezones se le endurecieron al contacto de sus dedos, su boca no abandonaba la de ella y tan solo lo hizo cuando le presto más asunto a su pecho que era una invitación al placer. Descendió sobre la prenda de vestir por su vientre mientras las manos masajeaban sus muslos internamente por dentro del vestido. Han Nia se dejó caer sobre el maletero del auto aunque se arqueaba de vez en cuando a medida que el placer se lo permitía.

Podía sentir claramente como sus labios recorrían su zona más prohibida dándole un goce como hacía mucho tiempo que no sentía. Llevo sus manos al cabello de Jae del que se sujetó con fuerza animándolo a proseguir sin detenerse, si fueron minutos cortos o largos no supo, la razón la abandono y solo estaba él y todo lo que le hacía sentir, se estremeció en el último espasmo liberada por completo con el cuerpo sudado y satisfecho.

Jae Joong regreso hasta sus labios los que beso con ternura varios minutos abrazándola a él de nuevo. Mientras la besaba la tomo en sus brazos levantándola, ella envolvió sus piernas alrededor de la cintura de Jae quien sin dejar de besarla la llevo adentro donde dormía. El colchón estaba sobre el piso y Jae se sentó con ella aun en sus brazos, sus manos acariciaban la espalda desnuda de Han Nia despertando su instinto de nuevo

-Jae yo....

-Shiii... no digas algo que aún no sientas –le susurro- Déjame descubrir lo que tu corazón me quiere decir –el cuarto estaba levemente oscuro pero ella podía ver el reflejo de su rostro con claridad. Un rostro de facciones finas pero varonil, acaricio ese mismo rostro con su mano derecha, él cerro sus ojos y cuando los abrió de nuevo estaban llenos de pasión y deseo.

Se besaron de nuevo como queriendo arrancarse los labios a punta de besos, el peso de Jae venció el de Han Nia sobre el colchón, besando sus hombros, sus brazos. Ella se quedó de lado y el beso su espalda, con sus labios descendió por toda la espalda, Han Nia podía sentir claramente como usaba no solo sus labios sino sus dientes provocándole descargas eléctricas que embrutecían sus neuronas.

Lo que quedo del vestido abandono su cuerpo y termino en algún lado de la habitación, Jae subió de nuevo por el mismo camino hasta sus hombros ella giro su cabeza para que sus labios encontraran los de él, su lengua jugueteo con la de Jae Joong mientras la mano del joven paso de la cintura hasta el vientre y de nuevo subió hasta sus senos llegando al delgado cuello, beso su oreja y bajo por la mejilla hasta la barbilla su mano también bajo hacia el sur de su cuerpo. Aquel gemido de la joven le indico que había tocado el lugar preciso de su placer, y no se detuvo hasta oírla gritar de nuevo su nombre en frases cortadas, una vez que lo consiguió la beso despacio hasta que ella recupere su aliento.

Han Nia se giró quedando frente a él, le había proporcionado dos orgasmos pensando en ella antes que él mismo

-Mi turno –le dijo y subió sobre él quien quedo de espaldas en el colchón, Han Nia le proporcionaba en esa pose una vista maravillosa de cuerpo, ella se hizo el cabello hacia un lado y beso su pecho, rozándolo con la punta de su lengua llegando hasta los pezones del joven, bajando por el abdomen debió hacerle cosquillas porque su estómago se recogió un poco. Él la jalo hacia arriba de nuevo para besarla, se sentó con ella encima quien se acomodó mejor para unirse a él finalmente, arriba tenía todo el control de la situación.

Dominaba y eso le gustaba, Jae Joong iba a besarla de nuevo pero ella hizo su cabeza hacia atrás jalándolo del cabello, se comenzó a mover sobre él lentamente sin perder de vista sus ojos rasgados que ahora se abrían por el placer. Pego su frente al de él una vez que había agarrado ritmo en sus movimientos, las manos de Jae recorrían toda la espalda, ambos botaban el aire por la boca mezclando sus alientos.

En la soledad de la habitación los sonidos amortiguados de quejidos se oían con claridad de un solo movimiento Han Nia quedo de espaldas sobre el colchón con Jae sobre ella moviéndose con fuerza y velocidad

-¡Demonios! –la oyó gemir, eso fue como una señal a no detenerse, sujeto las manos de ella sobre la cabeza- ¡Jae!

-¡Te quiero! –dijo con los dientes apretados un poco antes de llegar ambos al clímax. Cayó pesadamente sobre ella, parecía que el corazón se les saldría del pecho mientras intentaban recuperar el aire que abandono sus pulmones unos segundos. Jae no repitió de nuevo lo último que le dijo pero a Han Nia no le importo, lo había oído claramente y aun retumbaba en sus oídos. Quiso seducirlo y hacerlo caer en sus redes pero en esos momentos tuvo que reconocer que la seducida por él fue ella.

Terminaron abrazados toda la noche y así durmieron uno junto al otro, dejando que sus cuerpos se acostumbraran a ese calor en especial.

**

Lentamente había amanecido mientras Jae Joong observaba de pie por una pequeña ventana de su cuarto los primeros rayos del sol. Había dormido poco o casi nada asimilando lo ocurrido. Giro la cabeza y vio en la pequeña penumbra el cuerpo de ella, de Han Nia. Se pasó una mano por la cabeza mientras bebía un poco de café que había preparado. Su pregunta era obvia ¿Y ahora que pasaría entre ellos? Era consciente de lo poca cosa que era para alguien como ella acostumbrada a los lujos.

Se había resistido mucho a sus encantos pero su resistencia se fue al carajo la noche anterior y al final se dejó llevar por el sentimiento que ella despertaba en él. Para Jae, Han Nia era importante quizás la mujer que había esperado siempre pero ¿Y ella? ¿Cómo lo vería ella? ¿Igual de importante o como una especia de aventura en un país extraño? Esos pensamientos lo agobiaban cuando ella comenzó a despertar.

Han Nia había dormido plácidamente después de esa noche maravillosa y cuando el olor del café recién preparado entro por sus fosas nasales fue más efectivo que cualquier despertador. Se sentó en la cama cubriendo su cuerpo con la pequeña frazada, Jae la miro desde donde estaba. Sin maquillaje y despeinada lucia igual de hermosa, ella rasco su cabeza y lo vio acercarse al improvisado lecho. Estaba descalzo y solo con sus jeans puestos en su mano derecha traía una taza humeante.

-Creí que dormirías más –dijo él

-Tengo debilidad por el café –respondió cuando este se sentó en el filo junto a ella. Jae sonrió y le tendió la taza humeante. Cuando el líquido negro toco sus labios y bebió un poco fue despertar completamente- ¿Lo hiciste tú?

-¿Quién más? Estamos solos –respondió cuando ella bebió otro poco- ¿Esta bueno?

-Delicioso –respondió con una sonrisa no solo en sus labios sino también en sus ojos. Bebió otro poco

-Me dejaras sin café –se quejó este y ella le tendió la taza pero no la soltó sino que le dio a beber con sus propias manos. Jae bebió sin dudarlo sin apartar los ojos de ella, Han Nia vertió un poco del líquido sobre la barbilla del joven apropósito cuando se acabó el café de la taza, taza hizo a un lado para inclinarse sobre él y besar o mejor dicho lamer esa zona donde sabia a café.

Jae se quedó inmóvil un segundo cuando aquellos labios recorrían su piel. Puso las manos en la cintura de ella y la tela de la frazada resbalo de su cuerpo un poco dejando a la vista mucha piel blanca. Aquella misma piel que sus labios habían recorrido toda la noche al punto de dejar roja su piel de tantos besos y caricias. Ella se apegó más a él acariciando su sedoso cabello imponiendo fuerza y deseo en el beso cuando capturo sus labios.

-Han Nia debo llevarte a casa o tu abuelo se preocupara por ti –aunque en esas condiciones solo un héroe podría despegarse de ella

-Después –dijo besando su rostro. Su nariz y sus ojos cerrados- Ahora te quiero a ti de nuevo. Mi Hero personal







SEDUCTORA (TERMINADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora