Cap. 6 - Funeral

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- 6 meses después -

Me encontraba en un almacén de mi padre, era un almacén de armas ilegales, estaba con Wilder a mi lado derecho.

Me encontraba en un almacén de mi padre, era un almacén de armas ilegales, estaba con Wilder a mi lado derecho

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\(Wilder)/

Muéstrame un arma semi-automática de calibre 45 - ordenó Wilder a mi lado al sujeto que estaba abriendo la bóveda de armas.

Aquí tiene lo que el patrón ordenó entregarle a su hija - dijo el sujeto pasándome una caja rosada y no dude dos veces en abrirla.

Estaba emocionada, por primera vez tendría un arma para mi sola con la cual podría defenderme luego del atentado en mi contra en el funeral de mi madre donde Katyl salió herida, mientras Darío y Elián estuvieron a punto de morir tras defenderme de unos sujetos que intentaban dispararme

Es muy hermosa - comenté a Wilder y este negó con el rostro.

Para ti lo es, pero debes tener en cuenta que no es un juguete - dijo seriamente Wilder y asentí con el rostro repetidas veces.

...

Mi madre me dejo de herencia muchas propiedades increíbles y en la que actualmente estaba viviendo era una de ellas.

No lloraré a mi madre, nunca más. Eso desea el enemigo y no le daré gusto alguno. Celebrare mi venganza - dije lanzando un tiro al aire en nombre de mi madre mientras me encontraba en la piscina en un sensual bikini esperando la llegada de mi enemigo, sin haberle comentado nada a mi padre y mis amigos, dispuesta a todo.

Señorita, llego la visita que esperaba - dijo un sujeto y asentí haciendo una seña de que los dejara pasar.

Habían demasiados guardaespaldas del sujeto, salí de la piscina sacudiendo mi cabello y una sirviente trato de ofrecerme una toalla para que me cubriera y negué con el rostro.

Moví las curvas que Dios me había regalado y sacudí mi cabello mojado al aire libre, tenía todos los guardaespaldas del sujeto sin quitar la mirada de todo mi cuerpo, agarre mi arma de una pequeña mesa de cristal y me dirigí hacia todos ellos

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Moví las curvas que Dios me había regalado y sacudí mi cabello mojado al aire libre, tenía todos los guardaespaldas del sujeto sin quitar la mirada de todo mi cuerpo, agarre mi arma de una pequeña mesa de cristal y me dirigí hacia todos ellos.

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