The Hunter's Mate *Spanish* [Pausada]

12

P.O.V. Xavier

No lo puedo creer, estoy en la habitación de Diana. La habitación de mi compañera. Incluso mi lobo se siente vertiginoso.

Desde que he entrado a su habitación no puedo dejar de inhalar su dulce aroma. Pero de alguna manera se siente molesto de que el olor de James se encuentra aquí también.

"Relájate Xavier, es sólo su primo ¿recuerdas?" Dice mi lobo.

Miro a mi compañera que me está dando una mirada perpleja y sorprendida, probablemente preguntándose por qué estoy aquí.

Una sonrisa se asoma en mi cara. Ella es tan adorable. "Hoy no he ido a la escuela, y quería verte." Cuando la miro no puedo evitar sonreír, se ha sonrojado. Es la primera vez que veo su rubor y se ve hermosa, más que nunca.

Con paso lento examino la habitación. No hay nada femenino pero es acogedor. Me detengo cuando mis ojos captan algo y no puedo evitar que un gruñido escape de mí.

Es una imagen pegada en una pared. Una foto de Diana probablemente alrededor de los diez años. Se ve linda, pero la causa de mi gruñido es que a su lado hay un niño con el pelo marrón chocolate y ojos marrones, sus brazos están en los hombros del otro y grandes sonrisas adornan sus caras al mirar directamente la cámara.

Estoy seguro de que no es su primo, porque en el borde de la imagen hay algo escrito.

"Dy <3 Di"

Un corazón. Un maldito corazón. Le lanzo dagas a la foto con mi mirada, específicamente al niño como si lo fuera a hacer desaparecer de un momento a otro.

Diana parece darse cuenta de mi intensa mirada y la sigue son la suya. Escucho a su corazón latir más rápido haciéndome despegar mis ojos de la foto para observarla, y mi estómago se revuelve ante lo que veo.

Ella está observando la imagen con una mirada distante, su rostro se ha vuelto blanco y vacío. Es como una persona completamente diferente.

"¿Diana?" la llamo dando un paso adelante, y ella parece volver a la realidad mientras parpadea dos veces.

P.O.V. Diana

Parpadeo dos veces y trato de calmar los latidos de mi corazón. No puedo creer haya puesto aquella foto allí en primer lugar, sabiendo que trae recuerdos que quisiera olvidar.

Miro hacia atrás a la persona en la habitación, quien tiene una mirada de preocupación en su rostro. Está preocupado por mí.

Y aunque no sé nada de él, ciento mariposas revoloteando en mi estómago. Cosa que nunca me he había sentido de esta manera por un perro o cualquier criatura viviente.

Miro a mi alrededor y mis ojos se posan en el escritorio mientras agarro el papel y la pluma.

'¿Qué estás haciendo aquí?' Escribo y se lo doy.

Xavier vuelve a su posición normal y una sonrisa adorable se extiende por su ca-

¡¿Adorable?!

No Diana. NO. NO. ¡No! Él es un lobo, un alfa por el amor de dios!

Un brillo travieso aparece en sus ojos cuando me mira, volviéndose sospechoso, pero al mismo tiempo intrigante. ¿Qué es lo-

Mi espalda está en la pared en un segundo y tengo que parpadear para registrar lo que acaba de suceder. Ahora me enfrento a su pecho, y sus dos manos yacen a los lados de mi cabeza mientras me mira. Baja su rostro provocando que mi respiración se enganche cuando quedamos al mismo nivel visual.

Podría salir de esta posición en un abrir y cerrar de ojos, Pero de alguna manera en este momento todo el conocimiento de cazadora ha sido arrojado por la ventana.

"Como he dicho," su aliento mentolado abanica mi cara "Te he echado de menos."

¿Quién es este Xavier delante de mí? Es tan... maldita sea. No puedo encontrar una palabra para describirlo.

Sus labios rozan mi oreja a propósito y un escalofrío indeseado cruza por mi columna vertebral "Dime Diana," La forma en que pronuncia mi nombre con su lengua hace latir mi corazón rápidamente. A lo que siento otro sonrojo deslizándose por mis mejillas.

Oh Dios, este es la segunda vez que me sonrojo hoy. Y déjenme decirles esto, NUNCA me había sonrojado antes.

"¿Quién es Dy?" pregunta humilde en mi oído.

Trago por la cercanía de nuestras caras. Él me ha preguntado algo, y sé que no puedo hablar ya que se supone que soy muda. Por lo que tengo que conseguir el papel y la pluma que se dispersaron en el suelo cuando se resbalaron de mis dedos. Pero esa es la cosa.

No quiero salir de esta posición.

Y eso me aterra.

Agarra mis hombros, no demasiado fuerte. Y baja las manos de una manera muy lenta dejando un rastro de chispas en mi piel. No me puedo mover. Estoy congelada en mi lugar.

Sus manos llegan a las mías, las entrelaza levantándolas a la altura de su pecho y me mira de nuevo. Sus ojos son de un tono más oscuro pero aun así no me siento asustada ni intimidada.

Mis ojos se detienen en sus labios un poco más de lo que quisiera hasta que se mueven al hablar. Y las palabras que dice hacen que mi corazón de un vuelco.

"Sea quien sea, primo o no, no me importa. Me gustas. Y nadie puede robar lo que es mío por derecho".

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