23 de Diciembre del 2015
El tono gris de tu paisaje
Tiñe las calles y avenidas de tu realidad.
Donde sea vas sin equipaje,
Alimentas las ganas sin honestidad.
Desnuda al cielo de tu ternura,
A quien no quieres ni quieres soltar,
Condenas a un alma amorosa y tan pura,
Por falta de ego en tu propio pensar.
Rienda suelta a manufactura,
tejiendo un sueño que no tiene inicio ni fin,
burlando la lógica y a la cordura,
abofeteas las ganas de un amor sinfín.
Pero analizo el jardín,
y la única rosa negra eres tú,
da de tus manos el propio cojín,
para aguantar el trueno que rompe el tabú.
Afuera eres tú,
desconocida a mis manos, y a mi pensar,
todo apunta en mi un tururú,
arañando las ganas de solo mirar. (x2)
Que la rosa más negra del jardín,
marchita su propio interior.
Caminas senderos sin ningún camino,
alardeas un brillo sin oro, y un falso carmín,
destruido con un beso impuro,
antónimo inocuo de tu realidad.
Un llanto en medio de tragos,
la flor floreció un poco multicolor,
la razón retoma posición,
y prioriza todo tipo de empalago.
Porfiado corazón,
no hagas caso ni atención a mi razón,
cigarro mentolado,
sabes amargo teniendo ese raro sazón.
Pero analizo el jardín,
y la única rosa negra eres tú,
da de tus manos el propio cojín,
para aguantar el trueno que rompe el tabú.
Afuera eres tú,
desconocida a mis manos, y a mi pensar,
todo apunta en mi un tururú,
arañando las ganas de solo mirar. (x2)
Que la rosa más negra del jardín,
marchita su propio interior.
