La tierra de los deseos

Capitulo 3

3

Se levanta al día siguiente con ánimos, aunque el creería que desanimado por los regaños, lo anima el que ese día lo van a inscribir al Colegio. Mínimamente quiere estar presente, ya que no puede estar en la computadora y no le dan ganas de leer un libro.

Tiene que comportarse bien este día, para que sus padres olviden lo sucedido anoche “Este día tiene que ser genial”.

Baja las escaleras y sus papás están desayunando, es domingo el día que no trabajan, a menos que ocurra algún pendiente. Los saluda a todos con entusiasmo “Buenos días” y ellos le devuelven el saludo, su papá está leyendo el periódico y su mamá las noticias en la tablet.

Se sirve su desayuno, se sienta a la mesa con sus padres y empieza a comer. El ambiente parece un poco tenso por el silencio, así que decide sacarles un poco de plática.

-Hoy me van a reinscribir al Colegio ¿Verdad? –les pregunta. Nadie le responde, no puede creer que el enojo pueda durar tanto, no son así y tampoco lo fueron así con su hermano. Cree que tal vez se reconciliaban rápido con su hermano porque eran muy seguido los enojos, aunque no se le hace justo que con el no sea así.

-¿Verdad? –su mamá mira a su papá muy seria, este le devuelve la mirada y la posan otra vez en donde estaban. “Esto es demás” piensa Martrio “Tal vez la frase de mi hermano si es muy importante, tal vez por eso se reconciliaban rápido con el” así que empieza- Perdonen nuevamente por lo que paso ayer, no me…

Pero no pudo terminar la frase porque su mamá le dijo a su papá a modo de secreto, pero Martrio pudo escucharla perfectamente.

-¿Le decimos? –le preguntó

-Si, déjame hacerlo yo –le responde su papá también a modo de secreto. Entonces le comienza a decir a Martrio, ahora si en voz alta, posando el periódico en la mesa- Martrio… ayer… poco después de que llegaste…

Su papá no sabe como continuar diciéndolo, parece inseguro, entonces se teme lo peor del día.

-Sucedió algo terrible… en otra parte de la ciudad, muy lejos de aquí… Mira –le pasa el periódico y Martrio empieza a leer el titular de la portada del periódico.

MUERTE EN EL PASEO DE LOS MISIONEROS

Anoche, en una de las calles del fraccionamiento Paseo de los Misioneros, hubo un terrible acontecimiento, en el que fueron víctimas tres jóvenes de dieciocho años y un grupo de cinco jóvenes de catorce años. Los hechos: Los jóvenes Ramón Osuna, Francisco López y Gilberto Valdez, se encontraban en el parque del fraccionamiento a las doce de la noche, justo cuando llegó un señor, borracho al parecer y les empezó a pedir dinero, estos decían una y otra vez que no tenían, a la vez que se burlaban del señor por su estado de embriaguez. Las cosas se pusieron difíciles cuando el señor saca una pistola de su bolsillo, no les dio tiempo de correr cuando dispara, el otro grupo de jóvenes que fueron testigos de lo sucedido, gritaron del miedo y el señor les empezó también a disparar, se cree que es un milagro el que lograran huir, pero tres terminaron balaceados y los otros dos lograron escapar para pedir auxilio, tanto a la policía como a la ambulancia. Por los jóvenes de dieciocho años no se pudo hacer nada, pero por los de catorce años si se pudo.

“Estaba dormida, cuando escucho los fuertes balazos, malamente lo primero que hice fue ir a ver a la ventana lo que sucedía y todo como sucedió” Comento la señora Daisy Contreras.

La noticia continua, pero Martrio ya tuvo suficiente con leer los hechos. Se imagina a la familia de los jóvenes inocentes, tanto de los de dieciocho años como de los heridos de catorce años. Vuelve la vista sus padres.