Desde CERO

FIGHT

Estoy en el auto con mi madre y mi hermano, seguimos dolidas debido a una de nuestras recientes charlas o pleitos para ser mas sensatas; mi hermano solo se dedica a observarnos detenidamente, nuestras miradas no se cruzan ni por tan solo 1 minuto; puedo parecer fría pero me niego a llorar ante ellos, a mostrar mis sentimientos y es que en realidad muy pocas personas me han visto en casos lamentables, destrozada más que todo y bueno ¿acaso debo ser feliz siempre? Porque eso es casi imposible, es comprensible que hacerme la fuerte me dolerá el doble, sé que saldré lastimada y por eso tengo miedo... miedo de que el mundo llegue enterarse de lo que en realidad pienso, de cuantas horas al día me la paso pensando en aquello que no quiero perder, mis recuerdos, a veces suelo pensar que me falta valentía, pero es que yo ya tengo la suficiente. No he vivido molesta o enojada, no tendría un motivo alguno, solo estoy cansada de dar más de lo que recibo, estoy cansada de ilusionarme para luego terminar en una entera decepción como es de sucederme, dejándome casi tan lastimada como hoy; sé muy bien que pasará algo terrible y aun así decido arriesgarme y es que ya he perdido tantas veces que se ha hecho un habito, una costumbre mía. El dolor se apodera de mí y siento un nudo en la garganta; felizmente hemos llegado.

El ambiente es fresco, con ardua vegetación; desde mi lugar puedo divisar varios grupos no muy diferentes entre sí, algunos charlan otros solo se miran y cotillean. Y es que llegué con un solo objetivo: bailar como si nadie me viera, cantar como si nadie me escuchara, amar como si jamás fuesen a lastimarme, competir como si no hubiesen haber ganadores o un premio, portarme como si mi madre no estuviese mirando y dar como si tuviera demasiado, sobre todo y ante el resto jamás dejar de sonreír.

-Debería entrar, ya sabes para inscribirme.. escucha aun no estoy muy segura, ya sabes de si quiero hacer esto o no-dije con un rasgo de emoción

-Sí, sería buena idea que ya sabes, por alguna vez en tu vida te arriesgaras-exclamó con firmeza y seguro de si

-Esa será siempre tu respuesta?- pregunté totalmente confundida

-Te amo- suelta seguido de una mueca, mostrándome el rostro más jodido que haya visto

-Soy consiente-afirme con una gigantesca sonrisa pegada en el rostro

-Ya vete loca-dijo vacilando

Le correspondí con una carcajada llena de emoción, después de todo es mi hermano, lo adoro, es sin duda la cosa más fea que el mundo haya podido dejarme, tal vez solo necesita un suéter nuevo o una chica, siendo sinceros le urge; pero así es él ''gracioso y sin compromiso'' me encanta; no estaría parada, sola, en medio de una multitud, exactamente en medio del fango y lodo, deshidratándome lentamente y con dolor... si mucho dolor, si no fuese por él y aquel clima, que por cierto me está matando, tengo millones de cosas que necesito agradecerle, aquellas que aún no termino y esas que pienso cumplir.