Mi mamá contrato a dos fotógrafos, los cuales piden a los invitados que posen junto a mi padre para las fotos. Los meseros vestidos de blanco circulan grácilmente con botellas de champán entre la multitud creciente de invitados. Debe a ver unas treinta mesas como mínimo, yo consulto el plano de la distribución y avanzo con Allyson y Joseph hacia una mesa del centro:
-Buenas tardes a todos- Saludan Allyson y Joseph.- Gracias por la invitación, nos sentimos alagados.
-¿Y papá?- Pregunto yo.
-Esta a punto de subir al escenario, sera mejor que te sientes.- Dice mi madre y yo hago lo que me dice. De pronto, se oye el zumbido de un micrófono, y la voz de mi padre retumba por encima del sistema de megafonía, logrando acallar el murmullo de voces:
-Damas y caballeros, quiero darles la bienvenida y las gracias por molestarse en venir a esta fiesta que se hace anualmente según la tradición de mi esposa Meredy, Dios sabe que siempre fuiste y seras la mujer de mi vida; te amo y te agradezco por darme una familia hermosa llena de tres chicas hermosas... Gracias por esta fiesta que siempre resulta ser la más perfecta, y gracias a todos mis amigos, colegas y conocidos que están presentes en esta velada que sera perfecta gracias a su presencia. Ahora les dejo con el maestro de ceremonias. Por favor, tomen asiento y disfruten.
Después de un aplauso cortés, regresa el bullicio a la carpa:
-Feliz cumpleaños Thomas, gracias por invitarnos- Dice Joseph, quien se pone de pie para estrecharle la mano a papá acompañado de un abrazo.
-Casi no conseguimos mesa, llegamos unos minutos tarde- Dice Allyson, que también se pone de pie y le besa ambas mejillas a mi padre después de darle un breve abrazo.
-Lo importante es que ya están aquí... Anya, ¿Tocaras para mi en ese precioso piano?- Pregunta mi padre claramente ilusionado- A mi en lo personal, me agradaría escucharte tocar algo de Chopin.
Yo maldigo para mis adentros, ya que no ensaye por estar vigilando a ese tipo para darle la información al amigo de mi padre que, por cierto, aun no conozco:
-Claro, sabes que siempre estaré encantada de tocar en el día de tu cumpleaños- Digo con una sonrisa de oreja a oreja. Tal vez no pueda regalarle algo a mi padre, pero siempre me hará mucha ilusión tocar el piano en su cumpleaños.
Ocho meseros, llevando cada uno una bandeja, se colocan de pie entre los asientos. Acto seguido, cada uno va sirviendo las entradas en silencio y con una sincronización total.Todos los invitados comen en silencio mientras una Orquesta de cámara empieza a tocar.
*~*~*~*~*~*~*
Al terminar de comer, el maestro de ceremonias hace sonar el micrófono:
-El compositor polaco Frederic Chopin escribió a lo largo de su corta vida hasta veintiún Nocturnos para piano. Entre ellos se encuentran algunas de sus piezas más conocidas. No se publicaron todos reunidos en un mismo conjunto de piezas, sino que pertenecen a varios números distintos de Opus y algunos incluso fueron editados póstumamente. Los tres primeros nocturnos se encuadran en el Op. 9. Ahora recibamos con un caluroso aplauso a la hija menor de la familia Hydra Smith... Anya, esta jovencita de 19 años que sabe tocar el piano desde los 4 años de edad. Debe ser un honor para su padre y su madre, tener a una hija tan hermosa y talentosa- Dicho esto, sentí que me ponía roja de los pies a la cabeza. Cuando por fin tuve la fuerza de avanzar hacia el escenario, todo el mundo me miraba como si fuera una criatura exótica mientras que aplaudían y silbaban. Me acerque al micrófono y dije:
-Mi padre es un gran admirador de Chopin, tanto que me obligo a tocar cada uno de sus Nocturnos; sus favoritos son los tres primeros así que...- Me senté en el banco del piano y obligue a mis manos para que se pudieran coordinar, pero también espere que toda la multitud se callara. Cuando por fin todos se callaron, comencé a tocar creando así mi propia burbuja en donde yo sola me encontraba. Estuve así un buen tiempo, hasta que termine de tocar cada uno de los Nocturnos:
-Démosle un gran aplauso a esta mujer que es buena con el piano, Felicidades Señor Thomas por tener a una hija tan inteligente- Dijo el maestro de ceremonias y yo voltee a ver a mi padre, que sonreía y aplaudía orgulloso por mi interpretación. Baje del escenario sintiendo como me ardía la cara y lo abrace:
-Sabes que eres el mejor padre del mundo ¿verdad?- Le digo y él se ríe.
-Y tu sabes que eres la mejor hija del mundo ¿verdad?- Me dice y yo sonrío
-Ahora es momento de partir el pastel- Dijo el maestro de ceremonias, mi padre avanzo hacia la mesa donde se encontraba su tarta mientras que todos cantaban <<Cumpleaños Feliz>>. Los meseros empezaron a repartir platos con pastel entre las mesas:
-Tus aretes están hermosos amiga- Dijo Allyson y yo sonrió- ¿Quien te los regalo?
-No lo sabe, al parecer tiene a un admirador secreto- Dijo Kimberly poniendo los ojos en blanco y Allyson abrió la boca sorprendida y después volteo a ver a Joseph que también le devolvía una mirada nerviosa. Cuando estaba a punto de preguntarles si tenían algo que ver, mi padre llego a mi lugar y se me acerco para hablarme al oído:
-Necesito que vengas a mi estudio ahora, querías darle la información personalmente a mi amigo ¿cierto?- Dicho esto mi padre avanzo hacia la casa, mientras que yo caminaba hacia mi recamara para tomar mi cuaderno donde tengo anotada la información; después baje las escaleras y camine hacia su estudio. Entre sin tocar para encontrarme con mi padre acompañado por un tipo muy joven. Y atractivo, muy atractivo. Alto, con elegantísimo traje gris, camisa blanca y corbata negra, con un pelo rebelde de color castaño y brillantes ojos verdes que me observan atentamente; yo necesito un momento para poder articular palabra:
-Amm... P-perdón por la tardanza, fui por la información papá- Digo ignorando la sonrisa burlona del Adonis que esta parado a mi derecha.
-No te preocupes hija- Dice mi padre señalando a su amigo. - Te presento a...- Pero en ese momento, mi papá es interrumpido por una voz cálida.
-Mi nombre es Liam, Liam Anderson Boher- Me tiende la mano y yo la estrecho educadamente para después inclinarse hacia mi rostro y darme un beso en la mejilla, cuando pienso que se separara de mi, acerca su boca a mi oído provocandome unos escalofríos cuando susurra- Así que te gustaron los aretes, en verdad eres muy hermosa.- Se separa de mi sonriendo triunfalmente mientras que yo siento como me arde la cara.
Él me los obsequio... Pero algo me dice que no me conviene meterme con el.
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El Capitán.
RomanceElla no era como cualquier chica. Él no era como cualquier chico. No se conocían bien hasta que una desgracia los unió. Los dos tenían sus fantasmas, pero se demostraron que no hay barreras en el amor y que algunas historias no tienen final feliz.