-Esperen, esperen... ¡¿PORQUÉ?!- Grite haciendo que todos saltaran en sus asientos.- ¿Hice algo mal?, ¿Les falle en algo?.
-Tranquila hija, tu no hiciste nada pero... queremos que te vayas un buen tiempo con Antony; a ti te gusta eso de la moda, la ropa, los perfumes... ¿No es así?- Dijo mi padre, mire a mi alrededor y vi a mis hermanas, a mi madre y a Antony muy "nerviosas". No se por que pero, siempre en situaciones de discusión me tienen miedo.
-¿No sera que tu no me quieres cerca de ti, de mamá y de mis hermanas... hasta de la señora Coin?- Dije demasiado irritada.
-No digas eso, solo es una pequeña propuesta... Antony no se ira pronto ¿verdad?- Dijo mi padre mirando a Antony.
-No, no me iré mañana, ni pasado mañana... me quedare aquí con ustedes Corazón, pero deberías pensar esa propuesta. Yo de verdad quiero que me ayudes con modelar y tu sabes ¿no?- Dijo Antony con un brillo esperanzado en sus ojos color miel.- Podemos ir a los Campos Elíseos, ahí hay boutiques de lujo como Cartier, Christian Dior, Gucci, Fendi, Hugo Boss, Valentino y más Pequeña... Mejor piénsalo ¿vale? ¿Puedes hacer eso por mi?.
Ahora que lo pienso... no seria malo irme un buen tiempo, pero mejor lo pensare. Si es lo mejor:
-Esta bien, lo pensare... ¿Almorzamos?, estoy algo hambrienta.-Dije haciendo un mohín.
-¿Que te paso en la mano?- Pregunto mi madre molesta.
-Amm.. Bueno es que yo fui con Mateo tu sabes ¿no?- Dije sonriendo nerviosa.
-¿Cuantos te hiciste?- Volvió a decir mi madre.
-Emmm... ¿Cuatro?- Rápidamente mis hermanas y Antony me jalaron y me llevaron con dirección a mi recamara.- ¡Heeey!, ¡Cuidado con mi hombro y mi costilla, y también cuidado con mi muñeca y mi mano!.
-Muéstranos cada uno de ellos- Dijo Teresa dando saltitos en el sillón y Kimberly solo me miraba sonriendo.
Yo puse los ojos en blanco y me quite la sudadera gris con cuidado para no tocarme alguno de los tatuajes, después quite poco a poco la venda que cubría mi hombro derecho y Antony se acerco rápidamente:
-Es realmente hermoso Querida.-Dijo Antony, después se acerco Kimberly y Teresa. Me volví a poner la venda y les mostré el tatuaje de mi costilla izquierda. Y así con cada uno de los tatuajes.
-Vale ya, bajemos a almorzar tengo hambre y me siento demasiado mal, ¿Ustedes no?- Pregunte caminando hacia la puerta.
-Si, yo me siento demasiado mal... deberíamos decirle a la señora Coin que limpie tu cuarto, es un asco- Dijo Kimberly fingiendo tener arcadas.
-Ya, bien vayamos.- Dije sonriendo.
Después de almorzar, mi padre comenzó a abrir sus regalos, unas cuantas horas después, me quite las vendas que cubrían mis tatuajes y proseguí a limpiar cada uno de ellos con agua tibia. Aplique una crema cicatrizante y platique un buen rato con Antony sobre Francia.
*~*~*~*~*~*~*
Eran las 06:32 pm. y estaba conduciendo con rumbo al puerto de Detroit, ahí me gustaba estar cuando estaba aburrida, enojada o tenia cosas en las que pensar. Cuando llegue, apague el auto y salí de él, hacia demasiado frío, saque un cigarro y lo encendí, le di una calada para después sacar el humo por la nariz. Me senté en el suelo y me quede mirando el cielo, ya estaba oscureciendo un poco. ¿Necesito ir con Antony?, si lo necesito por que es lo que siempre soñé, no hay nada que me lo impida... ¿o si?. Pero en ese momento se cuela en mi mente Liam, no somos nada, solo me beso y él dijo que me admiraba. Yo no lo quiero, ni siquiera me gusta un poco. Siempre tuve la idea de casarme y tener hijos pero también divertirme, no ser amargada o viajar por el mundo. Unos ojos verdes no pueden dejar que mande todo al garete. Debo ir con Antony a Francia y si es posible no regresar a menos que sea cumpleaños de alguna de mis hermanas, de mamá, de papá o la señora Coin. ¡Si!, esta decidido, me iré a Francia con Antony lo más pronto posible. Saco mi celular del bolsillo de mi sudadera y le mando un mensaje a Kimberly que dice:
*Necesito que reúnas a mamá y a papá, también a Antony y Teresa en la sala... ¡TU ESTAS INCLUIDA ASÍ QUE NO TE ENCIERRES EN TU HABITACIÓN!. Llego en 15 minutos.*
Guardo mi celular y me termino el cigarro, lo arrojo al suelo y lo piso. Me doy la vuelta para regresar al auto, di tres pasos antes de pararme en seco. Liam estaba mirándome desde metro y medio de distancia, pero aun así percibía su sonrisa maliciosa, comenzó a caminar en mi dirección y yo corrí rápidamente hacia mi auto, él también corrió en dirección a mi auto, metí la llave en la cerradura de la puerta y cuando finalmente cedió, la abrí y entre para después cerrarla de un portazo y poner el seguro. Mire por el espejo retrovisor, pero no había señales de él; regrese la vista hacia en frente y sentí un escalofrío por todo el cuerpo. Yo tarde una fracción de segundo para reaccionar y poner el seguro de la puerta del copiloto, fue demasiado tarde... Liam ya estaba sentado a mi lado:
-No temas Pequeña, no te haré nada.- Dijo él con una sonrisa traviesa.
-¿Cómo me encontraste?- Le pregunte con la vista enfrente y visiblemente irritada.- ¿Acaso me estas siguiendo?.
-Nop, trabajo por aquí ¿sabes?.- Dijo estirando su brazo para tocarme mi hombro derecho, yo grite y él abrío los ojos como platos- ¿Estas bien?, ¿estas herida?.
-No seas idiota, tengo un tatuaje recién hecho.Tienes que bajar de mi auto ahora, tengo que llegar a casa en menos de 10 minutos.- Dije mirando mi celular.
-¿Porqué?- Pregunto Liam un poco más relajado.
-Por que me voy a Francia, así que baja de mi auto ¡AHORA!- Le dije señalando con la mano la puerta de su lado.
-¿Te vas?, es por mi culpa ¿No es así?- Susurra con un destello triste en sus ojos.
-No, no es por ti solo... necesito arreglar unos asuntos.- Dije cerrando los ojos.
-Vale, no te quito más tu tiempo... y es malo mentir ¿sabes?, cuídate.- Dicho esto ultimo, Liam salio del auto y cerro la puerta de un portazo.
Yo apoyo mi cabeza en el volante y respiro profundamente:
-¿Qué me pasa?, ¿Porqué me tiene que afectar tanto su presencia?- Susurro.
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El Capitán.
RomanceElla no era como cualquier chica. Él no era como cualquier chico. No se conocían bien hasta que una desgracia los unió. Los dos tenían sus fantasmas, pero se demostraron que no hay barreras en el amor y que algunas historias no tienen final feliz.