Sus ojos.... Esos ojos tan profundos no salieron de mi mente en todo el día, me recordaban a esa persona, la que trajo desastre y que me llevo a una vida llena de pecado, logrando que mis padres tuvieran que reiniciar nuestra vida... otra escuela, otros amigos, Emily...¡RING!¡RING! Me despierta el sonido del teléfono de la oficina, ojalá sea Moisés diciendo que todo esto ha sido un malentendido y ese estúpido no es mi jefe, levanto el teléfono con esperanzas...
- ¿Bueno? -digo con voz reseca.
-Hola, ¿Andrés?... este... ¿puedes venir un momento a mi oficina? - ese maldito cuelga el teléfono dejándome en la línea.
- ¡¿Quién se cree ese idiota para darme ordenes?!-suelto un bufido y me volteo hacia la ventana- ¿Cómo él se pudo ganar ese puesto?, ni siquiera es de esta ciudad según los papeles que Moisés me dio-golpeo el escritorio con una patada y me levanto de mi silla... no puedo con tanta frustración.
- ¡Dios ayúdame! Siempre he sido bueno contigo, tienes que ayudarme con esta ira- suelto otro bufido y salgo de la oficina- ¿Quién se cree que es? - vuelvo a decir, pero susurrando.
-Tu jefe- lo escucho a mis espaldas, volteo para verlo parado observándome con esos profundos ojos, ¿Qué hago ahora? De seguro escucho todo, es obvio... pero ¿Por qué no me dijo nada?, solo me sigue mirando con esos malditos ojos, ¡Dios ayúdame! Quita el pecado de mi mente, eso es lo que él es...puro pecado.
- ¿Vas a decir algo?, aunque sea una disculpa, caray.
Me hierve la sangre al oír esas palabras ¡Él no me va a ordenar!
Vuelvo a entrar a mi oficina, tomo mi portafolios y vuelvo a dirigir hacia la salida, pero él me estaba bloqueando el paso...
- No me siento muy bien Ricardo, tendré que irme temprano, mañana repondré las horas que me faltan y no te preocupes yo hablo con Moisés- paso por su lado para salir, pero él me sujeta por el brazo.
-Si hay algún problema con que yo sea tu jefe solo tienes que decírmelo en la cara para que lo podamos solucionar- me dirige un guiño y una sonrisa y por fin me suelta.
-Ya te puedes ir- me dice y sale de mi oficina.
Me quedo estático sin moverme de donde estoy parado, no voy a dejar que me ordene, quiera o no yo voy a poner mis propias reglas.
Me dirijo al elevador para ir a casa, como me muero por desquitarme con Emily, ahora yo tendré el control.
RICARDO
Entro a mi oficina encabronadísimo, yo solo le quería dar una muy buena bienvenida encima de mi escritorio, pero al parecer será muy difícil convencerlo de algo, creo que alguien le tendrá que enseñarle a respetar y seguir reglas. Saco el abrigo de Andrés del cajón, lo dirijo hacia mi nariz y después hacia mi entrepierna...
ANDRÉS
Llegué a casa azotando la puerta grité "Emily" como veinte veces, pero ella no respondía, entre a la cocina para buscarla, pero lo único que encontré fue una hoya hirviendo ¿Dónde estará esta mujer? Subo las escaleras para entrar a mi habitación y allí estaba, tan dormida, tan hermosa...
-Amor, ya llegué- me acuesto en la cama y me acerco a ella y le planto un beso en la mejilla, ella despierta, me sonríe y se sienta en la cama.
- ¡Que sorpresa!, ¿Por qué haz salido temprano?, ¿Paso algo, amor? - me dedica una mirada de preocupación y me besa en los labios.
-No mi vida, solamente me sentí un poco mal- trato de calmarme para no parecer alterado.
- ¿Quieres que te prepare algo para que te sientas mejor?
-No, pero sé que me va a hacer sentir mejor.
La aviento hacia la cama mirando hacia mí, me desabrocho el pantalón y me quito la camisa mientras ella me miraba, pero de manera diferente con unos ojos llenos de lujuria, unos ojos profundos como los de Ricardo, me quedo estático... observándola pero ya no la veía a ella si no a Ricardo. -No voy a dejar que me domines- susurro y me encimo en ella, la empiezo a besar y bajo por su cuello hasta llegar a su ombligo y empiezo a bajarle las bragas.
-¡Espera!- me dice cálidamente- Tengo cólicos es por eso que me dormí un rato.
La miro fijamente y me acerco a su cara, la beso apasionadamente, no voy a dejar que me domine, que me deje con las ganas, maldito.
- ¿Y crees que eso me va a detener? - Le arranco la playera rompiéndola en dos y termino de quitarle la ropa interior, le beso el cuello y la pongo en cuatro, me saco los boxers pero primero me acerco a su oído y le digo -No te preocupes te voy a dar por detrás- oigo su respiración nerviosa y sus músculos empiezan a temblar, ¡JA! Ahora quien es al amo, imbécil. Le penetro lentamente y dejo que su entrada se acostumbre al tamaño de mi miembro, oigo un gemido y empiezo a moverme en círculos para después dar unas embestidas suaves que se convirtieron cada vez más y más fuertes, solo oigo el golpe de mis caderas con su trasero y sus gemidos, le tomo con fuerza las caderas apretándolas hacia mi dando una última y brutal embestida para correrme. -Ooohhh Ricardo...- susurro saliéndome de él, lo volteo y le planto un beso, pero al abrir los ojos él se había ido sus ojos desaparecieron y lo que quedó fue el rostro de mi esposa con una cara de cansancio.
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El suspenso ha llegado a la vida de Andrés, ¿Ricardo conseguirá lo que quiere?...
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Gracias por leer y no se muevan de esta dimensión.
P.D: Multimedia de Emily
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Cargando Cruces
RomanceEste libro es una colaboración entre @Raikou15 y @TuMalditaSirena Andrés vive en Santiago, Chile, tiene una vida perfecta: esposa, un buen trabajo, una familia maravillosa y la bendición de Dios hasta que un nuevo empleado en la empresa de su suegro...