CAPÍTULO 8 - "MÁS PECADOS SE AVECINAN"

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Son las ocho en punto y Andrés todavía no llega, ¿Le habrá pasado algo?, el siempre es muy puntual aunque últimamente ha estado muy raro desde que mi padre nombró a el nuevo jefe de planta, el no me lo dice pero se que no tiene una buena relación con mi padre, aunque eso no siempre fue asi. Los roces entre mi padre y el empezaron hace tres años, justo después de la boda y despues de perder al bebe... Solo Dios sabe que esos fueron tiempos muy oscuros. Andrés entró en una gran depresión y empezó a dejar de comer, no tenía energía para nada, ni para seguir manejando su antigua empresa y aunque el siempre me consolaba diciendo que todo estaba en orden, yo sabia todo lo que pasaba. El siempre ha sido muy fuerte y ha tratado de seguir adelante, es por eso que cuando mi padre le ofreció el trabajo de asistente, Andrés dijo que si, aun sabiendo que mi padre solo lo hacia porque yo se lo pedí. Mi padre sabia que no había ningún puesto en la empresa para mi esposo, así que tuvo que despedir a su antigua secretaria para sustituirla por su yerno, lo cuál lo hizo enfurecerse con él porque su antigua secretaria era muy buena en su trabajo, tenia todo organizado, mi padre nunca llegaba tarde, la secretaria no salia de la oficina hasta que mi padre dejara de trabajar y con Andrés pues... no era igual, es decir, el nunca había sido asistente de alguien y cuando se le presento la oportunidad tuvo que ir aprendiendo con el paso del tiempo, lo cuál hizo que mi padre se arrepintiera aun más de despedir a su secretaria y tuvo que tomar medidas drásticas para cambiar a su yerno de área y por fin alejarlo de el y su trabajo. Asi es como Andrés llegó al área de publicidad para ser el nuevo asistente de el jefe de planta, el cuál según Andrés era la persona más perezosa e inútil que puede existir, el me contaba que le encargaba todo el trabajo para que lo único que su jefe hiciera fuera comer doritos y coqueteara con la mensajera, ¡Un total desastre! el solía decir, pero en el fondo a el le gustaba hacerse cargo de todo el trabajo porque le recordaba su vieja época cuando el tenia su propia empresa de publicidad, pero todo empezó a cambiar para bien cuando a su jefe le dió un infarto y por desgracia murió haciendo que Andrés se hiciera cargo de todo oficialmente, pero no fue hasta que mi padre le puso los pies sobre la tierra y después de 6 meses consiguió a un publicista para hacerse cargo de todo el trabajo y por fin ser una autoridad, según mi padre.

Suena el teléfono y dispersa toda la neblina de pensamientos que inundaba mi mente en ese momento. Checo el número que parece ser el de la oficina de mi padre.

-¿Que pasó?.- digo al contestar.

-Hola Emily, habla la secretaria de tu padre.

-¿Qué pasó?.- digo en toco seco. Sinceramente estoy muy harta de esperar para empezar a lidiar con mi padre.

-Bueno... tu padre me mando a decir que le encomendó a Andrés ir a la fiesta de bienvenida de su nuevo jefe.

-¡¿Qué, y que se supone que haga sola en esa fiesta de aniversario de mis padres?!.- digo con la rabia emanando de mi ser y con cada pelo de mi cuerpo erizado.

-No se niña, eso a es tu problema... a mi solo me dijeron que te diera este recado.- ¡¿Cómo se atreve a hablarme así?!, me trato de calmar conteniendo mi desgracia, proceso cada palabra que voy a decir para no cagarla y lograr que mi padre cambie de opinión.

-P.pero Andrés se supone que me iba a llevar a la fiesta de aniversario, ¿Como voy a llegar allá?, a mi padre no le gusta que taxis ajenos lleguen a su domicilio y según yo, no hay choferes disponibles para mi.- ¡Eso!, no va a tener ninguna escusa para no dejar ir a Andrés.

-Ah, eso... tu padre ya lo arregló, hace una semana contrató a un nuevo chofer, así que no te preocupes por eso... de hecho tu padre le dijo que pasara por ti a las 8:30, de seguro ya no tarda en llegar.

-Umm....- me inmuto y mi cabeza se pone en blanco aunque mi enojo sigue emanando.- Está bien, creo que ya no tengo más dudas, luego hablaré con mi padre... muchas gracias.

-Adiós.- cuelga el teléfono. ¡¿Otra vez es así de grosera?!, no me arrepiento de hacerla que la despidieran y de que su antigüedad se perdiera, es muy grosera para merecer mi perdón.

Miro el reloj y veo que son las 7:05, tengo que apurarme a terminar la cena para mi esposo y arreglarme.

El tiempo se pasa como agua y justo cuando termino de ponerme delineador en los ojos, suena el timbre indicando que el chofer ya ha llegado. Bajo las escaleras y me dirijo hacia la puerta de salida pero antes de salir le escribo una nota a Andrés. Al salir de la casa observo a un joven bien vestido abriendo la puerta de un Audi color negro.

-Buenas noches señorita.- pronuncia las palabras mientras me abre la puerta, al entrar al auto lo puedo observar detenidamente antes de que cierre la puerta, pero el se percata de mi análisis.

-¿Hay algún problema señorita?.- dice deteniendo la puerta.

-No, nada... es que es muy raro ver a un chofer tan joven.- le digo haciendo una sonrisita tímida, el lanza una sonrisa igual.

-Créame señorita que me veo más joven de lo que soy y tengo más experiencia de la que parece.- me lanza un guiño y cierra la puerta.

Wow... ¿Que fue eso?... ¿Acaso ese chico me coqueteo?, de solo pensarlo me sonrojo y me empiezo a reír, como si el tuviera alguna oportunidad... aunque seria divertido darle alas.

-El señor Moisés me dijo personalmente que no podíamos hacer ninguna parada durante el viaje y que tampoco usted podría tener algún acompañante, ¿No se le olvida algo?, porque no creo que podamos regresarnos.

-No.- digo en seco, ¿Porqué mi padre no quiere a Andrés en su cena?, tendré que hablar con el.

El viaje a la casa de mi padre fue rápido pero no se me baja el coraje ¿Porqué tanto odio hacia Andrés?, en serio necesito tener una conversación con mi padre. Entro a la casa y lo primero que veo es a mi madre ebria platicando con sus demás amigas ebrias y... a mi padre... hablando con unos ejecutivos que parecen ser importantes me acerco a el pero no me hace caso

-¡¿Qué te pasa?!, ¡¿Porqué odias a Andrés?!.- le grito para captar su atención.

-Emily... ¿Podemos discutir esto en privado?.- me dice con una calma antinatural.

Nos dirigimos hacia el estudio de mi madre que estaba a un costado de donde estábamos discutiendo, al entrar a la oficina, mi padre me indica que tome asiento alcanzo el sillón más cercano y me acomodo.

-Hay algo que te he querido contar desde hace algunos meses... sobre Andrés.

-¿Y es por eso que lo odias?.- le digo cruzando los brazos sobre el pecho.

-No lo odio pero "eso".- lo dice moviendo los dedos acentuando que son comillas.- pero es algo que me decepcionó mucho y me hizo cambiar mi perspectiva sobre el.

-Y... ¿Qué es "eso" tan importante que te hizo cambiar tu "perspectiva" sobre mi esposo?.-digo haciendo el mismo movimiento de dedos,para simular las comillas, que el.

-Esta bien pero bebe un trago en lo que te cuento.- mi padre estira su mano hacia mi dándome un vaso con lo que parece ser vodka.

-Es un Honey Choc, tine cacao, jugo de limón y vodka de miel.-mi padre da un fuerte suspiro y se sienta viendome a la cara.- ok empecemos.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2017 ⏰

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