24 de Diciembre

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24 de Diciembre
4 años atrás
L.A

•Louis•

Casi mediodía y Harry aún no me saludaba. ¿Lo había olvidado?
Dejo escapar un suspiro y hago una mueca algo adolorido con tan solo pensar en aquello. Odiaba eternamente haber nacido en vísperas de Navidad porque finalmente todo se centraba en aquello.

-¿Realmente creías que iba a olvidar que hace 20 años nació la bendición más grande del planeta?- sonreí ampliamente cuando sentí sus brazos a mi alrededor y un sonoro beso en mi mejilla.
-Feliz cumpleaños Boo- susurró en mi oído y apoyó su cabeza en mi hombro, sus cabellos me hacían cosquillas en la cara y jamás podría explicar lo mucho que disfrutaba de esta sensación.
-Soy el hombre más afortunado de la vida- su tono se volvió un poco más serio e hizo que me volteara para mirarlo a los ojos.
-Quizás esperabas una gran sorpresa Boo, pero...- tomó una gran bocanada de aire.
-Hay algo que quisiera decirte...
Hay una cosa que sé desde la primera vez que te vi. Apenas vi esos hermosos ojos azules, supe que había algo en ellos que me harían perder la razón. Desde que te vi Louis, desde que te oí, desde que te sentí, supe que había en algo en ti que yo necesitaba. Y todos los días de mi vida, pienso en lo bendecido que he sido al encontrarte en mi camino. Quizás esperabas una gran fiesta- tragó saliva sonoramente y yo solo pensaba en que lo único que necesitaba era estar con él.
Nada de fiestas, nada de grandes regalos. Lo tenía todo.
-Quizás esperabas que tantas cosas fuesen diferentes, pero también espero que quieras esto tanto como yo. No necesito grandes cosas en la vida más que a ti, que se compara con tenerlo todo. Tengo mi pedacito de cielo. Eres más de lo que jamás hubiera pedido Lou- acarició mi mejilla mientras ambos teníamos los ojos lagrimosos. -No puedo pedir más, Santa me trajo el regalo con anticipación y tu madre nos dio el regalo más maravilloso hace 20 años.Aunque, debo corregirme a mí mismo - rió nervioso -Porque hay algo más que sí quisiera pedir.- HAROLD SE ARRODILLÓ! DIOS MÍO! DIOS MÍO! Grité internamente en mi cabeza, no sé cómo pude controlar mi boca para no dejar escapar un grito de emoción.
-Louis Tomlinson ¿me harías el hombre más feliz del mundo al hacerme el honor de convertirte en mi esposo?- un nudo se puso en mi garganta y no me dejaba hablar. Mis lagrimas rodaban por mis mejillas como una cascada bajando por las montañas.
Harry me ofreció el anillo mientras los segundos pasaban con lentitud. Ojalá pudiera inmortalizar este momento, ojalá la vida fuera como una foto, ojalá pudiéramos revivir algunos momentos una y otra vez no sólo en nuestra mente.
-Si- dije finalmente con dificultad debido a las lágrimas -Quiero ser tu esposo Harold- se levantó y me tomó en brazos apretándome fuerte contra su cuerpo.
-Eres lo más hermoso que pudo pasarme en la vida, no sabes lo feliz que me haces- él apenas podía hablar porque estaba tan emocionado como yo.

24 de Diciembre
Actualidad
L.A

-¿Puedes por favor concentrarte Louis?- Ryssa estaba llamándome la atención nuevamente.
Mi cabeza y corazón estaban aquella cocina en la que había sido nuestra casa en Carroll Avenue. Dejé escapar un suspiro.
-Necesito que prestes atención Louis, por favor. Necesito que estés comprometido con la boda.- Hizo un puchero y me miró con ternura. Ordené un mechón de su cabello tras de su oreja y me acerqué para besar su frente.
-Disculpa Rys- ella sonrió feliz.
-¿Prefieres torta de chocolate o de piña?- no prefería ninguna de las dos.

#Flashback#
-Aquí está la torta de lucuma para el novio hermoso que alguien pueda tener- Harold besó mi mejilla (él amaba hacer eso porque decía que era un gesto tierno y a mí me encanta porque todo de él era jodidamente especial) mientras posaba orgulloso un gran trozo de su pastel frente a mí. Le había tomado unas horas hacerlo, pero estaba seguro que le había quedado delicioso. Harold era un muy buen cocinero y la torta que él preparaba era mi favorita en el mundo.

#Fin flashback#

-Chocolate- dije sin ninguna emoción después de unos segundos. Hubiese dicho lucuma, pero eso hubiese significado compartir algo que era solo de Harry y mío.

Ella no me había saludado. Ryssa estaba siempre inmersa en su mundo.
En estos dos años, no lo había recordado y estaba bien.
Eran vísperas de Navidad, cualquiera podría olvidarlo.
Cualquiera menos Harold.

My Last BreathDonde viven las historias. Descúbrelo ahora