Escala de Grises |[PAUSADA]|

Prólogo

Una mañana normal y corriente sin diferencia alguna de los otros días, me desperté cansado por la noche anterior, en la cual no había podido conciliar el sueño tan fácilmente. Me levanté y estiré los brazos con cansancio, camine descalzo hacia el baño y cerré la puerta. Ya dentro abrí el grifo del lavamanos y mientras el agua caía miré mi rostro en el espejo... Tenía los ojos y la mirada perdida, el pelo despeinado y la cara un poco sucia. Al parecer tendría que darme una ducha y lavar mis sábanas. Preparé la lavadora, puse las cobijas dentro y me dispuse a desvestirme para bañarme. El agua estaba tibia... es relajante; pensé -No quiero ir a la escuela...-
Ya afuera y con la bata puesta, entré de nuevo a mi habitación, cerré la puerta y me puse el uniforme color azul. Me seque el pelo y volví a salir para bajar por las escaleras y llegar a la cocina. Tomé una manzana y la puse en el portafolio. Hora de ir a ala escuela.

Cerré la puerta principal con llave y seguí mi camino de rutina a la escuela, camine por las misma calles y al final llegé... la misma ruta de siempre. Eran dos edificios grises y blancos, con toques azules. La entrada es de metal plateado que resplandece con el amanecer que se acercaba dejando atrás las nubes nocturnas, pequeños jardines verdes y vivos a pesar de que nadie los regaba. Entré despreocupado por la reja abierta mientras que detrás de mí empezaban a llegar mis compañeros, camine hasta llegar a mi salón.
Abrí la puerta; la habitación estaba vacía -parece que soy el primero en llegar, que aburrido- medite un momento antes de sentarme y un suspiro se escapó de mis labios... lo que no me permite dormir es el recuerdo de tu rostro cálido, pero ala vez triste. Lleno de verdades incompletas la cabeza me empezó a doler un poco, un zumbido me atormenta; mientras organizo mis ideas la puerta se abre bruscamente y una persona entra corriendo, gritando mi nombre. Arrepentimiento es en lo único que puedo pensar. -¿Desde cuándo llego temprano a la escuela?-