Es domingo y me despierto a las 11 de la mañana, raro en mí por que con la fiesta de ayer me hubiese levantado a las 3 de la tarde, pero bueno soy así de rara.
Fuí a hacer mi rutina de limpiarme la cara y labarme los dientes, cuando de repente sentí un mal presentimiento, algo malo había pasado. Bajé las escaleras para dirijirme al comedor en busca de mis padres, pero ninguno estaba y cuando empecé como una loca a gritar el nombre de mi hermana oí a lo lejos sonar algo, era el teléfono de casa. Lo cojí y para mi grata sorpresa era mi madre.
-¿Marta? Hija, tienes que venir corriendo al hospital, a tu hermana le ha pasado algo.- Me dijo y tardé tres segundos en vestirme y cojer un taxi al hospital.
En cuanto llegué ví a mis padres sentados casi llorando en la sala de espera y pregunté que había pasado, fue ahí cuando me enteré que mi hermana Elena sufría del corazón y le había dado un pequeño infarto.
Estubimos esperando bastante tiempo hasta que por fin salió una enfermera.
-¡¿Qué ha pasado con Elena, se encuentra bien?!- Le preguntó mi madre sofocada.
-Elena está ya mejor, pero necesitará descansar todo el día en el hospital- Respondió la elegante enfermera de pelo recogido. Fue la mayor alegría que nos dió, no se que llega a ser de nosotros si Elena se hubiese muerto...
Eran las 5 de la tarde cuando mis padres me mandaron a casa por que no querían que estubiera en ese hospital amargada, al principio me negué pero luego me hecharon.
Preferí volver a casa andando y cuando estaba de camino me senté en un tranquilo banco tapado a la sombra de un gigantesco árbol, allí estube reflexionando sobre lo que había pasado y pensando si al final iba a ir con Sandra a celebrar mi cumpleaños, la verdad que no quería ir pero se lo prometí.
Mientras estaba con mis dudas un chico con aires de creído pero a la vez un tanto atractivo se me acercó.-Hola guapa, ¿y esa cara tan larga? eres demasiado bonita para que estés triste ¿no crees?- Me dijo y me puse colorada al escucharle.
-Tengo mis motivos para estar triste y, ¿tú quién eres?- Al fin le pregunté aunque tartamudeando un poco.
-¿Qué quién soy yo? Ja, ja, ja tiempo al tiempo guapita, y sea lo que sea que te preocupa, piensa en mí y se te pasará.- Me dijo y se despidió con un "espero volver a verte", no había visto un chico mas chulo que este, aun que en el fondo me hizo sonreir.
Llegué a mi casa después de haber estado varias horas sentada en el banco y paseando, me di cuenta que eran las diez de la noche, hora justa a la que me dijo Sandra de quedar, lo pensé un rato y al final salí en su busca. Sandra me estaba esperando al lado de una fuente en la plaza mayor, le conté lo sucedido con mi hermana y nos fuimos a una gran discoteca y muy popular en mi ciudad llamada"Mango".
Entramos y para mi sorpresa veo bailando al chico del banco, le digo en voz baja a Sandra que vayámos a otro lugar de la discoteca que esté apartado de él, pero fué demasiado tarde, ya me había visto.
-Nos volvemos a encontrar guapita, y esta vez vienes acompañada, encantado de conocerte- Le dijo a mi amiga mientras me guiñaba un ojo.
El chico misterioso seguía sin decirnos quien era y nos sacó a bailar. Después de 2 horas bailando las penas y dudas que tenía antes se fueron y ahora solo pensaba en que estaba molida.
-Sandra ¿por qué no nos vamos ya?- Le dije a mi amiga cautelosamente para que el chico misterioso no se diera cuenta.
-Vale, vamonos.-Me respondió y con dos besos nos despedimos del chico misterioso y nos fuimos.
Eran ya las doce o una de la noche, seguíamos de vuelta a casa hasta que en una esquina alguien encapuchado y vestido de negro nos sorprendió queriendonos atracar, Sandra logró escaparse pero yo en uno de los intentos de correr resbalé precipitadamente y caí, dejándome totalmente indefensa.
El hombre encapuchado estaba casi a punto de cojerme, cuando ví que por alguna razón caía inconsciente al suelo... ¡Era el chico del banco! El chico misterioso fue quien le pegó al encapuchado por detrás, eso es lo último que supe en esa noche, porque después caí inconsciente también.
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"Amor a corta distancia."
RomancePienso cada hora, cada minuto y cada segundo para volver a encontrarme contigo.