"Amor a corta distancia."

26 de Diciembre

Hoy por fin llega el día en el que Marta cumple sus 18, se encuentra en su casa dormida como de costumbre.

(Suena un despertador)

-Martita, ¡feliz cumpleaños, hija!- Dice mi madre laura al entrar en mi cuarto con una tarta gigante y espléndida.

-Oh, muchísimas gracias mamá- Le dije al fin despierta y dándole un enorme beso, aún con el pijama puesto.

Después de haberme vestido, bajámos mi madre y yo al comedor donde esperaban sentados mi hermana Elena y mi padre Enrique.

-Por fin se despierta la bella durmiente, ¡felicidades!- Dijo mi padre con mucha energía.

-Eso, eso, la vieja de la casa ja, ja, ja, ¡muchas felicidades!- Se unió mi hermana.

-Muchas gracias a todos- Respondí.

Al cabo de media hora cuando habíamos cantado ya suficiente la canción de cumpleaños feliz y habíamos desayunado, me arreglé un poco y salí a dar una vuelta.
Me fuí andando por el Puerto Marina de Málaga, mi ciudad. Y al rato de estar paseando, me encontré con mi mejor amiga; Sandra.

-¡Feliz cumpleaños mi amor, ya eres mayor de edad!- Me dijo sonriente como siempre y muy enérgica.

-Sí, por fin, muchas gracias Sandra- Le respondí y empezamos a caminar, a la vez que nos contábamos historias del pasado.

Ya había pasado mucho tiempo fuera y tenía que volver a casa, cuando estaba a punto de irme Sandra me cojió del brazo y dijo:

-18 años no se cumplen todos los días, comprendo que hoy quieras estar con tu familia pero mañana podríamos celebrarlo tu y yo en alguna discoteca, ¿qué te parece?- La idea no me favorecía mucho por que aun que nadie se lo crea, soy la típica chica a la que no le gusta salir por las noches, pero aún así la ilusión que tenía Sandra me conmovió y acepté.

Llegué a casa, eran las seis de la tarde y para mi sorpresa en mi casa no había absolutamente nadie cuando entré.
Empecé a buscar a mi madre por la casa y cuando llegué al salón me encontré con una nota que decía lo siguiente

"Cariño ven al mirador te tenemos una sorpresa, besos mamá."

Como decía la carta me dirijí al mirador o también llamado mi lugar preferido en el mundo, desde allí puedes ver el mar y la montaña a la vez y está repleto de flores y naturaleza por donde quieras que mires.

Cuando llegué me sorprendieron mis padres y mi hermana al haber llamado también a mis abuelos para montar una fiesta allí, simplemente me encantó, bailamos hasta al anochecer, bebimos algo mis padres y yo y me regalaron lo mejor del mundo: ropa.