Capítulo 12

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Esperé pacientemente por una respuesta o algo que me diera una pista de lo que ella estaba pensando en ese momento pero no me lo ponía fácil, afivinar sus pensamientos con respecto a éste tema es algo que nunca podré hacer.

Estoy perdiendo la paciencia y mis manos están pagando alto el precio por enterrarme las uñas en ellas, al menos mi mano derecha debido a que la izquierda sigue vendada y no duele gracias a eso.

-Yo no quiero pensar mucho en lo que siento y no quiero tomarme esto muy en serio pero... Admito que me gustaría darle una oportunidad a esto, sea lo que sea.

Kim parece haber perdido el poder de hablar y yo por mi parte sigo esperando su respuesta.

-Yo... -por fin parece que va a decir algo pero vuelve a enmudecer y yo no puedo soportar su silencio un segundo más; me pone los pelos de punta.

-Sé que a ti también te gusta pero no sé que tan fuerte es lo que sientes por el...

-No sabía eso...

-¿No sabías qué?

-No sabía lo que sentías por él... Yo...

-Sientes lo mismo, ¿no es así? -centre mi mirada en mis manos hechas puños y esperé por su respuesta. Aunque en el fondo ya sabía cual era, muy aparte dependiendo de lo que me dijera.

-Eso no importa ya - dijo en un susurro casi más para ella que para mí. -Eres mi hermanita menor y no quiero perderte, no dejaré que un chico arruine eso que tenemos.

Miro a Kim y veo el dolor y la sinceridad en sus ojos tan claras como el agua que me causan unas inmensas ganas de abrazarla que no me contengo. Tengo a mi hermana entre mis brazos y pienso en lo que ella siente y en el sacrificio que está dispuesta a llevar a cabo por mí; pienso en que le importo más que cualquier chico y cualquier cosa, que las palabras salen solas.

-Si tú estás dispuesta a alejarte de él yo igual.

Dejo de sentir su agitada respiración en mi hombro y la miro tiernamente mientras una lágrima cae por su mejilla y aterriza en su sonrisa.

-Sé que es egoísta pero me alegra que lo hayas dicho. - me mira disculpandose y yo me río porque sé que es verdad y porque si estuviera en su lugar también me hubiese alegrado el que ella lo dijera.

-No importa, es bueno saber que eres honesta conmigo y que me entiendes a pesar de el gran esfuerzo que conlleva. - la abrazo nuevamente y me siento bien, a pesar de que quizá he perdido a mi posible amor verdadero. La familia es primero y ella también lo sabe, por eso es que la quiero demasiado, porque ella me entiende a la perfección. -Te quiero mucho.

Suspira profundamente y me aprieta aun más. Yo sonrío y disfruto de aquel momento de paz con mi perfecta hermana.

-Lamento haberme portado de esa manera, yo... - se queda sin palabras y yo aprieto su mano un poco para que siga y así lo hace. Jamás había sentido una ira de ese tamaño ni unos celos incontrolables como aquellos y no supe que hacer con todo eso, simplemente fue demasiado. Me di cuenta no sólo de que estaba molesta por tu prescencia sino que te envidiaba de todas las formas posibles cuando yo...

Me separo de ella y la miro a los ojos completamente asombrada por aquella confesión.

-Yo nunca me había sentido insuficiente a tu lado como estos últimos días. - se le llenan los ojos de lagrimas cuando dice esto y deja salir un suspiro cuando una lágrima resbala por su mejilla que me parte el corazón. Baja la cabeza avergonzada por sus palabras y yo casi me lanzo a llorar como una real magdalena con ese gesto.

¿Es que no se da cuenta de que es el mayor orgullo de mis padres en casa? ¿no se da cuenta de que tiene mejor carácter y personalidad que yo? ¿no se da cuenta de que la mayoría del tiempo hace todo bien y que cuando no lo hace a nadie le importa un carajo sólo porque es Kim de la que estamos hablando?

-¿Pero qué no te das cuenta de qué eres la perfección en persona?

-No lo soy. - frunce el seño y se me queda mirando como si acabara de decir la tontería más absurda que haya escuchado. Bufo.

-Ese es el punto, hermanita, - le doy un toque a su nariz con mi dedo y sonrío de manera dulce - no eres consciente de ello y por eso es que es mi deber hacértelo saber.

Ella se me queda mirando seria, analizando mis palabras y entonces empieza a sonreír. Lo ha captado.

-Es algo extraño... - suelta una risita un poco rara y yo sonrío nuevamente. Parece que le agrada la idea de ser el orgullo de la casa y yo no tengo ningún problema con eso, sé que a su tiempo, haré que mis padres también estén orgullosos de mi.

-Bueno, ahora que lo sabes supongo que la idea de alguien como tú teniendo celos de mí es algo totalmente ridículo, ¿cierto?

-Es...algo raro pero de alguna manera como que esto me ha quitado un peso de encima. - suspira y luego me sonríe abiertamente, luce más feliz y eso me da una satisfacción enorme. Saber que yo he sido de gran ayuda para ella y que no sólo he contribuido a reconciliarnos, me deja una sensación increíble en el pecho.

-Genial, entonces el problema de Cameron queda oficialmente superado, ¿Cierto? - la miro con una pequeña sonrisa y ella borra la suya. Mierda.

-Supongo que sería lo mejor. - frunce el seño y asiente unas cuantas veces como tratando de convencerse así misma de sus palabras. Y yo vuelvo a respirar.

-Bien, entonces me daré una ducha si no te importa. - le guiño un ojo y me levanto, los ejercicios los dejaré para cuando anochezca, ahora se me apetece darme un baño que me relaje lo suficiente de esta conversación tan fuerte que acabo de tener.

-Entonces te veo abajo. - se levanta con una pequeña sonrisa y se dirige a la puerta. Asumiendo que eso es todo me dirijo al baño cuando escucho el sonido de mi celular en tono de llamada, haciendo que me detenga. Cuando me giro para tomarlo me encuentro con que Kim también se detuvo y también está observando con curiosidad el celular. La miro y ella me mira de vuelta. Me encojo de hombros antes de ir por el.

Mierda.

Es un chico.

Es Cameron.

SummerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora