▶Editado
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.Su flequillo caía por sobre sus cejas. Sus ojos brillan al verla, la veía fijamente.
Ella le sostenía la mirada. Con unos ojos redondos, grandes, y muuuy abiertos.
Ella se sentía paralizada. No sabía ni que decir ni cómo actuar. Sentía la cara arder... De hecho ya estaba acalorada... ¡Hasta la boca seca tenía! Mierda. Pensó.
Poco a poco él se fue acerado, sus respiraciones tan cerca...
Ella no podía más que pensar en que gracias al cielo, había lavado su su dientes.
Y de un momento a otro, sucedió; comenzaron a compartirse cientos y cientos de bacterias bucalmente de forma apasionada.
Pero, ¿a quién jodidos le importan las estúpidas bacterias, cuándo algo se siente tan increíblemente bien? A un obsesionado de la desinfección y la limpieza seguramente, pero este no era el caso, así que para ellos era algo tan mágico y placentero que siguieron así por unos momentos.
Lejos de lo excitante del beso, era la confirmación a aquella conexión que sentían mutuamente el uno con el otro. Aquello regocijaba sus corazones y los hacía bombear más rápido.
Entre algunos jadeos y leves gemidos se separaron.
—Quizás no me creas, pero, te amo —dijo en voz baja y agitada él, con la frente apoyada en la de ella.
—Somos tan jóvenes... —le hablo ella, recargándose en el asiento, sin dejar de verlo.
—Y siempre será así, quiero que lo recuerdes —la interrumpió, dejando escapar una floja carcajada—, a que te amo me refiero, no a que siempre seremos jóvenes —susurró sonriendo.
Rió ella también, levantó la mirada para apreciar una sonrisa tonta y fanfarrona en el rostro de él. Sintió calientes las mejillas, con demasiados sentimientos apabullados en el pecho, no estaba muy segura de que contestar con respecto al te amo. ¿lo amaba?
Él sonrió y continuo, —No importa dónde estés, dónde este yo, sé que eso no cambiara -e intento cantar—, You wherever you are —se interrumpió para besarla nuevamente.
Ella correspondió confundida. Fue un beso corto pero profundo.
El autobús donde iban freno de pronto, eso hizo que chocarán sus frentes, ella sonrío, pero él se separo. Se levanto de el asiento, rápido, no dijo nada. Se acomodo la pequeña mochila a su hombro, y se bajo sin decir nada.
Nada.
Estaba atónita. ¿Qué mierda...?
Lo llamo por su nombre, le pidió que se detuviera, pero la ignoro.
Cuando bajo del autobús e intento buscarlo entre la multitud, no lo pudo encontrar. Desapareció.Desapareció.
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Humo. (editando)
Teen FictionUna vida perdida. Una alma perturbada. Un amor, que tal vez, no sea suficiente para salvarla. 2015/2016