Capitulo #1: Aun queda un poco.

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"La vida es hermosa, pero la mía está enenenada para siempre."

-Beethoven. 

Dolía como no tenía idea, se sentia vacia, vacia y sucia. 

Había pasado más de dos años desde aquella tragedia.

No lo había olvidado del todo, aun recordaba aquella noche. A la perfeccion. 

Suspiró, después de tantos meses aun seguía con aquella cosa, debería pensarlo, debería ya dejarlo en paz, solo le afectaba cada día más y más.

Tenía esas manchas oscuras debajo de sus hermosos ojos, bueno esas cuencas que sostenían sus mejillas, antes eran bellas, brillaban con solo una sonrisa, ahora...estaban apagadas, al igual que toda ella.

Aquel anochecer lo había cambiado todo. Desd sus pesamientos a su forma de vivir.

Seguía estando feliz, sonreía pero la mayoría de las veces no llegaba a sus ojos.

Era una chica aplicada, estaba en buena condición, a pesar de todo, se mantenía firme...a veces.

Trabajaba en una tienda siendo almacenista, eso de cargar cosas y almacenarlas era lo suyo; además de que era en su tiempo libre -y cuando había solicitudes- fotógrafa. Era mas bien un hobbie, pero si te pegan por hacer lo que te gusta, pues que mejor.

A sus 19 años ya era casi independiente, vivía con su madre, una señora de 42 años con algunas canas, hermosa, cuando la veías pensabas que tenía al menos 30 años no sus 42. Gentil, responsable, orgullosa a veces, amigable y...una excelente madre.

Sonrió. Podía seguir con la farsa de tener una buena madre y lo haría cuantas veces quisiera, solo ella sabía la verdad.

Su madre era una alcohólica que llevaba a cuantos hombres se le antojaba y por la noche o tarde, incluso en las mañanas, se escuchaban esos sonidos raros, esos jadeos y...no quería pensar en eso. Ese secreto solo lo sabía ella y...su amiga "Vi", oh sí...y un amigo.

"Vi" no era má que su computadora portátil, su fiel compañera que le había costado partirse el lomo por más de tres meses seguidos. Y vaya, adorba esa cosa al igual que su arsenal de fotografía, todo le costó sudor y lágrimas. Todo.

Como aquella noche.

Suspiró.

Levantó la mirada y recorrió todo el lugar. Era perfecto para leer. 

Sentándose y abriendo el libro justo donde estaba el marca páginas, leyó las primeras líneas.

"No nos hemos dado cuenta de que la noche ha volado y todavía no tenemos nada de sueño. Pero reímos. Reímos porque hay una primera vez para todo. También para pasar una noche entera delante del ordenador en compañia de una persona que no ves desde hace casi quince años."

Cerró el libro. No podía seguir leyendo, no ese libro. Sobre todo cuando le recordaba a su viejo compañero de noche. Un chico que conoció en la escuela, conectaron de inmediato, pasaban horas platicando; él le contaba de sus travesia cuando era niño, pues en realiad el tenía 23 años y ella 17.

No supo más de él después de aquella noche. Estaba un poco traumada sobre aquella noche. Y tambien empezaba a odia la palabra 'aquella'.

 23 de octubre de 2004, sábado en la noche, 7:30 pm para ser exacto. Había salido al centro comercial y se le hacía tarde para llegar a la casa de una de sus amigas, se iba a quedar para una pijamada. 

Cuando de pronto la agarrarón por la espalda "no hagas nada y no te are mucho daño" siempre decían eso las personas 'malas', pero no quería ni que le hiciera "poco" daño, así que pateó, mordió, golpeó y tumbó a la persona que la había retenido. Por gran obra del maldito destino, eso no fue suficiente, la había agarrado de nuevo; arriconándola en un muro sucio, lleno de grafitis, basura, duro y muy pero muy frio. 

No gritó. No podía dé la impresión y tampoco podía respirar muy bien.

"Shh, no grites o te hare daño, créeme, que te hare mucho daño" cuando escuchó esa voz, tembló. Conocía a esa persona en concreto.

"¿Daniel...por qué lo haces?"

"Porque desde que te vi quise que fueras solo para mi."

Tras escuchar esas palabras supo que no podía persuadir al tipo, era terco y obstinado, en pocas palabras: estaba frita.

Cerró los ojos y se dedico a pensar en sus fotos, en los deberes que le faltaban, en que no iba a ir a la pijamada de su amiga y rezaba para que no se enojara.

Sonidos salían de la boca de él, sentía sus labios en su cuello y luego en su boca, no le quedaba de otra que no hacer nada.

No supó cuando las lágrimas resbalaron de sus ojos ni cuando el tipo se había bajado los pantalones y la había violado. No gritó, la voz no le salió. Nunca supe si fue por el susto o por el asombro de que aquella persona con quien había compartido tantas noches en el chat, era la misma persona que le estaba haciendo aquella atrocidad.

Varios minutos después el hombre la había dejado tirada; parecía inerte poruque no movía ni una minúscula parte. Miraba a la nada, al vacio, sus ojos estaban humedos de tantas lágrimas que caían y no podía hacer nada.

Su celular sonó de pronto. Era su amigo Jonna.

"Hey hermosa, ¿dónde andas?"

Un mensaje de su guapo amigo Jonna. Le contestaría luego, quería estar en paz un poco más antes de entrar al infierno, y con eso se refería a su casa.

Su celular sonó de nuevo. Jonna siempre quería una respuesta.

"¡¿Dónde putas estás?! Te necesito a ti, te mantengo para que me sirvas de comer y me ayudes con la casa no para que andes de puta con cualquier pendejo, ¡al menos escógelo bien! Regresa para la casa de inmediato."

Hizo una mueca cuando terminó de leer el mensaje, su madre era tan fina para hablar, moviendo la cabeza negativamente se dispuso a leer un poco más.

Y su celular sonó de pronto.

Mamá.

-Olvidaló, no le contestes -le dijo su cabeza.

Y ella lo hizó, no lo haría, que resolviera sus problemas ella sola. Bastante tuvo con ella las anteriores dos semanas soportando a sus "invitados" y atendiéndolos (solo les servía agua); limpiando los vómitos de su madre, haciendo los quehaceres de su casa y después yéndose a trabajar, claro...ella era multitareas, más bien era la sirvienta en su casa y su madre era la señora. Yo-no-limpio-porque-tengo-que-estar-presentable-para-los-invitados.

Pamplinas.

Abriendo un libro nuevo empezó a hacer lo que más le gustaba.

Porque nunca se olvida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora