Memorias

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Disclaimer: Todos los derechos reservados para mi escritora británica favorita: J.K Rowling. Warner Bross & Salamandra. La historia es de mi completo terreno.
Aviso: Este fanfiction salió espontáneamente al ver una imagen de Harry/Hermione. Es al final del libro sexto. Obviamente el Trío de Oro no se ha ido de Hogwarts por razones de seguridad decretadas por el Ministerio Mágico. Por en ese lapso suceden muchas cosas. Está un poco raro, pero se entiende. Lo puse desde la vista de Harry, porque obviamente Hermione tomaría atención estrictamente en cada una de las clases y bueno, no los quiero aburrir y no quiero redactar tanto. Mejor, quedémonos con Harry.

Disfruten de la lectura, como lo he hecho yo escribiendo.

"Si me permites intentarlo."

Capítulo I: Memorias.

Ella siempre ha estado junto a mí. Siempre. No hay momento, pensamiento o lugar donde no la encuentre.

‹Esto no es normal, Harry› me digo a mi mismo, mientras me amarro las agujetas de mis zapatos. ‹Ella sólo te ve como un amigo› me tengo que recordar siempre.

—Eh, venga, Harry, que se nos hace tarde. —me apremia mi mejor amigo, Ron. Yo simplemente asiento con la cabeza, tomo mi mochila y lo sigo hasta bajar las escaleras y entrar a nuestra sala común, que nos ha acompañado a lo largo de todo este tiempo. Seamus, Dean y Neville ya se han ido. Así que corremos.

— ¿Se puede saber por qué se han tardado tanto? —nos pregunta muy enojada Hermione. Me acomodo las gafas.

—Ya, ya. En vez de regañarnos, hay que correr o no llegaremos a la clase de Transformaciones.

Hermione fulmina con la mirada a Ron, da media vuelta dramáticamente haciendo que su cabello rizado y castaño vuele y caiga en sus espaldas. Sonrío. Ron y yo nos apresuramos en alcanzarla y no hablarle porque está enojada y no queremos empeorar las cosas. Conocemos perfectamente a nuestra Hermione.

En el camino me pongo a pensar en mi padrino Sirius. El ministerio de Magia cree que es un loco asesino, pero en realidad lo es ese asqueroso Peter Pettigrew. Si tan solo ese día el profesor Lupin se hubiera tomado su poción, ahora lo tendríamos. Tampoco Voldemort hubiera regresado ni matado a...
Se me hace un nudo en la garganta en solo pensar en el cuerpo tendido de Cedric Digory en aquel cementerio, sin vida.

—Harry, ¡Harry! —Hermione pasa un par de veces sus manos ante mí.

— ¿Qué pasa, Hermione? —le pregunto un poco distraído, mientras acomodo mis cosas en el pupitre junto a Ron. Ella hace lo mismo, pero en el pupitre de en frente, junto a Neville.

—Te preguntaba: ¿no hay noticias de la OF? —dice en un susurro. Yo me acerco a ella, al igual que Ron. "OF" son las siglas que hemos acordado decir para la Orden del Fénix.

—No, aún  no.

—Buenos días, clase. —empieza a hablar la profesora McGonagall y a mis amigos y a mí nos manda una mirada acusatoria. Nos separamos y "prestamos" atención.

Bueno, yo estaba en que Sirius murió siendo el asesino de una docena entera de muggles y que la orden del Fénix no me ha regresado la carta que había mandado para saber cómo iban las cosas. Perfecto. Ron y Hermione dicen que no me responden porque no es seguro, que porque el Ministerio de Magia podría tener vigilado Grimmauld Place 12. Esa fue Hermione, tan analítica y lógica como siempre. Vaya, a decir verdad, ella me ha sido de tanta ayuda en todos estos años. Como siempre ella y yo sufrimos de momentos intensos juntos. ¿Eso hacen los mejores amigos? ¿Cierto? Y sé que no debería ni pensar esto, pero Ron ha tenido la vida demasiado fácil. Solo preocupándose por comida y por no tener siempre la atención, claro cuando no lo tengo ocupado pensando en cómo ayudarme a derrotar a Voldemort. Él igual es mi mejor amigo. Pero Hermione..., ella es más que eso.

Si me permites intentarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora