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- Lucifer significa lucero del alba, aquel que fue el ángel de ángeles y ahora señor del Averno. Cruel como ninguno, el más lujurioso, fue invocado para matarte, devorar tu suculenta alma y a eso acudió. - la imagen de un ser asesinando gente suplicante de las mas horrendas maneras se formó en la mente del menor, causando que temblase - Era el más inhumano, capaz de devastar poblados enteros en una tarde y ciudades en un dia. Lord Lucifer. - la imagen de un niño no mucho mayor que Ciel abierto en canal todavía vivo mientras el ser lo seguia torturando inundó la mente de Ciel - Deberías haber muerto Ciel Phantomhive, jamás debiste haberlo cambiado de esa manera- esa voz que se hacia familiar al oído del menor calló abruptamente dejando al menor orientarse, no estaba en la acogedora casa de la vez anterior, no sabia como había llegado asta ahi, realmente tenía la sensación de haber estado traspuesto largo rato. Miro a su alrededor, no había nada solo la más absoluta oscuridad, tal oscuridad qué le aterraba, una humedad caliente y pegajosa que dificultaba el respirar y sofocada el frágil cuerpo del menor
- ¿Sebastián? - ¿que era eso sobre Lucifer? ¿que tenía que ver con el? ¿Porque estaba ayi? Estaba realmente asustado por esa oscuridad qué lo invadia.

Sebastián andaba con paso firme y aire colérico hacía aquel castillo en medio del mortecino páramo en el cual un niño de unos 10 años cabello corto rojizo y rizado, ojos verdes, flaca constitución, alas membranosas y cuernos incipientes arreglaba el jardín de blancas y exuberantes rosas.
- ¡LILITH! - Dio un puñetazo a un muro cercano haciendo que este se agrietase - Donde te has llevado a Ciel - Sebastián estaba ciertamente iracundo, sus ojos refugian en un tono brillante, como dos demoníacos luceros y paso arrasando medio jardín asta Lilith cogiéndolo del cuello y elevándolo - Escupelo sucubo malnacido - estrello el aparente frágil cuerpo del sucubo contra la pared y el pequeño escupió sangre al suelo
- Sin el volverás a ser el grandioso ser que eras - una sonrisa se dibujo en la cara del ser - Volveré a ser tu única puta, la única que puede complacerte - Un aura oscura se tornaba alrededor del mayordomo

- Tres años, tres años con un mísero humano enfermizo y Lucifer cambio - La voz soñaba irritada, parecía venir de todas partes, la sala tenía eco y Ciel solo encontró una pared contra la que apoyarse en la oscuridad - No te necesita, necesita sus masacres descontroladas y orgías viciosas - La voz se animaba - ¡Tu solo eres un lastre para el! - Conforme la voz soñaba más alterada, soñaba más cerca, Ciel estaba totalmente empapado en su sudor por culpa de ese agobiante ambiente húmedo y caliente - ¡JAMAS DEVISTE DARLE UN NOMBRE TAL COMO SEBASTIÁN, SU NOMBRE ES LUCIFER! - La voz ahora gritaba y Ciel intentaba buscar una salida a aquel terrorífico lugar, sabia que Sebastián estaría buscándolo, tenía esa esperanza
- ¡SEBASTIÁN!- su grito rasgo la voz del ser imponiéndose - ¡SACAME DE AQUÍ, ES UNA ORDEN! - Su ojo brillo un segundo y se volvió a apagar ¿por que?

Una punzada atravesó A Sebastián mientras abofeteado al sucubo Ciel lo llamaba, estaba cerca pero algo le impedía encontrar su localización exacta - ¡¿Donde esta Ciel?! - Lilith todavía sonreia
- Para cuando lo encuentres la humedad sofocante, la sed, la oscuridad y el miedo ya habrán hecho demasiada mella en el - su sonrisa sádica perturba a Sebastián
- Adiós Lilith - Mirando la entrada al subterráneo del castillo Sebastián arranco la cabeza de Lilith que automáticamente se convirtió en cenizas - Nadie toca a Ciel - seguido se dirigió al subterráneo, al mismo abrir la puerta se notaba el cambio, del calor seco de fuera al sofocante calor húmedo de dentro, ese lugar parecía una sauna.

Ciel sentía una sed terrible, no conseguía mantenerse erguido por lo que se recostó en el suelo de piedra qué abrasaba su piel. Poco a poco Ciel se deshidrata, el sudar así lo estaba matando. Hacia rato que no oía la voz, pero escuchába pasos de alguien en el pasillo qué cada vez se acercaba más a el. - Sebastián - con la voz quebrada y las pocas fuerzas intentaba llamarlo, el conocía esos pasos frenéticos - Sebastián estoy aquí-lo último que llego a ver fue la silueta del mayor que corría hacia él, pero él ya no era capaz de mantenerse despierto.

Ciel escuchaba tormenta pero no era capaz de abrir los ojos, con gran esfuerzo los entreabrió viendo qué estaba en la acogedora casa. Poco a poco fue consciente de su alrededor, le habían puesto un gotero con suero y había un jarrón con lirios del valle. Cuando miro un poco más cerca se encontró con Sebastián sentado en el suelo y recostado en la cama que si bien no estaba dormido sus ojos mostraban cansancio.
- Hola - Con pesadez Ciel poso su mano sobre la cabeza del demonio acariciando la negra cabellera de este. Sebastián levanto la cabeza para mirar al niño que tenía mirada cariñosa sobre el.
- Bienvenido Ciel - Se subió a la cama atrayendo asta él el cuerpo del menor - Bienvenido pequeño - Años atrás si alguien le hubiera dicho de matar a Lilith y enamorarse de un humano seguramente lo habría matado, pero ahora solo sentía tranquilidad al estar al lado de aquel frágil ser y era lo que quería. Mientras Ciel jamás se había imaginado enamorado y mucho menos de su mayordomo y demonio, era una cosa que le costó aceptar, pero a su lado se sentía tranquilo. Ambos orgullosos seres se disponían a comenzar una nueva etapa de sus vidas.
- A si es que... ¿Lucifer eh? - Ciel reía tranquilo mientras Sebastián se incorporó como si lo hubieran pinchado - E conseguido enamorar al mismísimo diablo en persona - se incorporó el también apoyando su cabeza sobre el hombro del mayor y siguió con las risas
- Pensé que te asustaría - plantó un beso en la frente del menor,ese menor que cada día lo enamoraba más.

Kuroshitsuji: Book Of HellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora