ANNABELLE [ La Muñeca Diabólica ]

"Capítulo 3"

**RECORDATORIO**

~~ Jade ~~

Luego abrió el nuestro....

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~~ Alba ~~

Me encantó esa muñeca.

- Muchísimas gracias!, me encanta!! - dije dándole un beso a mi hermana y a Sheila. Estuvimos comiendo tarta, y hablábamos de la familia.
-Alba, ¿de dónde has sacado ese collar?- me preguntó mi madre.

-Mm...me lo encontré en casa de Marta.- mentí

- Cómo no, te pasas horas en casa de ella. - rió mi padre.

- Es mi mejor amiga, cómo para no hacerlo - reímos.

Cuando acabó el día, me fui a dormir. Me gustaba tanto la muñeca que dormí con ella.
Antes de hacerlo, le puse un pijamita que llevaba en la caja donde venía ella. Me tumbé en la cama y la acosté a mi lado.

- ¿Todavía sigues despierta Alba? Son las 22:30, tendrías que estar ya durmiendo. -regañó mi madre al entrar.

-Lo siento mamá, le estaba poniendo el pijama a Annabelle. Ya iré a dormir.

-¿Annabelle, es así como decidiste llamar a la muñeca?

-Sí, me gustó el nombre,además, eso es lo que pone en mi colgante, así se lo pondré a ella por si se pierde saber si es la mía.

-Muy bien cariño, buenas noches. - se despidió mamá.

-Buenas noches mami.

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5 horas después ....

Tenía frío, no podía dormir.
Abrí los ojos y me encontraba en la cocina, con la ventana abierta, y yo en el suelo. No podía creer lo que veía.

Veía que mi mano estaba cubierta de sangre, al igual que agarraba un cuchillo jamonero,también cubierto de sangre, igual que mi pijama blanco. Me levanté.

En mi otra mano tenía la muñeca, Annabelle, la cual tenía una sonrisa dibujada en su rostro, la que no recuerdo que hubiera tenido. No le di importancia, corrí rápido hacia el aseo y me lavé las manos.

A continuación, volví a mi habitación y me cambie de pijama. La ropa " sucia" la metí en la lavadora y el cuchillo lo lavé en el fregadero. Cerré la ventana y me dirigí asustada a mi cama con la muñeca en mis brazos.

Al acostarme, me sentía tan asustada que empecé a hablarle a la muñeca.

- No pasa nada, todo es un sueño - me repetía veces seguidas mientras mecía a la muñeca en mis brazos.

- No lo es, creeme - oí decir a la muñeca...
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Al día siguiente ...

Abrí los ojos. Me sentí feliz al saber que era un sueño. No podía ser verdad, era una tontería. Miré a la muñeca, y recordé lo que soñé anoche, incluyendo que me hablaba.
No le di importancia y la abracé.

Bajé las escaleras feliz para desayunar.

- Hola peque - me saludó mi hermana,la que estaba en la mesa de la cocina tomándose su desayuno.