cap11

27 2 0
                                    

REVELACIONES DOLOROSAS

Una mañana de sábado, perla se había levantado temprano. Sentía una extraña sensación que la empezaba a molestar y le oprimía el pecho. Pensó en descargar un poco de tensiones queriendo pintar un cuadro, por lo que se encerró en su atelier. Comenzó a pintar e inspirarse en un hermoso paisaje, donde se veía un camino otoñal, bordeado por altos pinos y forrado de amarillentas hojas caídas desde esos árboles. Con esa imagen en su mente comenzó a pintar su nueva obra.

Esa mañana, William se acercaría al atelier con una charola que contenía un desayuno especial, hecho por él para ella. Esa visita era muy extraña, ya que William rara vez se acercaba al atelier y más con un desayuno especial para su amada.

- Buen día mi nena - saludó William entrando a la sala con el desayuno.

- Buen día "Súper will" - saludó perla - ¡Vaya! ¿Y esto? - preguntó en alusión al desayuno.

- Desayuno para mi nenaza, edición especial - dijo willq, dándole un tierno beso a los labios.

Perla se puso muy contenta por el recibimiento de William . Juntos se dispusieron a desayunar, mientras hablaban de diferentes temas. Uno de los temas que tocaron fue la relación con Chandler , la cual finalmente pudo arreglarse:

- Entonces, ¿has podido recuperar su moto? - preguntó Perla

- Sí, y no solo eso. Chandler me pidió que ayudemos a una persona que conoció en la cárcel, la cual me pareció muy extraña - dijo William .

- ¿Tenía pinta sospechosa?

- No, todo lo contrario. Parecía un hombre de códigos, muy responsable pero apasionado por los motores. Y lo más extraño de todo, tenía un algo que me hacía recordar a alguien.

- ¿Alguien como quien?

- No lo sé. Juraría que era parecido a Pete, mi mejor amigo.

- Es extraño, me habías dicho que no tenía familia.

- Sí... demasiado extraño. - dijo William , para luego quedar un rato largo en silencio.

- Mmm, Mítico, esto se ve muy delicioso. - dijo perla bebiendo un poco de su café.

- Pues me alegro que te guste, mi amor. Pensé mucho en ti para hacerlo.

Perla se puso contenta de oír esa declaración de William y siguió disfrutando el desayuno.

- Pues es mejor el desayuno, mientras estamos aquí solos - dijo perla.

- ¿Ah sí? - respondió William - Pues puedo hacerlo aun más delicioso - y dicho esto se acercó a perla para abrazarla y levantarla y sostenerla por sus piernas, haciéndole que perla anude sus piernas sobre la cintura de William . Y así, sin remediar por el espacio físico, comenzaron a hacer el amor. La cosa venía bien, hasta que perla se detuvo.

- Espera, espera por favor.

- ¿Qué? ¿No te gusta? - preguntó William .

- No, no es eso. Es que no me siento bien. Tengo una sensación extraña que me oprime el pecho y no estoy bien. - dijo perla preocupada. William la ayudó a sentarse en una silla y se quedó a su lado.

- Pues mira que a pesar de todo, tienes la energía de una niñata - halagó William .

Perla se rio de la adulación de su amado e intentó tomar el pincel con el que estaba pintando. Sin embargo, cuando quiso pegar una pincelada, inexplicablemente perdió la practicidad y dejó caer el pincel al suelo. Algo andaba mal y perla lo suponía. Esa caída no fue accidental, sino que fue producto de algo que le estaba sucediendo. William le alcanzó el pincel y notó una expresión de angustia en el rostro de perla .

El Pasado Nos Condena(Chandler riggs Y Tu)Where stories live. Discover now