Tiempestad

Preaparición.

— ¡¿Dónde ésta Hudson?! Retumbó en la sala de espera Weaver, uno de los superiores de Hudson, miembro del sindicato de seguridad del condado de Seattle. Estaba furioso, llevaba un papel en la mano que apretaba con fuerza.

— Eso no suena bien. Dijo Walter, uno de los oficiales en la sala de espera.

— Rayos, sabía que Hudson no se salvaría de esta. Dijo Manetty con nervios levantándose de su asiento mientras el hombre de traje y sombrero se acercaba a ellos.

— ¿Dónde ésta? Preguntó Weaver entre dientes conteniendo la ira a los oficiales que solo tenías algunos rasguños y unas vendas en los codos y en la frente.

— No puede entrar. Le respondió Walter muy serio al hombre bien vestido.

— Yo siempre puedo entrar. Dijo Weaver a Walter con una mirada de odio y se dirigió a la ventanilla de información. La enfermera dio los datos y Weaver mostró la hoja a la señorita y antes de que ella pudiera decir una palabra. Se fue en dirección a la habitación de Hudson.

Walter lo observó con una mirada suspicaz y sospechosa. — El tipo no me agrada. — Comentó.

— No te culpo. Dijo Manetty observando al hombre que entraba al ascensor.

Hudson estaba en reposo aún cuando se había negado, le habían sacado la bala del pie y estaba acostado observando las noticias matutinas sobre el apagón de anoche mientras tomaba un jugo de naranja. De repente Weaver entró en la habitación sin anunciarse y con una enfermera deteniéndolo.

— ¡Weaver! Saludó Hudson al hombre que acababa de entrar con una sonrisa.

— Esto no es gracioso Hud, yo... ¡Ahg!... Suélteme señorita. — Dijo Weaver mientras le mostraba la hoja con enfado a la enfermera rápidamente antes de saltarse y acomodarse las mangas del saco. La empujó fuera del cuarto y cerró la puerta.

— Jajaja, lo es para mí, ¿qué noticias me tienes? Se burló Hudson mientras daba un sorbo de jugo

— El sindicato te odia, y me odia a mí. Dijo Weaver alterado y llevándose las manos a la cabeza.

— ¿Eso es nuevo? Dijo Hudson mientras tomaba una taza de café y le daba un sorbo.

— No lo entiendes, acabas de llevar a cabo un operativo oficial, sin autorización, y trajiste contigo 3 elementos policiales heridos.

— No fue de gravedad, y vamos, el tipo iba a escaparse de nuevo.

— El sindicato ésta furioso, contigo, y con esos dichosos ACP...

— ¡Hey!, eso no es mi responsabilidad, que le reclamen a Omnicorp electronics, yo hice mi trabajo.

— Ese ya no es tu trabajo... Ellos... — Weaver tomo aire y se tranquilizó un poco. — Quieren despedirte. —

— ¿Qué?... ¿Aún me darán compensación laboral por mi pierna?

— ¿Pero que demonios dices Hudson? Dijo Weaver harto y llevándose la mano a la cabeza de nuevo frustrado.

— Bien, entiendo, llevé un operativo a cabo ilegal, y traje a oficiales heridos, ¿Pero que acaso no ves que se trata de un sujeto importante?

— El tipo no tenía antecedentes criminales hasta anoche. ¿Por qué de la nada es tan importante?

— Él, es el tipo que he estado buscando 30 años.

— ¿Cómo es eso posible? Tiene como 20 años.