My Star {Baekyeol/Chanbaek}

Capítulo 4.

Imposible.

Realmente imposible.

Es decir, ¿Quién se enamora de alguien que conoció en un día? No se podía considerar amor a primera vista, ya que Chanyeol al principio me... irritaba.

Se podría considerar... primera impresión. Pero no sé si puedo considerarlo exactamente amor. Nunca me había sentido de esta manera con alguien antes, ni siquiera con mis viejos romances.

Ver en aquel entonces a Chanyeol llorar... provocó en mí un sentimiento de... protegerlo. Sentí que no debía dejarlo solo. Desde ese entonces he estado más preocupado por Chanyeol. Pero desde aquella madrugada en la que no hacía nada más que llorar, me sentí mal.

Sentí mal el hecho de que ese chico alto gustara de mi amigo. Sentí una punzada en mi corazón, después de todo, ellos no se hablan, Kyungsoo no sabe nada sobre él, al menos no tanto como yo.

Kyungsoo no sabe por lo que ha pasado Chanyeol y me molestaba mucho. Me molestaba Kyungsoo... Ya quisiera que alguien me amara de la manera en que Chanyeol lo hace con él.

Estaba mirando un punto fijo en la pared, perdido en mis pensamientos hasta que pude visualizar la mano de Chanyeol haciendo que volviera a la realidad. -¿Baek? —El alto me miraba con curiosidad, como si quisiera saber en qué estaba pensando, obviamente nunca se lo diría.

Sacudí mi cabeza sacando esos profundos pensamientos de mi cabeza, lo cual sabía que sería imposible. -¿Q-Qué sucede? —Dije con cierto rubor en mis mejillas.

-... Olvídalo. —Dijo desviando la mirada. ¿Ahora qué demonios le pasaba? No estaba de humor como para preguntarle.

Estuvimos un buen rato sin hablar, hubo total silencio. Chanyeol miraba al suelo mientras que yo estaba recostado en la camilla, dándole la espalda. Decidí romper el silencio, que ya estaba irritándome lo suficiente.

-¿No deberías ir a clase? —Dije con algo de molestia en mi voz. El alto alzó la mirada y sonrió con cierta tristeza.

-Quería hablar contigo. —El oír esas palabras con un tono dulce en su voz, fue suficiente para que sintiera un mil de cosas. Me ruboricé al instante.

-¿D-De qué? —

-Le voy a confesar mis sentimientos a Kyungsoo. —Dijo sin rodeos. Mis ojos se abrieron como platos mientras miraba a Chanyeol. Sentí como el miedo se apoderaba de mis sentidos. Me empecé a sentir molesto.

-Sé que a ti no te importa pero... igual quería decírtelo, después de todo sé cómo será el resultado de esto. Sin embargo... debo seguir adelante y quiero empezar por eso. —Dijo mirándome serio. Tenía razón, a mí no me debería de importar... pero, no es así, me importa y mucho.

Sentí cierto alivio al escuchar su pequeño discurso. El que quiera superar esos tristes sentimientos hace que sienta... ¿Esperanza?... No. Jamás.

-Hazlo si quieres... No es asunto mío. —Murmuré desviándole la mirada. Chanyeol inmediatamente se levantó y caminó hacia la puerta de la enfermería.

-¿A-A dónde vas? —Dije curioso por su rápida acción.

-Iré a decírselo, falta poco para el receso y me cansé de soportar tu malhumorado carácter. —Dijo en seco y salió por la puerta. ¿Malhumorado? Estúpido. Todo es su culpa. Lo detesto. Pero era cierto. Parezco la mayoría de las chicas en sus días... o es creo. Creo que debería salir, pensé.

Pensaba salir a tomar algo de aire y luego regresar a clase... pero no fue así. Me encontraba caminando detrás de chico alto, siguiéndolo lo más discretamente posible.

El alto se dirigía al salón de Kyungsoo y para su suerte éste iba saliendo. Pude notar cómo Chanyeol tocó su hombro y mi amigo se volteó y le dio una sonrisa amable. Observé desde lejos como hablaban y luego caminaron hacia un banco que se encontraba al lado de un gran árbol... ¿Y éste lugar de dónde salió? Los dos se sentaron en el banco y pude distinguir la mirada nerviosa de Chanyeol, la cual me molestaba.

¿Cuándo me volví stalker? Sacudí mi cabeza molesto por mi actitud, pero igual decidí seguirlos. Me escondí en unos arbustos cerca del gran árbol y me senté sobre el césped, con la esperanza de poder escuchar su conversación.

>Chanyeol<

-Me gustas. —Le pedí a Kyungsoo amablemente si podíamo hablar, sentí un gran alivio cuando aceptó. Quería privacidad así que lo lleve al lugar que usualmente me escondo en los recesos.

Le dije mis sentimientos y haría que me rechazara directamente. –Sé que tú y Jongin están saliendo. También sé que se lo escondías a Baekhyun y sé lo mucho que se molestó al enterarse. No quiero ser una molestia para ti así que ahora, recházame. —Confesé.

Me miró serio y luego desvió la mirada. –Lo siento. —Murmuró. No me sentía tan mal al escuchar esas palabras, sabía que tenía que superarlo y esta es una de las primeras etapas. Además, ya lloré lo suficiente y dejé que un total desconocido como Baekhyun me viera en ese estado... sin embargo, valió la pena... en muchos sentidos.

-Descuida... no estoy mal, creo que me siento mejor ahora... —Murmuré sonriendo mientras miraba hacia el nublado cielo, al parecer va a llover dentro de poco.

-¿Cómo conocías a Jongin? —Preguntó el bajito, le guiñe un ojo y posé un dedo sobre mis labios.

-Es un secreto. Eso no importa ahora... Quiero agradecerte. —

-¿Por?... —La mirada curiosa de Kyungsoo formó una sonrisa en mis labios.

-Creo que... encontré algo interesante gracias a ti. —Confesé. Tenía cierta cosa pasando por mi cabeza últimamente y no podía evitar estar nervioso por ello. Sin embargo, estar de ésta manera con Kyungsoo, era suficiente para que mis sentidos se detuvieran.

-¿Estaría bien si pregunto por eso? —Dijo Kyungsoo con una sonrisa. No pude evitar ruborizarme por su tierna sonrisa.

-Una persona. —Susurré y me levanté de aquella banca. Kyungsoo hizo lo mismo y me despedí de él. Supongo que eso es todo. Ya era la hora...Chanyeol, pensé mientras veía a aquel chico quien fue mi amor platónico por 4 largos años irse y dejándome.

Superarlo no será fácil. Pero no me iba a estancar en un amor imposible. Quiero seguir adelante y enamorarme de alguien quien me corresponda.

Y creo... que ya encontré a la persona indicada para ello.

Las clases acabaron rápido y pude ir libremente a mi casa, ignoré a Baekhyun el resto del día y él hizo lo mismo, no entendía por qué se puso de tan mal carácter de la noche a la mañana.

Tomé el autobús y éste se detuvo en mi parada habitual. Camine un poco hasta llegar al edificio donde vivía. Era un lugar pequeño pero barato y eso me bastaba.

Subí las escaleras (Ya que no había ascensor) y llegué a mi departamento. Abrí la puerta y entré a mi casa. Tiré mi mochila en el sofá y caminé hasta mi habitación. Me tumbé en mi cama y miré hacia el techo.

-Oh... Ya llegaste. —Dijo con una sonrisa en su rostro y suspiré.

-Hola... Jongin. —