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En todos los años que Michael había sido el hada de los condones — los cuales solo eran dos— nunca encontró a un chico atractivo como el que tenia al frente suyo. Su cabello rubio se veía perfecto pegado a su frente.

Michael no sabia porque, pero en ese momento pudo arrancarse los ojos por el cuerpo hermoso del chico. Dejando de lado a la ebria chica rubia con la que se estaba besando, Michael se sentía en el cielo. Sintió como se endurecía al escuchar al rubio gemir. "Mierda, tranquilízate clifforconda" Michael murmuro mirando a sus pantalones.

Michael salto al escuchar un ruido, cayendo hacia atrás y golpeándose con la mesa de noche. "Mierda, ouch"

"¿Escuchaste algo?" La chica preguntó, viendo alrededor de la habitación. "¿Hay un fantasma o algo? Oh dios mio, ¿El fantasma nos esta viendo?"

Michael golpeó su frente al escuchar a la chica. ¿No pudo elegir a alguien mas inteligente? Pensó él.

"No, no hay ningún fantasma, ahora sigamos-" La chica negó y recogió su camisa del suelo. "No te creo, estoy segura de que hay un fantasma aquí"

Camino hacia la puerta y la abrió, paró y miro a Luke. "Deberías instalar esa app de fantasmas. O ver el vídeo de Shane Dawson. Vi su vídeo y él realmente sabe como-"

"¡Okay!  Es hora de que te vayas, toma un taxi y cuídate okay, bye" Luke rápidamente, empujo a la chica fuera de la habitación y cerro la puerta. "Demonios"

"Hasta que se fue" Michael masculló, limpiando sus pantalones. Luke levanto una ceja al escuchar la voz de Michael. Él no tenia un compañero de habitación, solo era él.

Luke tomó su zapato del suelo y lentamente camino a su cuarto y abrió la puerta. Michael brincó cuando la puerta se abrió y Luke grito, tirando su zapato a Michael.

"¡QUE MIERDA!" Michael abrió sus ojos y agito sus manos frente al rubio. "¡Todo esto es un sueño! ¡Ve a dormir!"

Lamentablemente, Michael olvidó llevar su polvo, hacia que las personas se duerman y olvidaran haber visto a Michael. "¿¡Quien mierda eres!?" Luke gritó, buscando algo para lanzarle a Michael.

El chico de cabello rosa sonrió. "Buena, veras, es una historia rara. Soy el hada de los condones"

Luke miro al chico. "Llamare a la policía." Michael corrió hacia Luke y cayo a sus rodillas. "¡No! ¡Por favor, no lo hagas! ¡No puedo perder mi trabajo! ¡Te lo diré todo! ¡Por favor no llames a los policías!"  Michael rogó, aferrándose a las largas piernas de Luke.

"¡Te haré una mamada! ¡Lo que sea!" Michael lloró, Luke acaricio su sien, "No llamare a la policía ¿Okay? Solo dime porque estas en mi casa"

Michael sonrió y se sentó en la cama "Siéntate, rubio. Es una larga historia."

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:-)

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