Los jadeos de un pelinegro.

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♣One shot♧
South Park.

-¡La tenemos!, ¡la tenemos!.

Gritaba Butters mientras corría a toda prisa con dirección al baño de hombre, mientras una chica furiosa corría detrás de él apenas sujetando sus libros de donde le había sido arrebatada la lista que guardaba celosamente desde esta mañana.

Todos, incluyendo a los menos interesados, se adentraron al baño llenos de curiosidad, y por que no, hasta de miedo.

-Déjenme ver.

Decían algunos mientras intentaban escabullirse hasta enfrente, mientras otros con menor estatura estiraban el cuello para buscar su nombre.

-Joder, esperen, esperen, la pegaré en la pared.
Butters, cinta adhesiva ahora.

Dijo Cartman después de arrebatarle al rubio la hoja de papel, pronto Stotch saco de su mochila un adhesivo con figuritas de Hello Kitie.

-Que marica eres.

Bufo Eric a la vez que cortaba grandes pedazos de cinta y aseguraba la hoja en la pared dejando a la vista de todos esa lista que había sido el objetivo de los chicos desde que se enteraron de su existencia.

-Bien, veamos.

Susurro el castaño mirando la lista, burlándose de casi todas las cosas que habían escritas antes de encontrarse con su nombre.

-Haha, esto debe ser una broma.
Yo, yo no, no me pongo con eso.

La mirada de Eric cambio de divertida a nerviosa al leer lo suyo.
Rápidamente le ordenó a Butters que le diera un bolígrafo con la intención de hacerlo desaparecer.

-Eso no se vale culón, ya has leído los demás, no borres el tuyo.

Protestó el judío arrebatandole el bolígrafo, pronto comenzó una discusión entre Kyle y Eric, en donde claro, ganó Kyle ya que los demás chicos protestaron y obligaron a Cartman a no borrar nada.

-Jodanse todos, esa lista es una mierda, ¡yo no me excito con eso!.

Grito cogiendo su mochila y saliendo del baño con la cara roja de la furia.
Típico de él, negar las cosas que le avergonzaban o que no le convenian.

Y así, durante los próximos 15 minutos los chicos pasan leyendo la lista. Algunos salian riendo, mientras otros se iban llenos de vergüenza.
A medida de que el baño se iba vaciando, las ganas de McCormick crecían por ver la lista de una vez por todas.

-Bien, todos ya la leyeron, sera mejor que la guarde.

Susurro Butters despegando la hoja de la pared.

-Oye espera.

Susurro Kenny sobresaltando al más pequeño que lo miro sobre au hombro.

-¡Oh Kenny!, me asustaste, no, no me di cuenta de que estabas aquí.

Pronto los nudillo del de abrigo celeste comenzaron a rozarse entre sí.

-Como sea, eh... me preguntaba si podría quedarmela yo.

Butters miro la hoja.
De cierta manera le preocupaba lo que McCormick pudiera hacer con ella.

-¿Pa-para qué?

Kenny detestaba dar explicaciones, y más cuando se trataba de asuntos muy personales, pero bueno, Butters era su mejor amigo, o al menos eso había quedado claro en Hawai, así que una mentira no le afectaría a ninguno.

-Vamos Butters, ambos sabemos que esas locas tratarán de recuperar la lista, lo más seguro es que te preparen una emboscada y te la quiten.
Por eso creo que sera mejor que yo sea quien la guarde.

El placer del pelinegro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora