Prefacio

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Verano.

Definitivamente no iría detrás de él, definitivamente no le importaba... pensó mientras abría la puerta para ir en su busca. Salió del departamento atravesando la salida para descubrir que llovía a cantaros en aquel momento.

_ Por supuesto que iba a estar lloviendo.

Volvió y tomo el paraguas del perchero, saliendo nuevamente miro a los lados tratando de localizarlo, estaba realmente oscuro aquella noche recordaba había más farolas por la calle pero ahora se encontraban todas apagadas. Dio unos pasos encontrando la espalda de B a tan solo una cuadra de donde estaba, caminando bajo la lluvia con su campera de cuero negra. Abrió la boca para llamarlo cuando una mano lo agarro de la garganta presionando su tráquea causando que ninguna palabra saliera de él. Trato de tomar aire pero era imposible, utilizo sus uñas rasguñando la mano que lo sostenía sintiendo la carne debajo de ellas, tirando y desgarrando la piel pero la presión era tan fuerte. Comenzó a perder la conciencia y justo cuando estaba a punto de desmayarse observo hacia el suelo, que curioso le había resultado que lo último que había distinguido eran unas botas negras de tacón alto.

Ephram sentía frio, odiaba aquella sensación y por más que estaban en verano se sentía helado, su cuerpo estaba empapado y aunque trato de recordar donde se encontraba no pudo. Arrastro la mano por la superficie, se sentía helada y era lisa parecía metálica. La garganta le dolía, trago de manera dificultosa y tosió varias veces, hasta que abrió los ojos y noto la sangre en su palma. La había tosido? Qué demonios había pasado? Enfoco con dificultad, hasta que su vista finalmente respondió.

_... Car...ne?

Sintió deseos de vomitar, alrededor suyo había piernas de res, costillares y distintas partes de animales que no se molestó en mirar lo suficiente para distinguir. Estaba en alguna clase de congelador, una carnicería quizá. Su cabeza comenzó a dar vueltas recordando aquellas botas y la espalda de B. Se recostó de costado acurrucándose en el frio, odiaba tanto aquel maldito frio. Ahora que lo pensaba, todo había comenzado un día particularmente frio del otoño, un día tan frio como aquel.


Tattooed ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora