Capitulo I

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Otoño pasado.

A sus veintisiete años Ephram se sentía atrapado en una vida rutinaria y aburrida. Había tenido que dejar su carrera de enfermería por un percance con el hijo del director del hospital y ahora debía trabajar como estilista de una agencia para mantenerse. Al principio pensó que sonaba lujoso como una vida ideal, codearse con los ricos y famosos, trabajar con fotógrafos internacionales en producciones creativas. Pero a decir verdad solo se trataba de peinar y maquillar adolescentes malcriados, que posarían mayoritariamente en ropa interior y lo tratarían como basura. Ni siquiera podía darse el lujo de mirarlos realmente, ya que la gran mayoría eran muy jóvenes para ser legal...

Podría haber sido él mismo modelo y hacer carrera, si no fuera por su extremo mal carácter. No podía seguir las direcciones de ningún fotógrafo sin terminar peleando verbalmente y en ocasiones también de manera física. Su equipo de trabajo definitivamente lo odiaba, pero era el mejor en ello, nadie sabía complementar el look final como lo hacía el. Aquel día se encontraba en una sesión, pero al ver a la modelo solo se sintió decepcionado.

_ Eso te parece un buen trabajo? Porque me pregunto si realmente sos zurdo y la maquillaste con la derecha o solo un inepto.

Termino de maquillar a la modelo y arreglándole el cabello la ayudo a vestirse sin estropear nada, cuando todo estuvo listo tomo su paquete de cigarrillos. El día era extremadamente helado para ser otoño, envolvió su cuello con una bufanda gris enorme, y un sobretodo azul oscuro. Ephram tenía el largo cabello rosa y ojos color gris era alto delgado y de piernas largas. Vestia unos jeans rotos que no le otorgaban mucho abrigo y aunque realmente odiaba el frio necesitaba un cigarrillo con urgencia. Salió por la puerta trasera del estudio quedándose en el callejón junto a un gran tacho de basura, lo encendió y dio una pitada soltando el humo hacia arriba. Sintió un par de ojos sobre si, y aunque no podía distinguir bien de donde provenían, podía sentir como aquella mirada quemaba su nuca.

_ Debería llamar a la policía? Vas a robarme o solo te vas a quedar mirándome?

Un joven dio un paso al frente observándolo con suspicacia, se encontraba a un lado del tacho de basura y sus botas negras de punta metálica resonaban contra el suelo al caminar, llevaba puesto un pantalón negro de cuerina arrugado, un cinto con tachas y tan solo una remera de alguna banda de rock que Ephram no conocía. Tenía el cabello azul electico en las partes más largas y negro en la nuca, su rostro lleno de piercings y lo que parecía ser muchos tatuajes por su cuello y brazos.

_ Quizá solo quiero un cigarrillo.

Su voz sonaba grave y profunda y aunque aparentaba no tener más de dieciocho años, su tonalidad parecía la de un fumador pasados los cuarenta.

_ Los niños no deberían fumar.

El sujeto sonrió poniéndose frente suyo, al verlo de lado había pensado que sus ojos eran negros, pero solo uno lo era, el otro era de un color celeste muy claro casi blanquecino.

_ Realmente parezco un niño?

_ Mmm a decir verdad... pareces alguien que realmente se esfuerza por parecer un tipo duro.

El menor rio y algo en aquella risa hiso sentir pavor a cada uno de sus nervios, era simplemente tétrico.

_ Y lo estoy logrando?

_ No realmente. –mintió.

Todos sus instintos le decían que hullera de allí, que no jugara con aquel fuego que definitivamente lo quemaría, pero su carácter su terco y maldito carácter le había clavado los pies al suelo. El menor dio un paso al frente acercándose a Ephram, este quería retroceder y casi lo hacía, pero su orgullo continuaba interfiriendo.

_ Entonces... el cigarrillo.

Podía darse cuenta como disfrutaba intimidándolo, podía notar en sus ojos dispares un dejo de sadismo complacido.

_ Pensé que dijiste que QUIZÁ querías uno.

_ Entonces estoy confirmándotelo.

A otra persona se lo hubiera rechazado, a otra persona probablemente lo habría insultado y comenzado a pelear por el solo hecho de irritarlo. Pero aquel sujeto no era como cualquier otra persona. Golpeo con la palma la parte de abajo del paquete de cigarrillos haciendo que uno saliera por la hendidura. El otro lo tomo con dos dedos acercándolo a sus labios, pero antes de que Ephram agarrara el encendedor se acercó a él mirándolo fijamente a los ojos, tocando la punta de su cigarrillo contra el suyo inspiro con fuerza.

Ephram sintió una corriente eléctrica por todo su cuerpo mientras aquellos extraños ojos lo miraban de una manera casi invasora. El extraño termino alejándose y torció la boca, dejando que el humo saliera por un lado mientras sostenía el cigarro con sus labios. Ephram volvió hacia la puerta caminando lentamente hacia atrás, jamás lo habían visto de aquella manera tan profunda y directa, se había sentido desnudo en tan solo un segundo. Miro a un lado tratando de mantener su fachada.

_ Eso es todo?

_ Por ahora, nos volveremos a ver.

_ Espero que no.

El hombre sonrió de lado con el cigarrillo aun en sus labios, no se lo había quitado ni para hablar. Se alejó de Ephram caminando pausadamente y con calma. Ephram apoyo la espalda contra la puerta, pensando qué demonios había sido todo eso.


Tattooed ScarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora