★ ☆Far Away [Larry Stylinson] ★ ☆ [Pausada hasta Agosto]

Capítulo IV

Ser feliz, es prácticamente el deseo de todas las personas, todo se resume en felicidad, por ejemplo los que quieren ser famosos, desean serlo porque creen que al ser reconocidos serán felices, los que ambicionan grandes cantidades de dinero, creen con eso podrán adquirir todo tipo de cosas que les darán felicidad, los que desean salud, creen que mientras no padezcan ninguna enfermedad serán felices, los que desean el amor de una persona, creen que serán felices estando a su lado, los que desean juventud creen que mientras se mantengan en una edad podrán ser felices, los que desean belleza creen que serán felices si son aceptados por los demás, estos son los caminos más comunes que eligen las personas porque creen que así podrán ser felices; pero la fama es efímera, el dinero se acaba, las personas mueren, las parejas discuten, todos envejecen, la belleza es solo algo externo.  En realidad existen muchos otros caminos más simples pero debido a su sencillez son ignorados  muchas veces la felicidad está en pequeñas cosas que encontramos en el camino, cosas que muchas veces no sabemos apreciar ¿Cuándo fue la última vez que viste un amanecer o un atardecer, sin tener nada más en mente que la maravillosa combinación de naranjas y azules? ¿Cuándo fue la última vez que sentiste las gotas de lluvia deslizarse por tu cara? ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste una canción instrumental, para poder distinguir el sonido de las cuerdas vibrando, el tintineo de campanas o la fluidez de una flauta? ¿Disfrutar la compañía de un animal, dejar que se duerma en tu regazo, jugar con el hasta quedar exhausto? Estas pequeñas e insignificantes cosas son las que brindan felicidad.

*Introducción XXL (?) ok no xD*

-¿Ser feliz? ¿No te parece algo muy trillado?-dijo el pelirrojo que se encontraba apoyado en el espaldar de la gran silla

-¿No crees poder cumplirlo?-Respondió el rizado

- ¡Para Peter nada es imposible!- dijo el de sombrero verde mientras se señalaba a sí mismo, mientras todos gritaban en forma de apoyo y otros aplaudían-me parece que para poder hacerlo debes firmar algo antes- dijo en la oreja de Harry- ¡El deseo se cumplirá!, ¡disfruten del resto de la noche niños!- y tanto Harry como el autodenominado Peter desaparecieron en una gran masa de humo.

Harry vio como se elevaba en los aires, tras él estaba el del antifaz viendo como ascendían hasta la copa de los árboles, llegaron hasta una especie de casa construida alrededor del tronco de un árbol bastante grueso y frondoso, una vez ahí, el pelirrojo ayudo a Harry a bajar de la silla y se adentró en la casa

-¿No vienes, Harry?

Harry solo entro, y vio que el lugar era acogedor, pequeño y rustico pero bien iluminado con pequeñas luces y muchos cojines en el suelo.

-¿Qué te parece mi cuartel de operaciones?- dijo mientras se quitaba el sombrero

-Muy pequeño, Louis-dijo Harry mientras miraba a su alrededor

-¿Cómo supiste que era yo?-dijo mientras se quitaba la peluca y se acercaba a Harry

-Primero tu sonrisa-respondió Harry mientras acortaba la distancia-segundo…tus ojos-dijo mientras le quitaba el antifaz, y no quitaba la mirada de Louis-y por ultimo…-decía mientras se acercaba peligrosamente al cuello de Louis, de repente escucho nuevamente el cascabel, esta vez era un pequeño gato blanco, que rápidamente trepo a los brazos de Louis, el tan solo lo cargo, y lo vio sonriente

-¡Campanita!-dijo Louis mientras rascaba la cabeza del diminuto animal, era tan pequeña que Louis solo uso una mano para cargarla, Louis se alejó con el animal.

-tu aroma…-dijo Harry en un susurro mientras se quedó donde lo había dejado Louis.

-Te dije que te quedaras en casa, sabes que es peligroso andar  por estos lugares-decía Louis regañando a la pequeña gatita, que bajo las orejas ante las quejas de Louis-Tranquila, es solo que no quiero que te pierdas-dijo y la dejo en un cojín. Ella se sentó y después de recibir una última caricia de Louis, miró fijamente a Harry, lo extraño de este animal eran sus ojos, eran tan celestes como los de Louis, pero su mirada era penetrante y amenazadora. Harry no podía dejar de mirar al animal hasta que Louis volvió a hablar.