Capítulo XII

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El resto de la semana no me pude concentrar debido a los planes que tendría el viernes, mis manos temblaban al pensar que lo que vería ese día me podía dejar con un recuerdo marcado en mi memoria, muchas veces mi lápiz se caía al suelo y mi compañero de al lado lo recogía y me lo daba, pasaba media mañana de cada día analizando detenidamente que es lo que me esperaba pero no podía encontrar una respuesta a todas mis dudas. Hasta en las noches se me quitaba el hambre o no podía dormir pensando en el contrato de James.

Al final del día, empaque mis cuadernos con las asignaturas que me tocaban hacer trabajos, había recibido este día demasiadas llamadas de atención por parte de mis maestros que casi todos los de las clases se empezarón a burlar de mí, ya que es viernes siento más la presión del día más lo que sucedera en la noche, puedo sentir mi propio aire tenso al salir de la universidad, camino unas cuadras para comprame unas golosinas, puedo decir que estoy lo demasiada nerviosa que compre como 5 bolsas de gomitas de diferentes formas y sabores que ya ni tenía yo misma sentido de lo que hacia.

Al llegar a mi trabajo, ordene varias cosas que habían traido de la bodega, atendí a varias personas y termine unos reportes y recados que tenían en la agenda de trabajo. Mire el reloj 6:45 pm, mordí mi labio y mis piernas comenzaban a convertirse en gelatina, empecé a hacer unas cuentas de lo que se había vendido en el día donde al final se los di a mi jefe. Empecé a arreglarme para mientras que esperaba al chofer de James donde rápido vi como aquel automóvil se estacionaba en la acera de la calle y sabia que ya había llegado mi hora, me despedí de mi jefe y luego salí de la libreria para encontrarme a un hombre alto, piel morena, cabello demasiado negro y con unos ojos color avellana. Al verme me saludo con una cálida sonrisa que se presento y luego tomo mi bolsón aunque no quería porque ya era demasiado con que me llevara hasta donde estaba James pero él no me lo permitió así que al final se la tuve que dar pensando que si no lo hacía y que capaz que si James se enteraba podía despedirlo o algo pero aunque sea una tontería no debo permitirlo aun no conozco totalmente a James y realmente no se como se comportara él ante sus empleados así que al llegar al auto, Paul me abrió la puerta haciendo que me metiera en el auto y luego él cerrara la puerta. Cuando entro al auto y comenzó a dar marcha, me puse en la ventanilla de al lado y comencé a ver hacía donde ibamos.

-¿Quiere escuchar música, Señorita Dornan?

-Claro, pero llamame por mi nombre o sino tendré que llamarlo por su apellido también que es...-No sabía su apellido apenas su nombre recordaba perfectamente.

-Miller, Señorita. -Pude ver como su boca torno una sonrisa y una risa al no saber su apellido.

-Enserio me puedes llamar por mi nombre. -Le volví a recordar.

-No creo que al Señor le guste, Señorita. -Me imaginaba que podía ser por James.

-Hagamos un trato. -Empecé a decirle.

-Usted digame. -Dijo el aceptando. Me gustaba su simpatia.

-Me llamas por mi nombre cuando no este James y cuando este llamame por mi apellido ¿sí?

Pude ver como se quedaba pensando en lo que le había dicho no quiero meterlo en ningúm problema pero eso de "señorita" no va conmigo, ya es demasiado con que pocas personas sepan mis apellidos para que ahora me llamen así y con todo mi apellido.

-Me parece...-No sabía mi nombre así que fui la siguiente en reír.

-Scarlett. -Dije.

-Ok Scarlett, ahora digame lo que quiere escuchar.

Al decirle el tipo de música que quería me puse en medio del asiento para mientras que los dos ibamos cantando las canciones que sonaban y él comenzaba a hablar conmigo, me gustaba que las personas me tuvieran confianza así como yo las tengo con ellas y me agrada que me miren como una persona apartada de los modales porque a pesar que mis padres me diciplinaron para eso aun sigo comportandome como una niña maleducada. Al llegar a un edificio pude ver como Paul de nuevo abría la puerta y salía de ella para mientras que me llevaba hacia el ascensor y luego apretaba él un botón que al parecer es el último así que para mientras sentía como el aparato subía podía ver en la ventana de este mismo la ciudad y donde cada vez la podía ver en lo alto, me veía increible de noche pero ni siquiera sentí cuando ya habíamos llegado y las puertas se abrieron donde pude ver en frente de mis ojos un helicoptero y al lado de la puerta de este mire a James con su traje negro aun puesto, mi corazón empezó a latir tan fuerto que yo misma podía escuchar los latidos fue en ese momento que él comenzó a acercarse a mí hasta llegar, tomar mi mano y besarla; le agradeció a Paul y a su lado apareció un hombre mucho mayor que él donde tenía unos enormes audifónos puesto en sus oidos y una goera tapando su cabello, llevaba una polo negra y en ella en una esquina el nombre de al parecer una aerolinea o algo así.

50 Secretos Más OscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora