Mientras andaba con una amiga por las calles de Madrid, notaba como en el bolsillo de atrás del pantalón me vibraba el móvil entonces, cogí el Samsung S6 edge y vi en la pantalla el nombre de Pablito, no tarde en deslizar hacia la derecha el icono del teléfono verde, al otro lado de la linea mi amigo de toda la vida me dijo que si podíamos quedar para hablar sobre el tema que esa mañana mismo habíamos comentado. Yo le dije que si, que podía esta tarde pero, que iba a ir con una amiga que se quedaba con el hasta por la noche, Pablo acordó que a las 16:30 en la puerta del Sol y ya se irían de ahí hacia un bar o algo para tomar un café. Antes de que los dos colgaran añadió que su amigo Bruno se iría también con él para hacerle compañía e informarse también. Todo acordado, esta tarde tendrían que solucionar cosas ... dentro de 3 horas los viejos amigos se encontraran otra vez después de casi un año sin verse porque así el destino lo quiso.
"16:30 en la Puerta Del Sol" si si si ... Las 16:45 y Pablo todavía sin aparecer .... Eso me da una rabia de él, su in puntualidad me desespera, no soporto a las personas así, pero bueno, nadie es perfecto. Un tipo con una sudadera amarilla y letras negras con otro tipo al lado suyo más bajito se acercan hacia la dirección en la cual yo estoy con mi amiga Rebeca con su precioso mono vaquero con rotos que ahora tanto se lleva y su precioso pelo rubio con mechitas rosas que tanto me gustan, por un tiempo me llego a gustar pero me di cuenta de que no era mi tipo y esque, la mejor belleza es la del interior. Cuando por fin Pablo llegó nos fuimos a un bar muy mono, con diferentes sillas y de diferentes colores, con lamparas redondas que colgaban de cuerdas, en fin un lugar que pocas veces se ve. Nos sentamos en una mesa al lado de una ventana con vistas a un jardín con flores y que el olor de ellas olía hasta donde estábamos tomándonos, yo por lo menos, un batido de frutas, Pablo y su amigo una limonada y Rebeca se unió al club de las limonadas dejándome apartado con mi batido de frutas que tan bueno estaba. Hablamos de muchas cosas de la vida; de libros, de recuerdos... pero llego el tema de lo que paso después de jugar a la OIJA que es por lo que estábamos allí, Pablo me contò lo que estaba pasando y le pregunte si a alguien mas le había pasado este tipo de cosas como lo de sentir una mano que te hunde en el agua de la bañera.
Pablo empezó a contarme todo lo sucedido empezando por el suceso más importante: La muerte de Lexy, esa muerte que dejo a todos sin palabras y Bruno, el chico mas bajito que se sentaba al lado de èl y con mirada apagada, mas triste que nunca hasta el día de hoy asentia mientras parece ser que se estaba empezando a fijarse en otra persona porque no paraba de mirar a Rebeca y sonreirle ya que es normal porque hoy ella está especialmente guapa