Capítulo 2

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Summer

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Desperté inmediatamente después de escuchar el inquietante sonido del despertador, el cual había conseguido interrumpir mi sueño logrando cierto enojo, de esos que uno adopta al levantarse.

-Maldita sea.-Murmuré en voz baja. No sabía que hora era y poca importancia le tomaba, al menos en ese momento. Tenía un sentimiento de perfecta comodidad y quietud mientras dormía, cosa que el aparato tan perfectamente arruinó.

El condenado despertador no paraba de sonar a pesar de mi ira y solo seguía escuchando el inquebrantable sonido, esperando que en algún momento se tomaría la molestia de apagarse mágicamente, pero sabía que eso no pasaría.

Moví mi brazo lentamente sintiendo la pereza mientras abría poco a poco mis párpados para dar paso a una mejor visión del aparato. Dejé caer mi puño con fuerza en el interruptor para apagar la alarma, como si esperara que esta fuera a sentir mi ira, pero al hacerlo noté que hora era, provocando un cierto cosquilleo nervioso dentro de mí.

[7:43]

-Mierda... Juraría que era más temprano.- Dije en voz baja mientras, toda agitada, corría al baño para alistarme y así poder evitar un fuerte regaño de parte de mi madre, aunque sabía que lo merecía de todos modos.

El no estar lista para ir a la escuela puntualmente me resultaba extraño, pues siempre trataba de no meterme en problemas por cosas sin sentido. Sin embargo, noté que hoy las cosas serían un poco diferentes.

Apenas entre al baño, cerré la puerta con seguro y me dispuse a abrir la ducha. Escuché a mi "madre" entrar en la habitación acompañada de un fuerte portazo.

Lo digo así porque no era mi madre biológica, y nunca la consideraría como tal. Solo era la mujer que se casó con mi padre. Sí, eso era. Por otro lado, no me atrevía a actuar de manera descarada frente a ella, ya que después de todo ahora era parte de mi familia, y considerarla de esa manera, provocaba la satisfacción tanto de ella como la de mi padre, y eso me bastaba.

Podía vivir con ello.

-Summer... que estés bañándote minutos antes de la escuela,es algo muy irresponsable de tu parte, y lo sabes.- Regañó con voz chillona y forzada, al parecer tratando de no perder la compostura.

Ignoré todo aquel sermón acerca de la responsabilidad que probablemente estaría dándome, mientras que en ese mismo instante trataba de no resbalarme por lo apresurada que estaba. Al cabo de un minuto, los gritos cesaron, y se escuchó un largo silencio fuera del baño, lo cual me indicaba que ya se había marchado.

Me enjuagué una vez más, y cerré la ducha mientras procedía a secarme lo más rápido que podía. Logré vestirme en un tiempo record, con un poco de dificultad al ver que mis pantalones se pegaban a mis piernas por la humedad que había quedado en mi cuerpo.

Abrí la puerta para salir de una vez, pero cuando lo hice me di cuenta de lo despeinado que se encontraba mi cabello. Agarré el peine azul que se encontraba a mi izquierda y comencé a cepillar mi castaño cabello lo más rápido que pude.

-Que horrible.- Susurré al notar el resultado- Ojalá que todos me ignoren el resto del día.

*****

Bajé a toda velocidad las escaleras que daban al garage con mi mochila rebotando contra mi espalda y mi cabello aún mojado por el baño.

-Nuestra grata conversación no ha concluido Summer, no creas que no noté que me prestabas la mínima atención.- Comentó mi madre antes de cerrar la puerta del automóvil fuertemente para sacar a relucir su molestia.

Expediente BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora