Amnesia

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Cuando la ambulancia llego al hospital bajaron a Takeshi de esta y lo llevaron rápidamente  a una habitación para revisarlo, a mi no me dejaron pasar y tuve que esperar hasta que el doctor viniera a buscarme...pasaron unas cuantas horas hasta que el doctor salio de esa habitación...

-Familiares del paciente Takeshi- dijo el doctor mirando sus papeles, yo me levante apenas escuche el nombre de Takeshi

-Soy yo...dígame ¿como esta?- dije con un aire y mirada  de preocupación

-el esta bien...solo tiene unas pocas quemaduras pero no soy graves- dijo el doctor mirándome fijamente, en ese momento sentí como un aire de tranquilidad vino a mi

-¿puedo ir a verlo?- dije ya tranquilo, el doctor solo asentó -muchas gracias- dije sonriendo y dirigiéndome a la habitación de Takeshi, al entrar a la habitación pude ver a Takeshi dormido profundamente, tan tranquilo y sereno...me acerque lentamente y pude ver mejor su rostro que ya no parecía de sufrimiento sino de tranquilidad, sin poderme contener bese dulcemente la frente de Takeshi y me senté en una silla que había al lado de su cama.


Vista de Takeshi

Estaba en un cuarto, era blanco todo, pero a la ves estaba vació, no había puerta ni ventana alguna, me quede esperando algo pero nada sucedió, por fin aburrido empece a tocar las paredes y buscar algo, una pasadizo secreto lo que sea, me agache y mire el suelo, de pronto una gota callo enfrente mio, era roja, pase mi dedo por hay y la detalle bien, ¿pintura? No era sangre, me asuste y vi al frente, las paredes se teñían de un rojo carmesí, mire el techo y vi los cuerpos de personas  me parecían conocidas, vi los ojos de una señora que me miraba amable mente, su rostro lleno de sangre me aterrorizaba, las gotas caían en mi rostro y en toda la habitación así llenándose, quería limpiarme lo necesitaba, vi una compuerta y corrí hacia ella, me resbale pero no deje de correr, la abrí pero lo que vi me hizo caer de trasero, un perro de color blanco estaba siendo atravesado por púas gigantes, mire horrorizado y retrocedí, de pronto apareció fuego, cerré mis ojos y espere pero nada paso los abrí y me encontré en una casa que se estaba incendiando corrí por todos lados queriendo salir, cuando encontré la salida, era el inicio de las puertas de un hospital, sin mas remedio, recorrí los pasillos y habitaciones las luces se empezaron a apagar no había nadie a quien consultar o pedir ayuda, llegue a una oficina así que me encerré aquí, vi unos papeles en el escritorio así que los tome y leí, pero los deje caer apenas leí la primera linea.

-TUS PADRES ESTÁN MUERTOS- 

Golpee la puerta y salí corriendo pero al abrirla me encontré con un hombre y una señora, los mismos de antes, mi cabeza me empezó a doler y venían imágenes de ellos.

-¿son mis pad.... padres?- dije con miedo, ella miro al hombre y le sonrió

-te extrañamos- dijo ella con una sonrisa que me erizo todo el cuerpo 

-no.. no los conozco- dije buscando una salida, ellos se miraron nerviosos, cuando estaban distraídos empece a correr por mi vida, escuche como me gritaban 

-¡Takeshi!- ¿quien era ese? ¿yo? no me importo y seguí corriendo, pero ahora que lo pienso.... ¿quien soy? me detuve y mire hacia la nada, de pronto alguien toco mi hombro, me sorprendí y mire hacia atrás, estaba un chico de cabellera blanco, me limpio las lagrimas que no me di cuenta que empezaron a caer, me tranquilice un poco al verlo, no sabia porque pero me hacia bien, de pronto vi atrás de el aquellas personas llenas de sangre, el fuego y cosas a las cuales no reconocía pero no me esperaba lo mejor, unas imágenes aterradoras vinieron a mi, un tren, fuego, gritos, llantos, todo a la vez, tanto que me levante de golpe.


-¿Donde... estoy?- dije soban dome la cabeza, parecía un hospital, me asuste y empece a buscar algo, no sabia pero tenia miedo, ¿que había soñado hace rato?... no recuerdo...¿que hice para estar aquí?  cada vez que pensaba mas mi cabeza explotaba, así que deje eso de lado, arranque los tubos que estaban pegados a mi, una vez fuera mire mi bata que traía puesta, se me veía todo, al apoyar mis pies en el suelo un dolor intenso me invadió, mi pie estaba roto, pero aun así no me quedaría aquí, me sentía incomodo, salte en un pie y salí, pero al hacerlo varias personas me miraron, les sonrei algo nervioso y salte hacia algún lugar, una señora se levanto y se acerco a mi, yo la evitaba.

-ven querido, no puedes caminar por hay- dijo amable mente, la mire y su rostro se deformo a lo que retrocedí y caí al suelo, ella me empezó a tocar para levantar 

-No... NO me toques- dije con miedo, agarre mi cabello y tire de el, varias enfermeras me empezaron a controlar y tocar pero me sentía con asco no quería nada, sus rostros de calaveras me daban miedo, se formo un gran escándalo, de pronto un chico de cabellera blanca llego asustado, me miro y se sorprendió, de un movimiento se acerco a mi y me llevo encima de su hombro, hablo con las enfermeras.

-¡HEY! ¡Bájame! ¡Que se me ve todo idiota!- le dije golpeando su espalda, pero no me hacia caso solo reía

-¿de que te ríes?- le dije enojado, pero la verdad estaba agradecido de que me sacara de ese lugar.

-Nada, ve a dormir- dijo dándome una nalgada, yo me sonroje por aquel acto.

-¿Que crees que haces, pervertido?- le dije refunfuñando, llegamos a la habitación de antes, el me bajo y dejo en la cama, se sentó a mi lado y me sonrió, su aura era muy brillante para mi, parecía que salieran flores a sus alrededores, entrecerré mis ojos por aquel aura, y mire hacia un lado viendo como me ponían los tubos otra vez, no me fastidiaban pero no los quería dentro mio, sentía la mirada penetrante de alguien así que mire, era aquel chico de cabello blanco, se me hacia conocido, alce una ceja y lo mire mal.

-¿Que miras?-  le dije de mala gana, el sonrió de nuevo y me hizo sonrojar un poco, no sabia porque y lo detestaba. 

-Nada, solo que me alegro que por fin despertaras takeshi- lo mire confundido, ¿donde había escuchado ese nombre?

-¿Ta..takeshi?- dije dudoso, el dejo de sonreír, pero luego negó y me dijo.

-No pasa nada, el doctor me dijo que podíamos irnos mañana- no entendía nada, quería a mis padres, seguro me lo explicarían.

-yo... hee.. ¿Quien eres?- necesitaba saber si podía confiar en el o simple mente era alguien malo, el me miro con miedo, se puso pálido y miro a las doctoras que igual me miraban asombradas.

-¡Nadie me dijo que había perdido la memoria!- dijo con enfado aquel chico, ya no era aquel príncipe que escupía rosas, ahora era un ogro, me asuste al ver su exprecion cambiar, el se tapo el rostro con las manos.

-No nos habían informado nada de eso- dijo una de ellas.

-heee yo sigo aquí no se olviden de mi- dije haciendo que todos me miraron ¿perdí la memoria? eso explica mucho.

-así que....- empezó a decir aquel chico, suspiro y se levanto de la cama, lo mire

-iré al baño- dijo de repente, lo mire raro pero lo ignore, ¿donde están mis padres? quería irme a casa, las doctoras salieron sin mas decir dejándome hundido en mis pensamientos 


Al rato llego el chico de nuevo, pero al entrar volteo la vista.

-¿que paso?- dije poniéndome la camiseta, me había cambiado ya que insistí que me dejaran salir hoy y accedieron, el camino hacia mi cama y se sentó.

-te llevare hacia tu departamento, espera en la salida iré por el auto-  asentí 

-antes de que te vallas.... quiero asegurarme de que no voy con algún matón o asesino.- tenia que hacerlo

-yo... solo soy tu amigo del colegio, iba pasando por tu casa cuando la vi en llamas, es todo, ni siquiera te conozco bien, solo lo hago como un favor- dijo poniéndose de pie, con la mirada perdida.

-ho, es bueno que tenga alguien conocido como tu, podríamos ser amigos cercanos, en todo caso te debo una grande- dije riendo, el solo me miraba, estaba algo extraño pero no lo presione.

-andando- dijo saliendo del cuarto de hospital, abroche mi camiseta y tome mis otras cosas, por ahora lo único que podía hacer es apegarme a el, ya que es el único que me conoce, esperare a ver que pasa.


¡El hilo atraviesa tiempos!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora