3-Mirar A Través De Ella

68 8 7
                                    

Capítulo 3

—Vecina...—Golpea la pared.

Tu imagínate a un borracho hablando, solo imaginalo golpeando tu pared.

No me sorprendería que esta pared enserio se viniera abajo.

—Oye, lo sssiento ¿ok?—Prosigue—Siento también él ruido que estoyyy haciendo ahora, ¿No lo notaste verdad?—Suelta su risa de foca retrasada.

Por favor que ya no siga, por favor que ya no siga.

Luego de cinco minutos se que esta durmiendo, sus ronquidos obviamente no son mudos.

Eres testigo de que intenté tener paciencia, pero mañana o mas bien luego haré algo para que deje de hacer escándalos, pensé que los animales estaban prohibidos en este lugar.

Agarro lápiz y papel, no quiero tener ningún tipo de comunicación con él, supongo que lo tonto se pega ¿No?

"¡Creo que no entendiste! La próxima vez no será tu computadora, será tu cara
Atte:Tu vecina, a la que molestas con tus estúpidos ruidos"

Me duele mucho la mano, esta apenas esta poniéndose verde, luego se pondrá morado y no podré ni moverla.

Son las once y treinta y dos de la mañana, ahora si que me niego a comer lo que esta en él refrigerador, iré por mis tostadas y dejaré esta nota bajo su puerta, no me importa si lo ve su madre. No te mentiré, su madre es adorable, nada comparado con su hijo por supuesto.
Me la he cruzado un par de veces en la tienda a la que tengo que ir ahora, ella tiene un bonita sonrisa y es muy simpática, se llama Karen, se eso porque tuvimos una pequeña conversación en dicha tienda.

****

"—Hola, ¿Tu eres la vecina de al lado?—Dice con una sonrisa totalmente definida.

Pues si, acabo de mudarme y olvidé que tenia que comprar tostadas—Digo un tanto distriada.

—Entiendo, soy Karen y ¿Tu eres?—Me tiende la mano.

Brenda, Brenda Alcalá—No muestro emoción alguna.

Bueno Brenda es un gusto, te dejo, tengo que prepararle él desayudo a mis hijos.

—Hasta luego señora—Sonrío un poco desconcertada.

No pretendía tener vecinas, menos que no fueran de mi edad"

****

Eso pasó cuando no sabia quien era ella y si hubiera sabido quien era su hijo la hubiera abrazado muy fuerte para transmitirle mucha fuerza y decirle "Su hijo aún tiene cura, solo tenga fe, algún día dejara de ser tan ruidoso y escandaloso"

Se que estoy siendo muy dramática pero ven, te invito a mi pequeño cuarto, a que pases una semana soportando sus ruidos, te cedo mi cama si quieres, puedo dormir en él piso unas cuantas almohadas y una manta me basta, veras que querrás irte a tu casa y no me hablaras mas, pero como quiero seguir teniendo tu compañía mejor ahí nomas.

Salgo de mi departamento y enseguida doy pequeños pasos al lado izquierdo, osea donde vive ese orangután, dejo la nota bajo la puerta, toco él timbre y bajo las escaleras tranquilamente.

—Señora, estoy algo apresurada, necesito mis tostadas—Digo poniendo el dinero en él mostrador.

—Pense que le interesaría él trabajo, necesitamos personal y una chica como usted...

La interrumpo.

—Si señora, lo tomaré en cuenta, mañana le daré una respuesta, ¿Me da mis tostadas ya?

—Espero su respuesta.

Tomo mis tostadas y me largo, parece que la venda en mi mano no impide él dolor al moverla. Tengo que reconsiderar la oferta de trabajo antes de subir estas escaleras pero no me convence mucho la idea, ver a todos los que viven en él edificio no me hace gracia entablar conversaciones incómodas y poco interantes, ¿y si ese ruidoso también va a comprar ahí? ¿Y si también me hace la vida imposible ahí? Ah no pues si lo hace no me importará si soy personal de ese lugar, le daré su merecido. Como sea tengo que generar ingresos, él dinero no me sobra y tampoco me gusta vivir del dinero que me envían mis padres, doy media vuelta y la señora sigue parada mirándome, quizá sea mas rara de lo que imagino, camino hacia ella y asiento.

—¿Enserio?

Solo asiento con los ojos cerrados.

—¿Cuando puedes empezar? Si es mañana mismo seria perfecto.

—Ok

—¿A las ocho?

Asiento por ultima vez, y ahora si me largo.

Bien, conseguí trabajo, calle a mi vecino y tengo mis tostadas, todo va excelente, tengo unas cuantas series que me están esperando arriba, es él ultimo día que puedo disfrutar mis vacaciones así que a toda costa evitare a ese molesto...

—Hey, ¿así que te gusta dejar notas bajo la puerta he?—Esta parado en mi puerta.

Esta ahí, con los brazos cruzados y entre sus manos tiene la nota que dejé, bueno ni modo.

—Y a ti te gusta llegar borracho y golpear mi pared—Le quito él papel de las manos.

Su cara es de confusión, no se acuerda de nada, ash encima le tengo que contar lo que paso, como quisiera ver que su madre lo castigara justo ahora.

—Es la primera vez, osea la primera vez aquí—Dice cuando ve mi cara de incredulidad.

—No me importa, sabes, mientras no interrumpas mis sueños no tengo porque tener comunicación contigo ¿ok?

—¿Entonces dices que golpee tu pared?—Dice incrédulo e indignado.

—Si, y tus ronquidos... Ugh los detesto, para ya con tus tonterías.

—¿Que te paso en la mano?—Dice acercándose a ella.

—No te importa—Digo agitandola, no importa él dolor.

—¿Siempre eres así de amargada?

Espera, espera, este tipo me viene a decir cosas a mi, ¿que no tiene consideración? Como no quiere que tenga mal genio si no duermo mis horas completas.

—Hare de cuenta que no dijiste nada, ahora aste a un lado, quiero pasar y no quiero que hagas mas ruidos que me quejaré con tu madre.

Él ríe y al parecer no oyó lo que le dije, sigue ahí paradote.

—Mi madre no esta, ¿enserio crees que llegaría borracho a mi casa cuando mi madre este ahí?—Dice señalando su puerta.

—No me importa, no me importa tus cosas solo te pido paz, ¡La paz que merezco y que no tengo cada que traes a tus amigos o cuando gravas tus estúpidos vídeos!—Grito histérica.

—Wow, calmate amiguita—Dice con ambos brazos frente a mi.

—¡No me llames así! Y si quieres que tu vida no sea miserable alejate de mi bendita pared—Inhalo, exhalo.

—Pero... Pero también es mi pared—Dice como si fuera un niño.

Que inmaduro, por eso era que no quería hablar con él, es suficiente por hoy, y espero que haya entendido.

—Si no quieres que le diga a tu madre que rompiste algo en tu cuarto, sera mejor que me dejes tranquila—Digo advirtiéndole.

Y él abre los ojos como platos, parece asustado. Muy bien, esta funcionando.

—Ok, ok, shh calmemonos, hablemos de esto ¿Te parece?—Dice intentando que nadie nos oiga.

—Solo dejame, en paz—Abro paso entre este tipo que parece un edificio andante.

Mirar A Través De EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora